Un preso de la cárcel de Algeciras aparece muerto con síntomas de sobredosis
Seguridad
El interno no respondió a las llamadas durante el recuento de las 8:00 y los sanitarios no pudieron hacer nada por salvarlo
Había ingresado de forma voluntaria el 16 de octubre y en la celda se encontraron hachís y pastillas
La madre de un interno de Botafuegos le proporciona cinco bellotas de hachís y dos papelinas de cocaína
Un preso de 53 años ha aparecido muerto en la mañana de este sábado en su cama de la cárcel de Algeciras con indicios de haber sufrido una sobredosis por haber consumido alguna droga, según ha informado el sindicato Acaip-UGT en un comunicado.
Los hechos ocurrieron durante el recuento que se realiza a la población reclusa a las 8:00, cuando el funcionario de servicio observó como el interno que ocupaba una de las celdas permanecía inerte en la cama. Lo llamó en repetidas ocasiones pero no reaccionaba, por lo que se activó el Código 5, que implica que acudan de inmediato el jefe de Servicios, el Grupo de Intervención y los Servicios Sanitarios. Estos no pudieron hacer nada, por lo que se certificó el fallecimiento.
Una vez revisada la celda se encontraron una cantidad indeterminada de hachís y pastillas, por lo que todo apunta a una sobredosis.
Se trata de un interno de nacionalidad española, que anteriormente tuvo seis ingresos en prisión. La primera entrada data del año 1987, por robos con violencia e intimidación. El pasado 16 de octubre ingresó en Botafuegos de forma voluntaria para cumplir una pena privativa de libertad de 1 año y seis meses. En el momento de la entrada se le encontró droga oculta.
El pasado 23 de octubre, Acaip-UGT informó de que la madre de un interno en el centro penitenciario de Botafuegos, en Algeciras, aprovechó una comunicación familiar para introducir droga que entregó a su hijo. Antes de que ambos se encontrasen, el guía canino marcó que la madre era portadora de droga. Tras procederse al registro por la unidad especializada, el resultado fue infructuoso, pero tras el encuentro, el interno fue registrado y se le realizó una radiografía, mediante la que se hallaron en el interior de su organismo cinco bellotas de hachís con un peso de 57 gramos y dos papelinas de cocaína con un peso de 1,7 gramos.
Acaip reitera ahora las "múltiples consecuencias que implica el introducir tóxicos, estupefacientes o sustancias psicotrópicas en un establecimiento penitenciario, una de las cuales y más grave que ninguna otra, es el fallecimiento del interno por sobredosis".
"En los Centros Penitenciarios españoles y según datos del Ministerio del Interior, la mitad de fallecimientos se producen por causas naturales, una cuarta parte por sobredosis y la última cuarta parte por otras causas (suicidios, enfermedades graves, VIH….)", continúa.
El sindicato es "conocedor que en materia de drogas, la tolerancia cero no existe, pero si se podría aminorar el problema si la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dirigida por su máximo responsable Sr. Ortiz, solventara tantas necesidades como existen en las cárceles españolas, como son más Recursos Humanos, una protección jurídica adecuada, más recursos materiales, una mejor atención sanitaria, un mejor funcionamiento para atender al drogodependiente, mejor atención a la salud mental y una población reclusa adecuada".
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