Crece el temor a las fugas de datos y ya son una de las mayores preocupaciones de las empresas
Más de 20.000 empresas españolas han sido afectadas durante el último año con alguna brecha de seguridad relacionada con la fuga de datos
En la era digital actual, las fugas de datos se han convertido en una de las principales amenazas para las empresas, independientemente de su tamaño o sector. Con un aumento significativo en la frecuencia de incidentes y sanciones cada vez más severas, proteger la información sensible es esencial para evitar tanto pérdidas económicas como daños a la reputación.
Como decimos, las pérdidas o robos de información confidencial han alcanzado niveles alarmantes en el último año, impulsadas principalmente por ataques de ransomware, fallos en configuraciones de seguridad en la nube y vulnerabilidades en la cadena de suministro.
En el último año, estas brechas de seguridad alcanzaron en España niveles preocupantes, afectando a más de 22.000 empresas, según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). En concreto, este año se han registrado más de 83.500 incidentes de ciberseguridad en el país, lo que representa un aumento del 24% respecto a 2022.
Entre las empresas sancionadas a causa de fugas de datos se encuentran entidades como Quirón Prevención S.L.U., multada con 50.000 euros por no proteger adecuadamente los datos personales de sus trabajadores durante un proceso de mediación laboral; se constató que, en el informe enviado a las partes implicadas, se incluían datos como nombres, apellidos, DNI, números de teléfono móvil y correos electrónicos sin las debidas medidas de anonimización. Asimismo, la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte (AESPAD) recibió una sanción por publicar datos de salud de un deportista en el marco de un expediente sancionador, considerándose una infracción muy grave al divulgar información sensible sin las garantías necesarias
Si hablamos de los ataques más frecuentes se destacan los incidentes de ransomware, phishing y el crecimiento del "Malware-as-a-Service", en el que los ciberdelincuentes venden herramientas de ataque a otros grupos menos expertos. Además, se detectaron más de 180,000 sistemas vulnerables, que el INCIBE describe como dispositivos expuestos a intrusiones debido a deficiencias en la seguridad.
Cabe destacar, además, que España ocupa el tercer lugar en el mundo en términos de filtraciones de datos, solo superada por Rusia y Estados Unidos. Este aumento refleja la tendencia global de ataques a servicios en la nube y la utilización de datos corporativos en plataformas externas, lo que ha incrementado la exposición de información confidencial.
Para conocer los riesgos asociados a las fugas de datos y las posibles actuaciones para prevenirlas o solucionarlas hemos contado con la ayuda de Grupo Atico34, una de las empresas de protección de datos con mayor reputación en España y con gran presencia en Andalucía.
Principales riesgos asociados a las fugas de información confidencial
Las fugas de información, ya sea por ser víctima de un ataque externo o por negligencia de la propia organización, pueden tener consecuencias nefastas para las empresas y sus clientes:
- Pérdida de confianza y reputación: Los clientes pierden confianza en una empresa tras una fuga de datos, afectando la imagen de la marca y reduciendo las ventas, lo cual puede llevar años revertir.
- Sanciones legales y costes financieros: En la UE, la falta de protección de datos puede resultar en multas de hasta el 4% de los ingresos anuales. Las demandas colectivas y otros gastos legales amplían el impacto financiero de una fuga.
- Explotación de datos robados: Los datos filtrados, como correos y datos financieros, pueden ser usados en fraudes y su venta en la dark web perpetúa el riesgo para clientes y empleados.
- Paralización operativa: Las fugas, especialmente en ataques de ransomware, pueden interrumpir las operaciones y generar altos costes de recuperación y pérdida de productividad.
- Incremento en gastos de ciberseguridad: Tras una fuga, las empresas suelen elevar su inversión en ciberseguridad, desde infraestructura hasta personal especializado, lo que puede afectar el presupuesto
Estos riesgos subrayan la ciberseguridad como un factor estratégico clave para la protección de los activos de una empresa.
¿Qué pueden hacer las empresas para prevenir las fugas de datos?
Dado el alto costo y las severas consecuencias de las fugas de datos, las empresas deben adoptar un enfoque preventivo y multifacético. Estas son algunas de las medidas que desde Atico34 nos recomiendan poner en práctica:
- Formación del personal: Capacitar a los empleados para identificar ataques de phishing y amenazas comunes ayuda a evitar accesos indebidos que pueden derivar en fugas de datos.
- Autenticación multifactor (MFA): Implementar MFA añade seguridad adicional, requiriendo múltiples métodos de verificación para reducir el riesgo de accesos no autorizados.
- Segmentación de la red: Dividir la red en partes pequeñas limita el impacto de una fuga, dificultando que los atacantes se muevan libremente en la infraestructura.
- Monitorización continua: Sistemas de detección de amenazas permiten identificar y responder a actividades sospechosas, minimizando el tiempo de exposición.
- Cifrado de datos: Proteger datos sensibles con cifrado asegura que sean ilegibles para terceros, incluso en caso de ser interceptados.
- Evaluaciones de riesgos: Evaluar periódicamente los riesgos permite a la empresa estar al tanto de nuevas vulnerabilidades y adaptar las medidas de seguridad.
- Gestión de accesos: Limitar los permisos según las funciones de cada empleado evita la exposición innecesaria de datos sensibles.
- Actualización de software: Mantener los sistemas actualizados reduce vulnerabilidades conocidas que los ciberdelincuentes suelen explotar.
- Backups y recuperación: Realizar copias de seguridad y definir un plan de recuperación permite restaurar la información rápidamente tras un incidente.
- Cumplimiento de normativas: Mantenerse al día con el RGPD, LOPDGDD y otras regulaciones asegura que la empresa proteja los datos de manera conforme y evita multas.
- Protección avanzada de datos: Existen herramientas y software que ayudan a monitorizar y proteger datos sensibles en toda la infraestructura de la empresa.
- Simulacros de seguridad: Pruebas de vulnerabilidad y simulacros preparan al equipo para responder eficazmente ante una fuga de datos real.
- Equipo de respuesta rápida: Tener un equipo de respuesta especializado permite actuar de inmediato para mitigar los daños en caso de una fuga o ataque.
En última instancia, la protección de datos es una inversión estratégica. Las empresas deben considerarla no sólo como una cuestión de cumplimiento legal, sino como un factor esencial para proteger sus activos, su reputación y la confianza de sus clientes.
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