La Costa Noroeste se alza en Sevilla contra los vertidos mineros en el Guadalquivir
Una amplia mayoría de los municipios dela ribera del Guadalquivir exigen a la Junta de Andalucía una moratoria a nuevas explotaciones en el río
Autoridades locales y colectivos sociales piden una investigación urgente sobre los impactos ambientales de la minería en el Guadalquivir
Las playas de Sanlúcar, bajo aguas residuales tras los mayores vertidos de la última década

Los municipios de la Costa Noroeste de Cádiz se muestran fuertes y unidos en una protesta en Sevilla para expresar el rechazo conjunto a los vertidos mineros al estuario del Guadalquivir. La convocatoria, frente a la sede de la Junta de Andalucia, sirve como reivindicación contra lo que se considera un problema que afecta a la salud pública y a las actividades económicas de la región. Representantes de Sanlúcar, Chipiona, Rota, Trebujena, Lebrija y otros municipios ribereños se concentraron a las puertas del Palacio de San Telmo para exigir a la Junta que investigue la contaminación generada por la mina de cobre Las Cruces de Gerena (Sevilla) y que se adopten medidas urgentes para proteger los recursos naturales del río.
Por parte de Sanlúcar, la alcaldesa Carmen Álvarez, quien no pudo asistir a la manifestación, ha expresado su apoyo a la protesta a través de un escrito en el que recordó que el Pleno del Ayuntamiento de Sanlúcar aprobó por unanimidad en marzo una iniciativa conjunta con otros municipios de la comarca. La iniciativa solicita a la Junta de Andalucía una evaluación de los impactos socioambientales de los vertidos mineros y pide la puesta en marcha de una moratoria a nuevas explotaciones mineras en la región. La alcaldesa también subraya la falta de vigilancia ambiental por parte de la Junta, a pesar de los estudios científicos que advierten de los efectos nocivos de los metales y metaloides vertidos en el estuario, que ya han afectado gravemente tanto a la fauna acuática como a las explotaciones de arroz del Bajo Guadalquivir.
La manifestación en Sevilla reunió a una amplia representación de la sociedad civil y las autoridades locales, quienes, junto con asociaciones de agricultores, pescadores, mariscadores, acuicultores y empresarios, mostraron su preocupación por los efectos que los vertidos mineros tienen sobre la economía y el bienestar de miles de familias de la zona. El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, asistió presencialmente y destacó la importancia de esta protesta unitaria, que no solo reclama la revisión de las autorizaciones para los vertidos, sino también una mayor transparencia y protección de los recursos naturales del Guadalquivir.
El apoyo de los municipios ribereños refleja una creciente alarma en la Costa Noroeste ante la falta de respuestas por parte de las autoridades regionales. A través de este acto, los pueblos del Bajo Guadalquivir hacen un llamamiento conjunto a la Junta de Andalucía para que actúe con responsabilidad y garantice la protección del ecosistema del estuario, esencial para la salud y el sustento de la población local.
2.34 Hm³ anuales de residuos tóxicos a partir de 2025
La mina Las Cruces, ubicada en Gerena (Sevilla), ha estado vertiendo aguas con metales pesados al estuario del Guadalquivir desde 2009, acumulando hasta 360 kg de zinc, 90 kg de níquel, 45 kg de arsénico, cobre, plomo y 9 kg de mercurio al año. A partir de 2025, se ha autorizado un nuevo vertido que duplicará este volumen, con un máximo anual de 2.34 Hm³ de agua contaminada, sumando 1.638 kg de zinc, 421 kg de plomo, 211 kg de arsénico, y 33 kg de mercurio, entre otros metales. Este aumento de vertidos se sumará a los de la mina de Aznalcóllar, que también ha solicitado la autorización para verter 4 Hm³ anuales durante 17 años, con metales como aluminio, hierro, cobre y arsénico.
Los efectos de estos vertidos han sido objeto de investigación por universidades como las de Granada, Cádiz y Sevilla, cuyos estudios han alertado sobre la alta toxicidad de los sedimentos contaminados en el estuario. Estos vertidos, que podrían tener consecuencias devastadoras para la fauna acuática y las actividades económicas dependientes del Guadalquivir, contrastan con los estudios de impacto ambiental realizados por las empresas mineras, que niegan efectos negativos. Esta discrepancia ha generado una creciente preocupación en la comunidad científica y en los municipios ribereños del río, quienes exigen a la Junta de Andalucía una revisión urgente de las autorizaciones y un control más riguroso sobre las actividades mineras en la región.
La preocupación por los vertidos mineros en el Guadalquivir también será abordada en una charla-coloquio que se celebrará el próximo 11 de abril en Sanlúcar. El evento, titulado ¿Qué está pasando en el Guadalquivir con los vertidos mineros?, tendrá lugar en la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar de Barrameda, en Bonanza, de 19:00 a 20:30 horas.
También te puede interesar