La compraventa de viviendas cae en Cádiz por primera vez desde 2013
La provincia cierra 2019 con un 13.413 operaciones, un 0,2% menos que en 2018, por culpa de los pisos usados
La patronal descarta crisis y apunta a la “normalización” del mercado
El mercado inmobiliario gaditano rompió en 2019 con más de un lustro de crecimiento. La compraventa de viviendas disminuyó el año pasado un 0,2%, el primer cierre en negativo desde 2013, en plena recesión, cuando las operaciones se desplomaron casi un 11%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Aunque la contracción registrada el año pasado es mínima, denota la desaceleración que empezó a ser evidente a mitad del ejercicio en un sector que en los últimos tres años crecía a ritmos de dos dígitos, recuperando parte del terreno perdido durante la crisis.
Aún así, no hay razones de peso para encender las alarmas. Cádiz registró un total de 13.413 operaciones en 2019, el segundo mejor registro desde 2008 después del de 2018, cuando se contabilizaron 13.440 compraventas. Además, la vivienda nueva está tomando aire al sumar un total de 3.431 adquisiciones, un 9% más que en 2018, y alcanzando la mejor marca desde 2013. No obstante, sigue muy lejos de las cotas que alcanzaba antes de la crisis, cuando por cada vivienda usada que se compraba en la provincia de Cádiz, se adquirían dos nuevas.
Con el estallido de la burbuja inmobiliaria, la tendencia se invirtió por completo y la vivienda usada se convirtió en el motor del mercado. Tras el máximo histórico de 2018, ejercicio en el que se rebasó con holgura por primera vez el listón de las 10.000 operaciones, el mercado de los pisos de segunda mano se contrajo un 3,1% en 2019, debiéndose conformar con 9.982 compraventas, aunque siguen acaparando más del 60% del total.
Llamada a la calma
Para la Federación de Agrupaciones de Empresarios de la Construcción de la Provincia de Cádiz (FAEC), los datos apuntan a una “normalización del mercado con la que ya se contaba”, según relata su secretario general, Jorge Fernández-Portillo. ç“Venimos de unos años con una inercia muy positiva que en algún momento tenía que desacelerarse”, sostiene el representante de la patronal provincial de constructores.
En su opinión, la desaceleración del mercado de segunda mano evidencia “el agotamiento de la demanda de reposición de viviendas, de aquellos que venden su casa para comprar una nueva”. “Es algo que se había experimentado en algunos municipios y ahora ya es generalizado”, resalta Jorge Fernández-Portillo. En su opinión, esta situación pone de manifiesto la necesidad de “que se autoricen nuevos desarrollos de suelo que incorporen más materia prima al mercado”.
A ello se sumaría la incertidumbre política tras las sucesivas elecciones generales y “los mensajes muy agoreros sobre una posible recesión”, lo que habría provocado entre los consumidores el retraso de sus decisiones de compra a la espera de que se clarificara el escenario.
Otro de los factores que han podido incidir es la entrada en vigor de la nueva ley hipotecaria en junio del año pasado. La nueva norma viene a clarificar el escenario después de varias sentencias contrarias al impuesto de Actos Jurídicos Documentados y las cláusulas suelo. Obliga a las entidades financieras a asumir los gastos de notaría, gestoría y registro, lo que permitirá en teoría ahorrar a los clientes en torno a 1.000 euros. Pero su implementación ha encontrado dificultades por las dudas entre los notarios y las entidades financieras a la hora de interpretar los cambios legislativos.
Esto explicaría el errático comportamiento de las operaciones en el segundo semestre. Las compraventas disminuyeron casi un 10% entre agosto y octubre de 2019 en comparación con el mismo periodo de 2018. Sin embargo, noviembre fue un mes extraordinario, en el que se registraron 1.456 operaciones , la cifra más alta en un solo mes desde junio de 2008, justo en el estallido de la burbuja inmobiliaria. De ellas, 573 fueron pisos nuevos, el mejor registro desde febrero de 2011.
A la vista de los números de los dos últimos meses del ejercicio, la patronal ve reafirmadas sus previsiones de que el mercado inmobiliario se va a mover en 2020 en un patrón similar al del año pasado. “Vemos una moderación en el crecimiento, o quizás una tendencia de desaceleración pero no es nada grave”, señala el secretario general de FAEC.
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