Termina el estado de emergencia capilar: reabren las peluquerías de Cádiz
Consecuencias del coronavirus
Las peluquerías vuelven a abrir sus puertas hoy con medidas de higiene reforzadas, control de acceso de clientes y uso de equipos de protección individual para los trabajadores
Si el estado de alarma ha tenido como banda sonora el Resistiré del Dúo Dinámico, el hilo musical de este lunes, en el que pueden reabrir sus puertas las peluquerías de Cádiz por primera vez por la pandemia de coronavirus, bien podría ser el Emergencia Capilar que el singular vocalista de las Nancys Rubias, Mario Vaquerizo, interpretó melena al viento para una conocida marca de productos de estética.
Stampa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética), en colaboración con otras entidades como Anepe (Asociación Nacional de Empresas del sector profesional de Peluquería y Estética) ha creado una guía de buenas prácticas sobre la que se sustentará la reapertura de los salones de peluquería en España: medidas de higiene, control de acceso de trabajadores y clientes, así como uso correcto de los equipos de protección personal para los más de 150.000 trabajadores del sector.
En este documento se han fijado empresas como el Salón de Belleza Estrella García de Puerto Real. Allí trabajan habitualmente siete personas, las mismas que entraron en un ERTE cuando se decretó el estado de alarma. “Han sido casi dos meses cerrados y muy complicados para el mantenimiento de la empresa”, explica su gerente, Estrella García, quien ha tenido que seguir haciendo frente a los elevados gastos de alquiler del local y otros muchos sin generar ingresos. “Las bonificaciones a autónomos o por el cese de la actividad han ayudado, pero no lo suficiente como para que esto no nos deje tocados”, reconoce.
Hasta la tarde del sábado no tuvieron claras las medidas que debían tomar por lo que no abrieron el teléfono para las citas hasta las 16:30 horas. “Lo anunciamos en redes sociales y media hora mas tarde el teléfono se colapsó, tuvimos que crear una línea alternativa”.
En la vuelta al trabajo, la plantilla se ha reorganizado. “Vamos a dividirnos en dos turnos para ofrecer un horario ininterrumpido y poder atender al mayor número de clientas posibles teniendo en cuenta las restricciones”, explica Estrella. El aforo del local es la primera medida. Para hacernos una idea, Estrella García busca en su agenda uno de los últimos viernes en los que estuvo atendiendo con normalidad (antes del estado de alarma). Solo en la peluquería fueron 39 personas las que pasaron por el salón. Sin embargo, para el próximo viernes, con un horario ampliado, solo han dado cita a 17 personas.
A todas ellas han dado recomendaciones. “Tienen que venir con mascarillas obligatoriamente y recomendamos el uso de guantes. También estamos siendo muy estrictas para que se cumplan los horarios”, dice. Han añadido 15 minutos al tiempo habitual por cliente con el objetivo de que no coincidan en la sala de espera. También han prohibido que se acuda acompañado.
Material desechable
La situación es muy similar en establecimientos más pequeños, con menos personal, como el centro de peluquería y estética Isabel Lacalle, también en Puerto Real. “Gracias a los representantes con los que habitualmente trabajamos hemos podido hacernos con material desechable: mascarillas, batas, capas, toallas o patucos, además de los geles hidroalcohólicos”, explica Isabel Lacalle, gerente del establecimiento, que explica que se ha hecho “una limpieza a fondo” del local.
Ahora, lo que preocupa es la seguridad. No sólo del personal del centro sino también de la clientela. “Queremos que se sientan seguras, que sepan que vienen a un sitio con garantías sanitarias y eso pasa, básicamente, por mantener distancias de seguridad y un estricto control de la limpieza”, apunta Isabel.
Más tiempo por cliente
“No lo veo muy lógico pero voy a abrir”, dice Xavi, un conocido peluquero del barrio de La Laguna de Cádiz que ha sabido ganarse el cariño y la fidelidad de su clientela en los tres años que lleva abierto al público. “He leído que en Italia o Portugal, las peluquerías no han reiniciado aún su actividad. Sin embargo, aquí en España los peluqueros somos de los primeros profesionales con permiso para retomarla”, comenta al otro lado del teléfono entre sorprendido y resignado.
“Este lunes no voy a atender a nadie. Me voy a dedicar a limpiar y a desinfectar a fondo todo el establecimiento. Después haré algunas compras importantes, como las capas desechables”, señala el joven peluquero, que tiene claras las medidas preventivas a adoptar. “En primer lugar, cuando les dé cita previa a mis clientes, voy a pedirles que vengan con sus propias mascarillas y sus propios guantes. No es obligatorio pero sí recomendable. Yo, desde luego, llevaré los míos”.
