Decisión judicial pionera para combatir el petaqueo: prisión para el conductor que transportaba 4.800 litros de gasolina por Chiclana
A la espera de una muy necesaria reforma judicial que tipifique esta actividad delictiva en el Código Penal, se ha encontrado una alternativa para poder perseguirla: imputar el delito de tenencia y transporte de sustancias inflamables, incendiarias o asfixiantes
Interceptada una furgoneta en Chiclana con 4.800 litros de combustible
Cádiz/El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Chiclana, en funciones de guardia, ordenó el pasado miércoles el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido por conducir una furgoneta con casi 5.000 litros de gasolina por las calles del casco histórico de Chiclana y darse a la fuga en un control policial.
Tal y como ha confirmado el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, el juez ha enviado a prisión a este petaquero -encargado de abastar de combustible a las narcolanchas que trafican en la costa gaditana- como responsable de un delito de resistencia y otro delito del artículo 568 del Código Penal, que castiga la tenencia o el depósito de sustancias o aparatos explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes, o sus componentes, así como su fabricación, tráfico, transporteo suministro de cualquier forma no autorizada por las leyes o la autoridad competente.
Esta decisión judicial supone un paso legal fundamental y pionero en la lucha contra las mafias que operan en la provincia de Cádiz. Y es que la Fiscalía ya propuso en su memoria anual una serie de reformas legislativas con el objetivo de mejorar la eficacia y la eficiencia del sistema judicial y su respuesta ante los hechos delictivos vinculados al tráfico de drogas.
La Fiscalía viene insistiendo de largo en la necesidad de dar una respuesta penal a varias conductas relacionadas con el narcotráfico que plantean “enormes dificultades”. Entre ellas, el transporte, tenencia y almacenamiento de un gran número de petacas de gasolina sin ningún tipo de medida de seguridad. “Este combustible, que va a ser utilizado posteriormente por narcolanchas en alijos de droga, se conserva y transporta en unas condiciones precarias con grave riesgo para la seguridad y la vida de las personas. La imposibilidad de relacionarlo cuando es aprehendido con una operación de narcotráfico concreta impide sancionar la conducta por vía penal, pese a su gravedad, al no encajar en un tipo delictivo concreto, por lo que sería conveniente una tipificación expresa”, demanda el Ministerio Fiscal.
Así, a la espera de una muy necesaria reforma judicial que tipifique el petaqueo en el Código Penal, la Fiscalía de Cádiz ha encontrado una alternativa para poder perseguir y castigar con más contudencia esta conducta delictiva: imputar el delito de tenencia y transporte de sustancias inflamables, incendiarias o asfixiantes a los detenidos o investigados, como ha ocurrido en este caso.
Petaqueo
La Guardia Civil y la Policía Nacional de Chiclana de la Frontera interceptaron el pasado martes una furgoneta cargada con 194 petacas con un total de 4.850 litros de gasolina, destinadas a abastecer a las lanchas que se dedican al narcotráfico en la bahía gaditana.
Según detalló la Guardia Civil en un comunicado, los hechos tuvieron lugar las 20:30 hora durante un control dentro del casco urbano de Chiclana, cuando una furgoneta de alquiler se giró y emprendió una huida de manera brusca y a gran velocidad al percatarse de la presencia de los agentes, con lo que puso en peligro la integridad física de los viandantes y de los viajeros de los vehículos de la zona.
Se inició una persecución controlada y apoyada por diferentes patrullas de Seguridad Ciudadana del Puesto principal de Chiclana que tuvo como resultado la interceptación del vehículo.
Finalmente, los agentes detuvieron al conductor y registraron la furgoneta, donde se localizó una carga de 194 petacas de gasolina de las utilizadas para abastecer a las embarcaciones del narcotráfico, con un total de 4.850 litros de gasolina, "una cantidad desmesurada que aumenta de forma exponencial el riesgo de explosión en caso de un siniestro vial", según la Guardia Civil.
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