El comité de Navantia Puerto Real propone dividir el astillero en zona eólica y área de construcción naval
Los representantes sindicales proponen crear un muelle 'offshore' en la parte norte de las instalaciones que actualmente está en desuso para recuperar la actividad tradicional
El comité de empresa de Navantia Puerto Real exige la vuelta a la construcción naval
Cádiz/El comité de Navantia Puerto Real insiste en reclamar que el astillero mantenga el negocio de la construcción naval. Por eso, y ante la "estrategia nacional por la eólica marina" plantea la división de las instalaciones en dos zonas diferenciadas para compaginar ambas actividades. Incluso ha expuesto su propuesta a la Autoridad Portuaria por el beneficio que esta iniciativa tendría para la zona industrial.
Los representantes sindicales de la factoría puertorrealeña cuestionan que la dirección haya centrado su gestión en la eólica offshore, descartando de esta forma la construcción de buques, que –insisten– es la razón de ser de un astillero. Ni la carga de trabajo ni el valor añadido en tecnología ni las posibilidades de empleo de esta actividad pueden competir, a su juicio, con los beneficios que ofrece el diseño y la construcción de un buque, ya sea en horas de trabajo, en la ocupación de perfiles profesionales diversos o en el plano de la innovación.
No hablan de la "caída del cielo" de un proyecto como los FSS (buques de apoyo logístico) para la flota auxiliar de la Royal Navy británica, en el que Navantia Puerto Real colabora, un encargo que lamentan vaya a quedar en una mera anécdota sin vocación de continuidad, sino de una estrategia que encabece la construcción naval tanto militar (con este producto mencionado) como civil, en la que hacen especial hincapié. En este sentido, se refieren a los gaseros, un mercado que desde hace años experimenta un crecimiento constante que incluso tiene saturados a los astilleros mundiales por la excesiva carga de trabajo. Lo hacen porque el astillero de Puerto Real es el único con capacidad física en España y de los pocos en Europa para afrontar esta tarea, en la que además tiene experiencia, y porque "sería un paso estratégico a nivel de país".
Los responsables sindicales de la planta puertorrealeña son conscientes de que la apuesta nacional por la eólica marina es "una máquina que no para". Por eso, y ante los acuerdos de la compañía con terceros que podrían impedir el uso de las instalaciones en los próximos años para construcción naval (como el acuerdo con Ocean Winds que consideran que "hipoteca el dique"), plantean una alternativa que pasa por aprovechar la extensa superficie que ocupa el astillero, en torno al millón de metros cuadrados. Así, exponen la opción de dividir el espacio en dos áreas diferenciadas: una para seguir con la construcción de jackets y subestaciones marítimas y otra para la construcción naval.
En concreto, la eólica se ubicaría en la zona norte de los terrenos de Navantia Puerto Real, que actualmente se encuentran en desuso, con una superficie de unos 200.000 metros cuadrados. Implicaría su transformación, y el aprovechamiento de los duques de alba, con la creación de un muelle offshore de 400 metros de longitud. Con esta solución no habría necesidad de utilizar el dique, defienden. La zona naval se quedaría con el espacio que ocupan los talleres, los diques y los pórticos.
Entre las ventajas que entiende la parte social que ofrece está, por tanto, el uso de diques y pórticos para su destino en la construcción de buques, el aprovechamiento de esa superficie norte, una mayor seguridad por segregación de áreas de actividad, la reindustrialización y potenciación del polígono industrial del Río San Pedro, la mejora de los accesos a la planta, mayor empleo y especialización, la posibilidad de extensión de la actuación de los pórticos en la dársena o la optimización del área de Concesión Portuaria Actual. De hecho, el comité puertorrealeño ha presentado su propuesta a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, cuya responsable, Teófila Martínez, ha visto con buenos ojos la iniciativa, explican. Incluso ha planteado la posibilidad de aportar financiación a través de fondos Next Generation para la adecuación necesaria, porque además "estaría en una zona industrial, donde llegaría el ferrocarril", comenta el presidente del comité de empresa, Arturo Martínez. "Estamos hablando de una inversión de 20 millones de euros. Lo tratamos con nuestro presidente [Ricardo Domínguez], pero lo tiene parado", aclara.
Los representantes sindicales advierten de que la empresa no ha cumplido con el plan estratégico 2018-2022 que recogía en su plan comercial afianzar la línea de colaboración con la Armada española y las exportaciones, incrementar servicios como el ciclo de vida y las reparaciones y complementar la línea principal de construcción militar con actividad civil tanto en lo que se refiere a eólica offshore como a buques. En el documento firmado tras la comisión de seguimiento (de diciembre de 2018, y la única que se hizo, lamentan los sindicatos) se especificaban distintos tipos de barcos, e incluían los gaseros LNG, lo que precisamente los trabajadores de Puerto Real reclaman vuelvan a construirse en el astillero. "No tiene sentido un nuevo plan estratégico sin que se haya hecho una evaluación del anterior", se queja el presidente del comité. "A nivel estratégico no tiene sentido que se descarte construir gaseros que no se pueden hacer en otro sitio en España con la demanda que hay", repite.
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