En lo que a distanciamiento se refiere, Xavi no lo tiene muy difícil. Él es su propio jefe y no tiene empleados a su cargo. Además, recolocará la banqueta en la que solían esperar sus clientes fuera del local. “Si se produce algún retraso, la persona tendrá que aguardar su turno en el exterior”, señala. “Sólo coincidirán los padres que vengan con sus hijos”, puntualiza.
En cuanto a los servicios a prestar, Xavi se limitará al corte de pelo y al arreglo de barbas. “No haré lavado de cabezas, no creo que sea lo más oportuno en estos momentos”. “Además, después de cada corte, esterilizaré todo el material y los aparatos que emplee en una máquina de rayos ultravioletsaque tengo desde mucho antes de que estallase la crisis del Covid-19, pues es obligatorio disponer de ella en negocios como éste”, precisa. Xavi está programando las citas cada 45 minutos.
“Si entre cliente y cliente tengo que desinfectar bien todos los aparatos, veo conveniente que acudan al local de la forma más espaciada posible para que así me dé tiempo a limpiar mis útiles. Lo haré de esta manera de momento y, según avancen los días, me plantearé que las citas sean cada 40 minutos o menos. Ahora mismo, más vale prevenir que curar”, asegura con gran coherencia.
Previa consulta de su agenda, está claro que los gaditanos tenían ganas de adecentar sus cabelleras.”El martes y el miércoles tengo todo completo, el jueves, casi lleno, y para el viernes y el sábado me quedan algunos huecos”, asegura Xavi. “Hay personas que me llamaron o me enviaron Whatsapp para preguntarme si tenía disponibilidad al mismo tiempo que Pedro Sánchez estaba compareciendo”, comenta entre risas.
Agenda completa
Francisco Manuel Reina Aranda es el propietario de la peluquería Manolo y Francis, situada en la calle Zurbarán en el barrio de La Laguna de la capital gaditana. Conocido por todo el mundo como Francis, la vuelta al trabajo va a ser intensa porque no tiene un solo hueco en la agenda del día. Desde las ocho de la mañana va a permanecer abierto y así va a estar hasta por la noche: “Mucha gente tenía mi número y me han llamado para pedir la cita previa”. Reconoce que en estos casi dos meses de confinamiento ha recibido llamadas de clientes habituales para tratar de que fuera a sus casas a hacerles un corte de pelo “pero no he hecho ninguno porque no quería ponerme en riesgo”.
Su peluquería es muy pequeña, por lo que se ha organizado con cita previa para que cada persona llegue a su hora. Como máximo puede haber una persona en espera en el punto más cercano a la puerta mientras que él pela a otro cliente en la otra esquina del local. Los demás, en este caso, tendrían que estar fuera, teniendo la suerte de que en esa calle hay unos parterres rodeados por bancos. En todo este tiempo, no ha tenido un solo euro de ingreso “mientras que los gastos no se paraban, incluyendo la hipoteca del local”. Eso sí, Francis se lo ha tomado con cierta filosofía y le ha buscado el lado bueno “porque han sido casi unas vacaciones”. “No recuerdo cuando pude parar un mes y medio”, afirma.
Una semana de preparativos
Otro de los negocios que podrán abrir este lunes son los centros de estética, que también trabajan con cita previa. Pero en Calesas Estética Integral, en Cádiz, lo dejarán para el día 11 de mayo. Aprovecharán esta semana para acondicionar las instalaciones, y organizar la agenda de unos clientes que se han volcado en masa desde que se empezó a hablar de la vuelta. “Queremos incrementar las medidas de precaución y hacer alguna especie de simulacro para hacerlo todo con la mayor seguridad posible, asegurándonos que cumplimos con todas las medidas que se nos exigen”, explica desde este establecimiento.
Su encargada cuenta que han realizado más pedidos de productos de protección e incluso instalarán un equipo de ozono para la desinfección y purificación del aire. “Por nuestro trabajo ya utilizábamos guantes y mascarillas, pero hemos encargado caretas e incluso cambiaremos nuestro uniforme, que era negro, a un blanco impoluto para que después lo podamos lavar mejor con lejía y a altas temperaturas”, apunta.
Hasta este viernes, añade, aún no habían cobrado la ayuda por cese de actividad y hay que salir a flote de alguna manera. “Sabemos que lo que antes hacíamos en media hora lo vamos a tener que hacer en una y atender a menos clientes, pero se intentará facturar lo que se pueda, no te queda otra”.
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