Una chiclanera, la más longeva de Andalucía

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Petra Barbosa, que cumplirá 109 años este septiembre, nació en Campano y a día de hoy vive con su sobrina en una casa en el campo

La centenaria, en el porche de su casa donde pasa buena parte del día. / Nacho Frade
M.c. Meléndez

27 de agosto 2017 - 02:19

Chiclana/Arropada por el cariño y el mimo de sus familiares más cercanos, Petra Barbosa, la mujer más longeva en Andalucía, se dispone en su tranquilo domicilio de Chiclana a cumplir el próximo 14 de septiembre los 109 años, una efemérides que celebrará, como viene siendo habitual, con una alegre fiesta, sobre la que sus allegados ya adelantan que exclamará: "¡Qué loca está esta gente!".

Petra nació en Campano en 1908 y siempre ha gozado de una salud extraordinaria. Nunca ha estado ingresada en un hospital, no tiene diabetes ni colesterol y no toma ningún tipo de medicamento. "Hace un año sufrió un ictus, pero se fue recuperando poco a poco y hoy está perfectamente", relata su sobrina María Barbosa, la persona que se ocupa y preocupa día y noche de esta mujer y que se trasladó de un pequeño piso en el centro de Chiclana a esta casa en el campo, para que su tía y su madre tuvieran mayor calidad de vida. Y es que la mejor amiga de Petra es su cuñada Juana Huelva, de 91 años, con ella se sienta, ya sea en el salón o en el porche exterior, y charlan. A veces le coge la mano y le dice "Juana, qué delgada estás", cuenta su sobrina riendo.

No sigue ninguna dieta especial y no tiene ningún alimento prohibido. Ella come de todo. Diariamente desayuna y merienda galletas con Colacao y tanto en el almuerzo como en la cena coincide con el resto de su familia. Tampoco tiene predilección por ninguna comida. "Me gusta todo, siempre que éste bien hecho", afirma con rotundidad. Además, esta maravillosa mujer, no muy amiga de la fiesta, seria, pero afable con los suyos, es muy coqueta. Por supuesto, se viste cada mañana sin ayuda de nadie y aparece impecablemente peinada, con un bonito vestido rojo, unos pendientes de coral a juego y unas uñas pintadas de rosa, que serían la envidia de cualquier quinceañera. "A veces se las lima ella y otras nosotras, pero siempre quiere tenerlas muy cuidadas", asegura su sobrina nieta.

Ayudada por su querida María, Petra va haciendo memoria. Le resulta difícil, porque "hoy no se ha levantado muy habladora", apunta su sobrina, pero poco a poco los recuerdos van surgiendo. Así, se acuerda de cada uno de sus hermanos, a los que nombra uno por uno: Lola, Mariló, Basilio, José… hasta diez. También rememora cuando comenzó a trabajar en Campano a los 12 años con la marquesa de Bertemati. "Allí estaba bien. Hacía el cuerpo de casa, hacía las camas, los cuartos de baño…", relata. A los 17 años se fue a trabajar a Cádiz de interna. "En una casa muy grande en el centro".

No fue hasta los 40 años cuando se casó "con un hombre muy bueno" y fue entonces cuando se mudó a la calle Empedrador, próxima a la calle Bailén. Cerca de su nuevo hogar estuvo trabajando en la conocida fábrica de nylon hasta que se jubiló, allí se dedicaba a atar los cabos de las prendas. "Pero, como siempre le ha gustado ganar dinerito, cuando salía hacía colchas y paños de crochet para luego venderlos", añade María. Nunca tuvo hijos y su marido falleció hace unos años. Hoy vive de su pensión.

En su tiempo libre, recuerda que le encantaba "ir a Santa Ana con mis amigas Petronila y Soledad".

En un momento de la conversación, su sobrina nieta se acerca y le susurra al oído una copla que ella solía cantarle de pequeña. Petra asiente lentamente y sonríe, intentando recordar aquellos versos.

Debido a una catarata, ya ni lee ni ve los informativos ni los concursos en la televisión, que tanto le gustaban. Ahora pasa los días sentada en la galería que rodea su casa. Le gusta llamar a los perros, acariciarlos y pasear por el cuidado jardín de su sobrina, siempre que el tiempo lo permite. Ayuda con las tareas de la casa doblando ropa y, sobre todo, disfruta viendo crecer a su sobrino biznieto Alejandro, un bebé de 14 meses que nació prematuro y por quien se plantó en el hospital, porque no tenía paciencia para esperar a verlo en casa. Se le nota que se siente querida y que es feliz rodeada de los suyos en su sencilla vida en Chiclana.

Diez personas centenarias viven en el municipio

Chiclana cuenta entre su población con diez personas que superan los cien años de edad, según los datos proporcionados por el Servicio de Estadísticas del Ayuntamiento. Esta consulta, que se refiere a la semana pasada, recoge que de esta decena de chiclaneros centenarios, seis son mujeres y cuatro hombres. Además, de Petra Barbosa, que nació en 1908, se encuentra una persona que vino al mundo en el año 1910; otra, en 1912 y otra, en 1913. Un año más tarde nacieron dos chiclaneros; en 1915, uno; en 1916, dos y en 1917, otro. Como curiosidad, recordar que el extremeño Francisco Núñez, con 112 años, se considera el hombre más anciano del mundo.

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