El ex párroco de Vejer denuncia al obispo Zornoza por injurias y falso testimonio

El sacerdote Antonio Casado, que lleva dos años suspendido de empleo y sueldo a la espera de sentencia canónica, acude a la justicia ordinaria y acusa al prelado de Cádiz de cinco delitos

Antonio Casado, ex párroco de Vejer.
Antonio Casado, ex párroco de Vejer. / Julio González
A. M.

19 de julio 2020 - 19:18

El sacerdote Antonio Casado, ex párroco de Vejer y que lleva dos años suspendido de empleo y sueldo a la espera de sentencia canónica después de que desaparecieran 300.000 euros de su parroquia, ha denunciado al obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, en los tribunales ordinarios por la presunta comisión de cinco delitos, entre ellos injurias y falso testimonio, según ha informado el portal Religión Digital.

La denuncia se basa en que el prelado de Cádiz habría enviado una carta al cardenal Stella, prefecto del Clero, en la que apuntaba que según “fuentes fiables”, Casado estaba siendo investigado “por un posible blanqueo de capitales”, a la par que aludía a la existencia de “testamentos cruzados” entre el ex párroco de Vejer y una mujer.

Según el denunciante, esta misiva habría supuesto la comisión de cinco delitos por parte del titular de la Diócesis de Cádiz: revelación de secretos “en cuanto al acceso a mi testamento”; calumnia por “atribuirme estar inmerso en un proceso penal por blanqueo de capitales con temerario desprecio hacia la verdad; injuria por “aportar datos falsos sobre mí que menoscaban mi fama e integridad, al no existir testamentos cruzados a favor de nadie”; omisión del deber de impedir delitos por el hecho de que el obispo no hubiera denunciado “los hechos que relata al cardenal prefecto de la Congregación del Clero ante la autoridad judicial”; y por último, un presunto delito de falso testimonio al “haber incorporado esa carta del denunciado a un proceso judicial canónico que se sigue contra mí en el Tribunal Eclesiástico de Sevilla”.

“No tengo más remedio. No me queda otra salida. Tengo derecho a defender mi honor, porque los curas también somos ciudadanos. Y el obispo no puede utilizar el nombre de Dios para mentir”, señala el ex párroco en declaraciones a este portal.

La Guardia Civil investiga por un presunto delito de apropiación indebida a este sacerdote, quien había denunciado previamente que estaba siendo víctima de una extorsión. El cura comunicó en el cuartel de la Guardia Civil de Vejer que un hombre llevaba tiempo exigiéndole dinero para evitar así la repatriación del niño que adoptó años atrás en Guinea Ecuatorial.

La posterior investigación de la Benemérita destapó que en las arcas parroquiales faltaban más de 300.000 euros de lo que se conoce como Fondo del Clero. Ese fondo se proveía, principalmente, de las rentas de las tierras que la parroquia tenía en el municipio y de las cuales, por decreto episcopal, había que entregar el 90% al Obispado. Ahora son gestionadas directamente por el Obispado y nada queda en la parroquia.

Para los defensores de Casado, que son muchos entre los sacerdotes de la Diócesis y los feligreses de Vejer, se vio envuelto en una trama de estafadores a cuenta de la adopción de un niño guineano que vino a España a punto de morir y al que salvó la vida. Esa adopción se llevó a cabo en todo momento de acuerdo a la legalidad –el niño lleva el primer apellido del cura– y con el visto bueno preceptivo del obispo anterior de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, monseñor Antonio Ceballos. El proceso se llevó a cabo entre los años 2001 y 2004 y el niño, que ya es mayor de edad, se ha criado junto a este sacerdote primero en El Colorado (Conil) y posteriormente en Vejer, que han sido sus últimos destinos pastorales

Los que le acusan, que son la cúpula del actual Obispado y la Guardia Civil, no le creen. Sospechan que se apoderó de ese dinero y llevó una doble vida. Sin embargo, el Obispado no ha denunciado los hechos ante la justicia civil y se ha limitado a abrirle un proceso canónico del que aún no se ha emitido sentencia.

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