El conflicto de Brassica amenaza a los comedores de medio centenar de colegios

La plantilla ha iniciado una huelga indefinida por el impago de las nóminas desde hace cuatro meses El personal de los comedores prepara también movilizaciones a partir del 11

Concentración de trabajadores, ayer, a las puertas de la sede de Brassica.
Concentración de trabajadores, ayer, a las puertas de la sede de Brassica.
Arturo Rivera San Fernando

05 de enero 2013 - 05:01

Miles de alumnos procedentes de una veintena de colegios de la Bahía -y más de medio centenar en toda la provincia- se verán afectados por el conflicto laboral del grupo alimentario Brassica, responsable de los comedores escolares de numerosos centros públicos en toda Andalucía.

La decena de trabajadores que integra la plantilla de oficinas, almacén, transporte y limpieza inició el pasado jueves un paro indefinido para reclamar el pago de las nóminas que la empresa les adeuda. Llevan entre cuatro y cinco meses sin cobrar. Y su situación es insostenible, como apuntó ayer Antonio Cavilla Ruiz, delegado sindical.

Ayer se concentraron a las puertas de la sede de la empresa, en el polígono industrial de Fadricas, en San Fernando, donde volvieron a exigir el pago de los salarios atrasados. "Las Navidades están siendo un auténtico calvario", comentaban desesperados.

La empresa, explicaron, había anunciado una posible transferencia a lo largo de la mañana que le permitiría ponerse al día en los pagos gracias al resultado de una operación en marcha que le daría liquidez suficiente para abonar las nóminas. Pero la plantilla, tras cuatro meses sin cobrar, mantiene serias dudas y no cree que su situación vaya a solucionarse en cuestión de días.

Por eso están decididos a seguir adelante con la huelga indefinida, que tendrá un impacto decisivo durante la próxima semana, cuando los alumnos de estos colegios regresen a clase. Si no hay novedades, los niños se quedarán sin comedor este martes y los días siguientes.

De hecho, como explica Antonio Cavilla, los preparativos para que los comedores escolares puedan prestar con normalidad este servicio a partir de la próxima semana ya se están viendo afectados. "Han llegado camiones que no se han descargado", explica. La sede de la empresa, de hecho, permanecía ayer cerrada y sin registrar actividad alguna.

El impago de las nóminas afecta también a los trabajadores de los distintos comedores, que no cobran desde el pasado mes de septiembre. También ellos han convocado una primera jornada de huelga para el próximo día 11 que abrirá un calendario de paros semanales. Este lunes tienen convocada una reunión del Sercla (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía), previa a las movilizaciones.

"Este martes -con la reanudación del curso tras las vacaciones de Navidad- nosotros estaremos trabajando, pero el servicio se verá afectado por el paro indefinido de los transportistas y almacenes. No habrá comidas", explica Ester Díaz, una de las representantes sindicales. Su situación también ha llegado al límite. "El problema de los retrasos en el pago de las nóminas no es nuevo. Lo sufrimos de manera reiterada desde mayo de 2011. Vamos a la huelga porque ya no podemos hacer otra cosa", advierte.

También ayer se concentraron a las puertas de la sede del grupo de alimentación Brassica. Incluso acudieron trabajadores que la empresa tiene en Sevilla. En la localidad de Bollullos cuenta con una cocina centralizada que abastece a diez colegios de la capital hispalense, seis de Camas y dos en San Juan de Aznalfarache. Son colegios que se verán igualmente afectados por el conflicto laboral.

Brassica cuenta también con una importante presencia en el Campo de Gibraltar, donde presta sus servicios a numerosos centros. En total, según la plantilla, solo en la provincia de Cádiz son más de medio centenar de colegios los que atiende.

Las dificultades económicas de la empresa afectan a unos 1.500 trabajadores que se reparten por toda España, según fuentes sindicales que recuerdan que Brassica, que actualmente centra su negocio en los comedores de los colegios públicos, se ha hecho cargo también con antelación de cuarteles (entre ellos, el de Camposoto, en San Fernando), el servicio del AVE o la gestión de las cafeterías de algunos hospitales.

Según la plantilla, la empresa achaca su falta de liquidez a los retrasos de las administraciones públicas -entre ellas, la Junta de Andalucía- a la hora de afrontar los pagos, una situación que estaría pasando factura a Brassica. Los trabajadores, no obstante, cuestionan estas explicaciones. Incluso, los representantes sindicales denunciaron ayer la total falta de información que sufren por parte de la dirección de la empresa, que apenas -dicen- da explicaciones acerca de lo que está ocurriendo y de los motivos por los que no puede hacer frente al pago de las nóminas.

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