Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
El comité de empresa de Aerotecnic ha convocado una huelga en el centro de trabajo de El Puerto de Santa María en contra de la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo que los propios representantes de los trabajadores pactaron el pasado mes de octubre con la dirección de la compañía.
El acuerdo comprendía un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de tres meses para dos empresas del grupo, Aerotecnic Composites y Aerotecnic Assembly, y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a aplicar también en ambas sociedades en dos fases en octubre y febrero.
Al no cubrirse las salidas previstas con bajas voluntarias en la primera fase, la empresa ha ejecutado despidos forzosos. Una veintena de trabajadores, el mínimo legal para aplicar el ERE pactado, han dejado finalmente el grupo en aplicación del acuerdo firmado, según fuentes de la compañía, que ha presentado una demanda contra la huelga al considerar que viola los acuerdos suscritos.
Por su parte, el sindicato provincial de Industria de CCOO, que ostenta la mayoría en el comité, ha expresado “su total apoyo” a las movilizaciones. “Dichas reivindicaciones no son solo legítimas, sino que son fruto de la falta de diálogo por parte de la empresa, y están siendo dirigidas por el comité de empresa con el apoyo y asesoramiento de este sindicato”, ha indicado CCOO, que ha matizado que “el calendario de movilizaciones y la huelga en sí” han sido aprobados por el comité. “El objetivo de dichas movilizaciones es preservar el empleo existente en la planta, en una situación complicada del sector”, manifestó CCOO.
La ruptura de relaciones ha llevado a que el comité retirara en enero su apoyo a que se prorrogara el ERTE en vigor hasta el final de este año. “Durante dicha negociación la empresa no ha mostrado ningún gesto de llegar al acuerdo. Sólo cuando se convocó la huelga, la empresa unilateralmente ha ejecutado el ERTE de manera universal con el intento de desmovilizar la huelga”, aseguró CCOO.
Desde la empresa se insiste en que el ajuste es imprescindible para su supervivencia y está motivado por una caída de la actividad que ya se venía registrando desde antes de la pandemia. Hay que recordar que la industria auxiliar aeronáutica gaditana sufría desde 2019 las consecuencias del fin del A380 y la caída de los encargos en el negocio militar.
A principios de 2020, antes de la pandemia, el Consejo Empresarial Aeronáutico cifró que las empresas proveedoras de Airbus habían perdido 500 empleos en la provincia de Cádiz, un tercio del total. A esta situación hay que sumar las consecuencias de la crisis sanitaria, que ha llevado a Airbus a una drástica reducción en la producción de aviones civiles y a poner en duda la misma viabilidad de la factoría de Puerto Real.
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