Los contagios de covid en Cádiz se ceban entre quienes rechazan la vacuna
Coronavirus
Al menos el 80% de los nuevos afectados en la provincia no han querido recibir la protección contra el virus
Este grupo pone en riesgo un final más rápido de la pandemia
La persistencia de los contagios por coronavirus en la provincia de Cádiz, con un leve repunte en lo que llevamos de mes de noviembre que ha provocado que la tasa de incidencia supere ya de nuevo los 25 casos por cien mil habitantes, lo que implica abandonar el estado de "nueva normalidad", y más cuando hace apenas un mes este dato no llegaba a los 15 casos, evidencia que es más que necesario incrementar el número de personas ya vacunadas contra el covid.
La elevada cifra de vacunación que alcanza la provincia de Cádiz, como pasa con el resto de Andalucía y España frente al resto de Europa, ha ayudado de forma más que notable en la lucha contra la pandemia. Tras los duros datos de primeros de año en contagios y fallecimientos, y el repunte en agosto pasado (15.102), se ha rebajado el número de afectados de forma notable con apenas 513 en octubre.
La posibilidad de ir limitando más y más estas cifras ha chocado, sin embargo, con una ralentización casi radical en el proceso de vacunación. Si en el periodo más activo de este plan sanitario se llegaban a poner hasta 15.000 viales al día en la provincia, desde hace más de un mes este número ha caído hasta apenas un millar por jornada, salvo días muy determinados.
Más allá de la evidencia de que si aumenta la población vacunada baja el número de nuevos viales diarios, en esta paralización ha tenido mucho que ver, por no decir todo, la postura de un determinado número de ciudadanos que se han negado hasta ahora a ponerse la vacuna.
Los últimos datos aportados por la Delegación de Salud, del 14 de octubre pasado, elevaban a 77.000 los gaditanos que aún no se había vacunado, entre los que se encontraban 22.000 que estaban inmunizados pero sin haber recibir el vial, ya que deben dejar pasar seis meses desde su alta médica para poder recibir la inyección.
Este dato no se ha actualizado, pero con las cifras que maneja este diario apenas habrá descendido en unas dos mil personas en este tiempo, quedando en 75.000 personas sin vacuna de las que 21.200 están inmunizados pendiente de la misma.
Con todo ello, hay en la provincia de Cádiz más de 50.000 personas que se han convertido en un auténtico factor de riesgo y que, ante su negativa o simplemente pereza a vacunarse, provocan la persistencia de la pandemia y ralentizan el proceso de vacunación global y con ello la vuelta a la normalidad en la vida diaria.
Son, además, los que están sufriendo más los últimos embates de la pandemia. Así, desde el pasado verano, la inmensa mayoría de los pacientes contagiados que han ingresado en el Hospital Puerta del Mar, como centro de referencia sanitaria en la provincia no se ha vacunado.
Fuentes oficiales aseguran que en la UCI, a excepción hecha de los pacientes inmunodeprimidos, sólo hay enfermos que no se han inyectado los virales todavía, en un porcentaje nunca inferior “al 80%”. "Salvo aquellos pacientes que siguen un tratamiento de quimioterapia o que no responden a las vacunas porque sufren patologías inmunodepresoras, el resto son usuarios que no se han puesto la vacuna", aseguran. Y esto es así, de acuerdo con las mismas fuentes de la Consejería de Salud, desde el pasado verano "salvo excepciones muy contadas".
Aunque el SAS no aporta cifras, que sí se dan en otras comunidades autónomicas, esta tendencia se puede trasladar al conjunto de los centros sanitarios.
De esta forma, los no vacunados por decisión propia son los afectados en estos últimos meses, los que al final acaban ingresados en los hospitales, en planta o en UCI, y los que fallecen por coronavirus, aunque afortundamente este número va a la baja.
A la vez, su convivencia con personas ya vacunadas hace que éstas estén también en riesgo, aunque en estos casos en rara vez se necesita hospitalización.
La Junta tampoco ha provincializado los datos de la puesta de la tercera dosis de la vacuna, proceso ya iniciado en los grupos de mayor edad y que se supone se irá ampliando al resto de la población. Al fin y al cabo se mantiene el temor de que a medida de que pasa el tiempo los efectos de los viales irán diluyéndose. Y si nos rodean personas negacionistas, puede volver el riesgo a una nueva ola de contagios.
Queda por ver también qué va a pasar con los menores de 12 años, pendientes de la autorización para que también reciban la vacuna.
En la provincia hay unos 145.000 vecinos menores de esta edad. En los datos que aporta el SAS, en el grupo entre 0 a 14 años (por lo que hay dos años ya incluidos en la vacuna), en los últimos 15 días se han detectado 46 casos, con una tasa de 23,7.
Las autoridades sanitarias insisten en las mascarillas
La Europa que ya se creía libre de la pandemia y que había relajado al máximo sus medidas sanitarias se encuentra ahora metida de lleno en una espiral de subida de contagios, con datos alarmantes en Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos...
La crisis es tal que incluso se va a dar marcha atrás para volver a exigir el uso de las mascarillas en estos estados.
En España, con datos mucho más bajos, un elevado porcentaje (ciertamente a la baja) de ciudadanos sigue utilizando la mascarilla en la vía pública, aún no siendo obligatoria. A la vez sí se mantiene la exigencia en los espacios cerrados aunque también se ve a muchos sin esta protección tanto en edificios administrativos como en empresas privadas.
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