Carlos Moreno: un secundario en el enredo Koldo
El gaditano que ejerce de mano derecha de la vicepresidenta María Jesús Montero se ha convertido de repente en una pieza clave en el relato del ‘conseguidor’ Víctor de Aldama
Y, de repente, en la docuserie protagonizada por personajes apodados como el Gominas, la Veinte Minutos, el Número Uno, el Grandullón o el Goblin aparece un secundario sin mote, con un nombre tan simple como Carlos Moreno, Carlitos para sus vecinos, un gaditano de San Roque, aunque nacido en Sevilla en 1977, que ha hecho su carrera profesional a la sombra de la actual vicepresidenta primera María Jesús Montero y ministra de Hacienda desde que ella fue consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía, allá por 2004.
Un pantallazo de un móvil entregado por Víctor de Aldama, el ‘conseguidor’ de lo que se bautizó como el ‘caso Koldo’ y que crece para ser mucho más que el ‘caso Koldo’, situaba a Moreno en el punto de mira de las acusaciones del presunto corruptor al Gobierno de Sánchez. No es que sea algo muy consistente, pero ahí está: “"Buenas noches, por favor llámame cuando puedas. Me están quitando la vida estos dos temas, me están generando un problema personal. Ayúdame y en cuatro años solo te llamaré para cenar juntos con los de Ferraz. Pase lo que pase, por favor, ven a las cenas. Si puedes llámale para su tema solo para lo suyo, aunque sea tarde, y si sabes algo de lo suyo que le están machacando ahora a él".
En este mensaje de compleja sintaxis enviado por Koldo García a Carlos Moreno, supuestamente, el hombre de confianza de Ábalos le estaría pidiendo al jefe de gabinete de Moreno que intercediera por una empresa de Aldama que estaba bajo el foco de Hacienda. Según Aldama, pagó por esta gestión a Moreno 25.000 euros. ¿Pruebas? De momento, ninguna. Lo que sí ha podido certificar la investigación es que en la agenda de Aldama están apuntadas cuatro citas con Moreno entre 2019 y 2022, lo que la ministra Montero no considera extraño porque “los ministerios tienen contactos continuamente con empresarios”.
¿Aplazar un embargo por una "ayudita" a un piso?
Es supuesta ‘gestión’ tendría que ver con intereses de Aldama precisamente en San Roque, en concreto en Sotogrande. Allí el empresario contaba con una sociedad llamada Pilot Real Estate sobre la que pesaban embargos de Hacienda por valor de 1,7 millones de euros. La sociedad se dedicaba, hasta que dejó de dedicarse, a la compraventa de inmuebles, llegando a tener siete propiedades entre Leganés, Navalcarnero y San Roque. Con el tiempo, la última propiedad que quedó de Pilot Real Estate fue un piso de 160 metros cuadrados situado en la primera planta del edificio Isla Carey, en el puerto de Sotogrande, sobre el que recayeron la totalidad de los embargos. El piso ha sido recientemente subastado y la puja más alta ha ofrecido 550.000 euros, según publicó El Confidencial.
La importante deuda contraída con Hacienda no fue reclamada de inmediato y, según Aldama, Koldo le propuso hacer un “regalito” a Moreno por el aplazamiento y aprovechó para comentarle que Moreno estaba buscando un piso en la zona de San Roque o Los Barrios, cosa que es cierta, según comentan los vecinos, “que ahora le vemos mucho más por aquí”. Moreno adquirió definitivamente esa casa en marzo de este mismo año tras pedir una hipoteca de 135.000 euros.
La pregunta es si un jefe de gabinete de la ministra de Hacienda es capaz de interceder en un procedimiento abierto por la Agencia Tributaria, si puede cambiar el orden de un expediente. Fuentes de la Agencia Tributaria afirman que es absolutamente inverosímil. Dejaría huellas demasiado evidentes.
