Consenso de la Costa Noroeste contra la Mina de Aznalcóllar

Las cuatro localidades de la Costa Noroeste -Sanlúcar, Rota, Chipiona y Trebujena- se unen para tomar medidas conjuntas en caso de que reabra la mina de Aznalcóllar. Los delegados de Sanlúcar y Rota, Carmen Pozo y Pablo Gómez, y los alcaldes de Chipiona y Trebujena, Luis Mario Aparcero y Ramón Galán se reunieron en el Salón de Plenos del Ayuntamiento chipionero para abordar, junto al grupo ecologista CANS, los riesgos medioambientales que supondría la reapertura de la mina de Aznalcóllar.

Luis Mario Aparcero, anfitrión en este encuentro, alertó sobre los peligros de contaminación que pueden afectar a sectores clave como la pesca, la agricultura, el turismo y la salud pública. "Los vertidos que se están produciendo pueden ir en aumento y generar un grave problema", advirtió. Ante esta situación, los municipios presentes acordaron elaborar un manifiesto conjunto que llevarán a pleno y en el que solicitarán el respaldo ciudadano. Además, pedirán una reunión con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, y la consejera de Medio Ambiente, Catalina García, para expresar su "rechazo total" a la iniciativa minera, abogando por un desarrollo económico sostenible en la zona.

Por su parte, el alcalde de Trebujena, Ramón Galán, hizo hincapié en la necesidad de actuar con urgencia. "No podemos quedarnos de brazos cruzados ante una situación que puede tener graves consecuencias para las futuras generaciones", afirmó. En este sentido, citó estudios científicos de la Universidad de Sevilla que advierten sobre el impacto negativo de los vertidos en el estuario del Guadalquivir.

La delegada de Medio Ambiente de Sanlúcar, Carmen Pozo, se sumó a la preocupación manifestada por los alcaldes y destacó la fragilidad de los ecosistemas locales. "La ciencia es exacta y los datos son claros. Debemos proteger nuestro entorno natural", enfatizó. Pablo Gómez, delegado de Transición Ecológica de Rota, criticó la postura de la Junta de Andalucía y señaló la existencia de alternativas económicas sostenibles. "Hay fondos europeos disponibles para impulsar nuevos sectores económicos. Debemos explorarlos en lugar de apostar por actividades que pueden acarrear graves consecuencias", señaló.

Desde el grupo ecologista CANS, su presidente, Rafael Ruíz, subrayó la gravedad del problema. "Nos estamos jugando nuestra forma de vida y nuestro futuro. Cada vez que llueva, los metales pesados de la mina llegarán a la cuenca del río", advirtió. Finalmente, hizo un llamamiento a asociaciones y ciudadanos para que se informen y firmen el documento que será remitido a las autoridades en señal de rechazo a la reapertura de la mina.