Cortes de agua en San José del Valle: "A las nueve de la mañana no tenía con qué lavarme la cara"
Los vecinos asumen con resignación los cortes de agua potable en el pueblo
El alcalde lamenta que se acometan en 10 días obras de abastecimiento que no se han realizado en 30 años
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San José del Valle, el primer municipio de Cádiz con restricciones por la sequía
San José del Valle/"A las nueve de la mañana no tenía con qué lavarme la cara ni forma de quitarle al niño las legañas de los ojos". La empleada de un supermercado de San José del Valle donde se han agotado las garrafas de agua de cinco litros y de litro y medio expresa de forma muy gráfica lo que supone levantarse por la mañana y no poder llevar a cabo un gesto tan sencillo como es abrir un grifo.
Esta trabajadora, al igual que el resto de vecinos de esta localidad interior de la comarca de La Janda, viven sujetos desde el pasado lunes a unas restricciones de agua que pasan por cortar el suministro desde las ocho de la tarde hasta la seis de la mañana, si bien en algunos puntos del pueblo la interrupción del servicio se ha prolongado algo más de tiempo.
San José del Valle se ha convertido así en el primer municipio de la provincia de Cádiz con restricciones de agua a causa de la sequía. El fantasma seco que ya acechó en el año 93 a quince municipios de la entonces denominada Zona Gaditana vuelve, treinta años después, a aparecer en este pueblo jandeño, aunque puede que, con el tiempo, no sea el único en sufrir las consecuencias de la escasez de agua.
Los cortes, según ha explicado la empresa Aqualia, concesionaria del servicio, durarán mínimo 10 días, el tiempo estimado para acometer la construcción de una conexión alternativa para llevar agua a El Valle.
El problema surge porque el manantial de Tempul es la única fuente de agua potable que surte a la localidad, un nacimiento subterráneo que se está secando ante la falta de lluvias, por lo que el caudal es insuficiente para el abastecimiento las 24 horas del día.
Las obras necesarias para que San José del Valle cuente con una nueva fuente para aprovisionarse arrancaron el pasado martes. El Consorcio de Aguas de la Zona Gaditana se encarga pues de unir el pozo de La Zorra con el de Valdeinfierno y éste, a su vez, con La Peruela, que es el canal que 'riega' El Valle.
Antonio González Carretero, recién reelegido alcalde del municipio, explica que "se ha llegado a esta incómoda situación, precisamente, porque no tener alternativa al manantial de Tempul. A diferencia de otras poblaciones, San José de Valle sólo cuenta con ese único abastecimiento".
Según Carretero, fue este pasado fin de semana cuando Aqualia dio la voz de alarma sobre los niveles "drásticos" registrados en el Tempul, de ahí que los trabajos se acometan con una urgencia máxima. "El Consorcio va a unir el Tempul con los pozos de La Zorra y Valdeinfierno, y desde ahí se creará una infraestructura alternativa que conectará con el Charco de los Hurones, de manera que El Valle tenga la posibilidad de abastecerse de otro 'grifo', de beber de otra fuente", señala el regidor, que lamenta que "en 10 días se tenga que solucionar lo que no se ha arreglado en 30 años".
A todo lo anterior, el regidor vallense suma "los pinchazos que está sufriendo el Tempul por parte de numerosas explotaciones, fincas y cortijos que están vaciando los niveles de agua del manantial a pasos agigantados". Estas acometidas, no obstante, son legales y cuentan con la autorización de la Junta de Andalucía. "Si de mí dependiera, precintaría de inmediato esos pozos hasta que termine el decreto de sequía. Si hay agua, hay para todos, incluso para el ganado, pero si no hay agua, se debe priorizar el consumo humano, en este caso, en San José del Valle. No es de recibo que mi pueblo permanezca horas y horas sin agua mientras que la Junta no cierra los pozos que riegan campos silvestres indiscriminadamente", critica Carretero.
Agua mineral para fregar
Los vecinos de El Valle asumen los cortes de suministro con resignación, sorteando como pueden las consecuencias de una medida que los deja sin agua potable durante 10 horas al día en su hogares y establecimientos.
Amara, dueña del bar El Fraguero, cuenta que el lunes, cuando aún no se había hecho oficial el edicto de Alcaldía anunciando las restricciones, se cortó el suministro a las seis de la tarde, lo que la obligó a acudir rápidamente al supermercado "para adquirir agua mineral, y no para beberla, sino para fregar con ella los platos, vasos y demás utensilios del local". Un gasto, a todas luces, inasumible por un tiempo prolongado.
Otra hostelera de Casa Grego prepara ya por la mañana cubas y barreños para "poder asumir los servicios de la noche, no nos queda más remedio que hacerlo de esta forma". Esta mujer explica que las restricciones de agua le afectan más en el ámbito personal que laboral, pues tiene a su cargo a una persona con discapacidad. "Sufre del estómago, así que si surge algún problema, no sé cómo me las apañaré para lavarla sin agua corriente en casa".
Isabel, otra vecina del pueblo, nos abre las puertas de su casa recién duchada. Las gotas de agua que caen de su pelo y ese olor inconfundible a limpio lo evidencian. "Me he aseado ahora porque ayer no pude, nos pillo todo esto por sorpresa", comenta mientras llena cubos y palanganas en el patio interior de su domicilio. "Al menos los cortes son por la noche y no nos perjudicarán demasiado", se conforma.
"La situación actual es muy molesta, pero entendemos que es lo mejor que se puede hacer. Es preferible cortar el abastecimiento ahora, antes de que se seque todo por completo", asegura un hombre en la plaza del Ayuntamiento ante la atenta mirada de sus compañeros, que asienten sin entusiasmo.
En los supermercados del pueblo hay estanterías vacías en los pasillos de bebidas. Las garrafas de cinco litros de agua "volaron", asegura una cajera. También las de litro y las de litro y medio. Por eso se ha encargado un pedido extra, superior al habitual, con el propósito de atender a las demandas de los vallenses, disparadas en las últimas horas.
También vacía está la piscina municipal. Aunque no se hubieran aplicado medidas restrictivas, estaría igualmente vacía, ya que este equipamiento no se pone en funcionamiento hasta que los escolares acaban el curso, ha manifestado a este medio el primer edil. Eso sí, este año, los vallenses tendrán que esperar algunos días más -si todo sale según lo previsto- para poder darse un chapuzón.
Nadie escapa de las consecuencias de la sequía. Los médicos del ambulatorio que están de guardia, los que trabajan en la instalación de placas solares en el municipio y no llegan a tiempo para tomar una ducha, los jóvenes que quieren apurar la noche... Hacía meses que la falta de agua venía acechando y ahora ya no es una amenaza, es una realidad. El agua no sale de los grifos de El Valle durante 10 horas al día. Ha sido el primer municipio en tomar esta dura decisión pero, posiblemente, no sea el único.
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