Un complejo turístico con el botín
Operación Teydea
Estrella y Markus estaban construyendo en terreno no urbanizable de El Palmar apartamentos para veraneantes
"Casitas Pleamar. A tan sólo 250 metros de la bonita playa de El Palmar, encontrarás estas cuatro cabañas de madera de nueva construcción, excelente calidad y ubicación. Son perfectas para familias o amigos, cada una de ellas tiene dos dormitorios, con capacidad hasta 4 personas, cocina totalmente equipada, porche amplio y barbacoa, aire acondicionado". Así se anuncia en internet las cabañas en las que Estrella y Markus, según las investigaciones de la Guardia Civil, estaban invirtiendo los beneficios de su negocio paralelo: el de limpiar los ahorros de ancianos extranjeros.
El negocio turístico iba viento en popa y había beneficios extra, ya que estas cabañas estaban a nombre de una asociación benéfica sin ánimo de lucro cuya presidenta era la hija de Estrella y la propia Estrella era la tesorera. En el caos urbanístico de El Palmar estas fórmulas de evasión no son tan extrañas. De hecho, las cabañas funcionaban con electricidad robada a la red y con una licencia de apertura falsa.
Como las cosas iban tan bien, Estrella había decidido ampliar su apuesta por El Palmar. Hace unos meses compró por 288.000 euros los terrenos adyacentes a las cabañas. La suma es considerable si contamos con que el suelo adquirido no era urbanizable. Pero eso no importaba. Ahora mismo en ese terreno se están construyendo siete apartamentos.
La sociedad de Estrella y Markus parece tener talento para el turismo. "Una idea única, inspirada en el deseo de brindar a sus visitantes la oportunidad de adentrarse en un ambiente diferente, colorido y lleno de paz. Es un lugar perfecto para desconectar de la manera más natural", prometen en su página web. Y los visitantes lo agradecen. "Fuimos 4 familias y,aunque llovió mucho,lo pasamos en grande, las casitas muy cómodas y perfectas para 4 familias,la parcela cerrada y segura para todos los niños", escribía una clienta en las opiniones sobre el lugar.
Estrella y Markus se conocieron en una residencia de ancianos de Tenerife, donde ambos trabajaban cuidando ancianos de nacionalidad extranjera. El dominio del alemán les permitió acceder a ese trabajo. Estrella nació en Cuba y tiene unos 50 años. Obtuvo la doble nacionalidad alemana al casarse con un súbdito de este país. Tuvo dos hijas. Por su parte, Markus es unos quince años más joven. Nació en Alemania de padre cubano y madre alemana. Antes de poner en marcha su plan hace unos tres años, cuando se vinieron de Tenerife a Cádiz, no se les conocían propiedades. Ahora cuentan con varias, casi todas ellas en Tenerife. Eran las propiedades de los ancianos a los que cuidaban.
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