Carlos Moreno, casado y sin hijos, se crió en una familia acomodada en San Roque, aunque su juventud la pasó en Cádiz y luego hizo su carrera profesional en Sevilla antes de saltar a Madrid. Sus padres no estaban en política, pero sí se movían en un ambiente de inquietudes izquierdistas. Su padre es un prestigioso médico, Jesús Moreno, que, ya jubilado, cambió la bata por el escenario y ahora es un activo miembro de la Escuela de Teatro de Chiclana. Su madre, Lola Medina, ya fallecida, fue una mujer muy conocida en los ambientes culturales del Campo de Gibraltar en los años 80, llegando a publicar un libro de poemas, "Aunque es de noche", con el que luego sería el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. Según cuenta Chamizo, Carlos Moreno creció entre las tertulias y fondues organizadas en la casa familiar de San Roque, donde se reunía la bohemia de aquel momento. Posteriormente, los padres se separaron y Carlos se traslada a vivir entre San Fernando, donde había pedido destino su padre, y Sevilla. Lola Medina montó una empresa de comida casera a domicilio cuyos clientes eran en buena medida los parlamentarios andaluces que tenían que hacer noche en Sevilla. Aquella empresa se llamó Almuerce con Catering Hepburn. Fue uno de los primeros trabajos de Carlos Moreno.
Es una persona sin ambición política y nunca ha mostrado apego al dinero"
Estudió la carrera de Derecho en la Universidad de Cádiz y se especializó en gestión sanitaria con un master de la Universidad de Granada en Economía de la Salud y Dirección de Organizaciones Sanitarias. Esto le valió entrar a formar parte, con sólo 27 años, del equipo de María Jesús Montero en la Consejería de Salud. Cuando Montero pasó a la Consejería de Hacienda de la Junta se lo llevó con ella, lo mismo que cuando dio el salto a la política nacional. Han sido veinte años en los que, según los que han trabajado con él, “ha echado más horas que la puerta. Para María Jesús es una persona imprescindible no ya porque le lleve su agenda, sino porque tiene una cabeza increíble. Todas las reuniones técnicas de María Jesús estaban preparadas minuciosamente por él. No es extraño que diga que pone las dos manos en el fuego por él porque a pocas personas puede conocer María Jesús tanto como a Carlos, no sólo en lo profesional sino también en lo personal. De Carlos es de la última persona que te puedes esperar una zancadilla o ese juego sucio que forma parte de la política. Esa lealtad en política, que no es tan fácil de encontrar, es lo que valora María Jesús”.
Fuera de las batallas políticas
Aunque siempre ha estado en la órbita del PSOE nunca ha entrado en las batallas de la primera línea. La prueba de ello es que apenas existen fotos de él en actos de partido y la que están utilizando los medios es la oficial del Ministerio de Hacienda. Su trabajo ha sido el de un técnico y, como tal, era, hasta ahora, un completo desconocido para el gran público. “Son paparruchas,. Es absolutamente imposible que Carlos se haya metido en algo turbio porque es una persona sin ninguna clase de ambición y, como los padres, tampoco es una persona con apego al dinero. Quizá no tenía la misma pasión por la actividad cultural que tenían sus padres, pero era un chico al que le encantaba estar de oyente en las tertulias que se montaban en su casa. Con eso te digo que tanto él como su hermano eran unos chicos con sensibilidad y no lo veo yo en esos ambientes cutres de testosterona de los Koldo y compañía. A no ser que en Madrid haya cambiado mucho me parece una historia absolutamente absurda”, explica alguien que le conoce desde la infancia.
Al igual que él, otros compañeros no dan ni la más mínima credibilidad a las acusaciones de Aldama. Valoran de Moreno “que es un profesional que sabe hacer equipo y es una persona de maneras exquisitas”. Recuerdan que hacía tiempo que Moreno se estaba pensando dejar la política porque el estrés le estaba pasando factura y quería llevar una vida más tranquila recuperando sus raíces. Ese deseo de regreso a los orígenes también lo ha expresado en alguna ocasión en los encuentros que el diputado Ruiz Boix, alcalde de San Roque, organiza con la diáspora de esta localidad en Madrid y era el motivo por el que había comprado la casa cerca del lugar en el que se crió. Quienes la conocen afirman que no tiene nada de lujosa: tres dormitorios, dos baños, una cocina, un salón comedor, una terraza y un patio. “Es una casa normal y corriente con un precio como el que tienen las casas normales y corrientes, alto, como todo el mercado de viviendas, pero nada que no se pudiera permitir después de veinte años con un sueldo de alto cargo público”.
Sin embargo, Aldama ya ha conseguido que la sombra de la sospecha caiga sobre él como un pieza menor para que caiga el verdadero objetivo de caza mayor: la vicepresidenta del Gobierno. Ella, de momento, ya ha puesto la mano en el fuego, lo que supone el mayor riesgo que se puede correr en la alta política.
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