Las claves para el nuevo convenio del metal de Cádiz: la subida salarial, el plus de empleo estable y el plus de tóxico
La negociación entre patronal y sindicatos ya ha tratado un tercio del articulado aunque sin acuerdos de envergadura
Los representantes sindicales esperan pactar el nuevo texto entre el primer trimestre y el verano de 2025
El Metal gaditano cerrará en estos días la plataforma para negociar su próximo convenio
Cádiz/Hasta nueve reuniones han mantenido los sindicatos con la patronal de la industria del metal para acordar un nuevo convenio para la provincia de Cádiz. Tres son los puntos claves que marcarán la futura norma: la subida salarial, el plus de empleo estable y el plus de tóxico, sin que haya acuerdo en las cuestiones económicas hasta la fecha. "La línea roja está en no perder poder adquisitivo, por lo que no aceptaremos nada por debajo del IPC", deja claro Antonio Montoro, secretario general de UGT FICA en Cádiz. "Hace falta una revalorización, en torno al IPC, e incluso entendemos que debe ser con carácter retroactivo a 1 de enero", comenta Pedro Lloret, asesor de Comisiones Obreras (CCOO) en la mesa negociadora.
Aunque llevan un año, los primeros encuentros se centraron en concretar el remanente que faltaba de la subida salarial del anterior convenio: había que cerrar las tablas con un incremento de un 0,88% para el año 2023 y de un 1,71% para este año, y eso les ha llevado tiempo, admiten el responsable de UGT.
Solventada esta cuestión, ahora se centran en el nuevo convenio, del que ya han tratado la mitad de los 48 artículos que recoge, sobre todo 15 de ellos. "En el primer tramo está el meollo", explica Montoro. Tres son los asuntos fundamentales en la negociación: la subida salarial, la recuperación del plus de tóxico y el plus de empleo estable. Los sindicatos entienden que no pueden cerrar este convenio con una subida por debajo del IPC. A eso suman la necesidad de eliminar la doble escala salarial que se produce con la aplicación del plus de tóxico, que los trabajadores más antiguos cobran, mientras otra parte de los trabajadores del metal no lo perciben. "Se eliminó en torno al año 2007 o 2009", apunta el responsable de UGT, por lo que lo vuelven a poner sobre la mesa de la negociación.
La Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM), que no está en la mesa negociadora, también recoge una subida salarial de todos los conceptos igual al IPC. En el caso del plus de peligrosidad/tóxicos exigen una subida de 1,88 euros a 8,42 euros más IPC que cobrarían todos los trabajadores, un máximo de 20 días al mes.
Una regulación del fijo discontinuo en el sector
El tercer tema, el plus de empleo estable, que está vinculado al contrato fijo discontinuo que tienen muchos empleados del sector, se incluye igualmente en las propuestas de la CTM, que defiende una regulación. El plus se cobraría si la relación empresa-empleado se interrumpe antes de un año de contrato, por lo que no se consideraría empleo estable. Pero van más allá porque demandan que el periodo de actividad tenga una duración mínima de 3 meses, excepto si el trabajo es fuera de la provincia o en el extranjero, que puede ser menor; y que al menos se labore 8 meses al año. En cuanto al periodo de inactividad consideran que no puede ser superior al plazo de un mes, con la posibilidad de que pasado ese tiempo el trabajador pueda extinguir la vinculación con una indemnización de 33 días o acceda a esperar un mes más. El llamamiento al trabajador para que vuelva al trabajo se realizaría por antigüedad, y con una reserva de puesto de trabajo si la persona está realizando un servicio para otra empresa. Los fijos discontinuos más los eventuales no podrían sobrepasar la mitad de la plantilla de cada empresa.
"Hay que buscar un equilibrio por la discriminación que existe en las plantillas, entre indefinidos, fijos discontinuos y eventuales", asume Lloret. El plus de empleo estable solo lo reciben los temporales, no así los fijos discontinuos, aunque puedan estar trabajando al año solo entre 4 y 6 meses. Por eso, la plataforma de UGT y CCOO incorpora el cobro por parte de estos empleados. "Hace falta una regulación propia del fijo discontinuo en el sector del metal de esta modalidad", abunda el responsable de CCOO.
Cerrar el convenio en el primer trimestre o verano
Antonio Montoro se marca el objetivo de cerrar el nuevo convenio a lo largo del primer trimestre del año 2025, a pesar de que en la negociación también se trabaja en la actualización del texto que data de 2017, puesto que en el último acuerdo solo se trató la cuestión económica. Pedro Lloret se fija el verano del próximo año como meta, ante el duro camino que queda por delante, porque "hay acuerdo en pocos puntos, que está supeditado además a avanzar en el acercamiento de las posturas". "Si se cierra antes mucho mejor, porque tampoco queremos prolongarlo todo el periodo de ultraactividad firmada (hasta finales de 2025)", aclara. Aunque el convenio se terminó en diciembre de 2023, al menos se mantiene vigente durante dos años.
Entre las cuestiones que deben cerrarse con estas negociaciones está la jornada laboral. La CTM propone que quede reducida a 37 horas semanales, lo que supondría 74 horas menos anuales. El asesor de CCOO puntualiza que entienden que el convenio debe prever la aplicación de la reducción acordada por los sindicatos con el Gobierno central, que dejará la jornada en 37,5 horas a la semana en 2025. "Debe haber una referencia para que no haya ningún tipo de problema", advierte.
Otros temas que la coordinadora del metal también pone sobre la mesa es el cobro de dietas, con la obligación de las empresas de garantizar alojamiento y gastos por desplazamiento; o el aumento de la retribución por accidente de trabajo del 80 al 100% y del 80 al 90%, en el caso de enfermedad común.
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