"Que todos tengan claro que el barco tiene que venir al sur"
El presidente del comité intercentros cree que "el desequilibrio en el reparto de las cargas de trabajo es abismal"
A estas alturas de la crisis de astilleros, las palabras se miden en una balanza muy precisa. Por eso, las declaraciones del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, en el Parlamento gallego acerca del barco anunciado por el ministro Montoro, no han sentado bien en la Bahía de Cádiz.
Feijoo dijo en sede parlamentaria gallega que "Navantia construirá un barco para la Armada". Esa frase se ha interpretado en el sur como un intento de desestabilizar la balanza de los encargos.
Ayer, el presidente del comité intercentros de la compañía pública, José Antonio Oliva, aseguró, visiblemente contrariado, que "el desequilibrio en el reparto de las cargas de trabajo está siendo abismal. Estamos muy contentos de que en la dársena de Cartagena se tenga trabajo, también de que vaya a haber cierta estabilidad en la ría de Ferrol, pero es indignante que en esta zona el PP no haya sido capaz de tirar lo suficiente como para no tener esa estabilidad".
Por eso, recordó que "en la Bahía tenemos cero horas de nueva construcción, y en otros sitios sí las tienen. Están jugando esa partida de ajedrez de hacia dónde llevan la carga de trabajo, pero por desgracia la miseria la tenemos que repartir. Espero que el PP de Cádiz se ponga las pilas, porque el anuncio del barco de Montoro tiene que ser para el sur, porque es donde toca y es donde está la situación más dramática".
En la misma línea, el presidente del comité de empresa, Ramón Linares, comenzó asegurando que en Navantia "hay un primer problema que es la falta de carga de trabajo a nivel general". Y continuó afirmando que "lo peor que necesita esta empresa es a agentes comerciales que a su vez sean dirigentes políticos nacionales. Necesitamos una política comercial común".
En segundo lugar, explicó que "creo que es verdad que los compañeros de Ferrol tienen poca carga de trabajo, pero donde hay más problemas porque no hay absolutamente nada, con 30 meses sin nada, es en la Bahía de Cádiz. Todos los astilleros tienen que tener contratos, pero la prioridad tiene que ser esta zona, nos da lo mismo barcos grises que civiles, pero es el esfuerzo que tiene que hacer el Gobierno".
De hecho, Linares recordó que, a día de hoy, "sólo está trabajando en el astillero de Puerto Real empleados de mantenimiento, de aprovisionamiento y de ingeniería, en labores provisionales para el quinto gasero". En total, Linares calculó ayer que hay más de 300 personas de plantilla en situación de subactividad.
En su discurso en la Plaza de Jesús, Ramón Linares aseguró que los trabajadores no desfallecerán en su lucha porque "no es sólo por nuestro futuro" sino por el de las 12.000 familias de la zona que calculan que han perdido el trabajo en los últimos años por la escasa actividad de los astilleros y por el de los jóvenes.
"Los astilleros no son el problema, con voluntad y apuesta política somos parte de la solución" para revitalizar una zona "con más del 40% de paro" y crecientes niveles de exclusión social, según reivindicó Linares tras decirle al Gobierno que "es el momento de hacer política con letras de oro, al servicio del ciudadano".
De esta manera, los tres comités siguen esperando que se produzca el ansiado anuncio, que se dé fin a lo que ayer Oliva calificó como la "partida de ajedrez" que se juega a nivel político pero que, en los municipios, se traduce en paro y dificultades.
La próxima acción llevará a las tres plantillas a una nueva manifestación conjunta, esta vez en San Fernando, el próximo 15 de mayo. Habrá una última, en la capital gaditana, aún pendiente de fecha.
Mientras, la empresa traslada a los representantes sindicales mensajes más o menos optimistas en cuanto a su situación financiera, con una previsión de pérdidas inferior a la prevista, o que hay buenas perspectivas acerca de los contratos que se persiguen a nivel internacional.
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