Desescalada en Cádiz: Playa por turnos, parcelada, bajo reserva... las opciones para un verano con coronavirus

Aún no están claras las medidas que se adoptarán para la apertura al baño de las playas

Un adulto y un menor, de paseo por la playa. / Julio González

Las playas de la provincia de Cádiz, uno de sus grandes atractivos turísticos, sufren también la incertidumbre provocada por el coronavirus. La Junta y los ayuntamientos han acordado no permitir el baño hasta la fase 2, fase a la que la provincia avanzará el próximo 25 de mayo si todos los indicadores sanitarios así lo permiten, pero está claro que las ganas de playa de los gaditanos en irrefrenable. Incluso el propio CSIC, el máximo órgano científico del país, ha aumentado este anhelo al asegurar que resulta muy difícil contagiarse por coronavirus en estos espacios naturales.

Ahora bien, cómo se abrirán las playas al baño es una de las grandes incógnitas de este verano. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, explicó la semana pasada que el gobierno autonómico está estudiando algunas propuestas para que el turismo pueda activarse este verano "con limitaciones", como poner "ciertos perímetros" y limitar el aforo. De hecho, el control del aforo es una de las medidas que se barajan, medida especialmente complicada en el extenso litoral gaditano, pero no imposible si de ello depende la reactivación de un sector vital para la economía de la zona.

Algunos alcaldes, como el de Conil y Vejer, creen que la medida puede resultar compleja de llevar a cabo aunque reconocen que resulta fundamental y están dispuestos a trabajar duro para que el sector turístico no esté apagado este verano.

En otras localidades tienen ya más avanzado las normas que establecerán para el disfrute de la playa, a la espera de instrucciones oficiales más claras.

Fuengirola, en Málaga, quiere ser la primera localidad turística de España en emplear inteligencia artificial para controlar el aforo de playas y espacios públicos, mediante un programa que dará información en tiempo real sobre la afluencia de personas para evitar aglomeraciones y reducir el riesgo de contagio.

El programa funciona a través de sensores colocados en las farolas, entre 40 y 50 para controlar los siete kilómetros de playas de la localidad. Con la información que recopilan, se crean cuadrículas virtuales donde hay un aforo máximo de ocupación, se mide el volumen 3D de la gente que entra y sale de esos espacios y se calculan las personas que hay en cada cuadrícula.

El usuario de la playa podrá conocer el grado de saturación de cada zona gracias a ese sistema mediante una app gratuita, con un código de colores: verde (disponible), amarillo (ocupado ya en un 75 %) y rojo (ha llegado al 100 % y no admite más personas).

También en Málaga, Vélez ha adquirido maquinaria para marcar las cuadrículas de uso de la playa sobre la arena.

En la Costa Tropical, en Granada, Motril no cree que sus playas vayan a tener problemas de aglomeración porque cuentan con zonas de más de 250 metros de ancho, pero alisarán y acondicionarán el litoral para poder multiplicar el espacio utilizable y también dispondrán de dispensadores de gel hidroalcohólico, mascarillas y otros elementos de protección en los módulos de salvamento.

En Baleares se van a centrar en las hamacas, o bien limitando su número o fijando una distancia horizontal entre ellas que podría ir de los 4 a los 8 metros según la playa.

En La Palma de Gran Canaria, por ejemplo, van a implantar un sistema de monitorización en la playa de Las Canteras para conocer la situación en tiempo real y mediante app avisarán a los bañistas cuando se acerque a su límite de aforo.

En LLoret de Mar, uno de los destinos turísticos más importantes de Cataluña, van a dividir las playas principales en tres sectores: grupos de ancianos, familias y adultos sin niños, todos con limitación de aforo.

Canet d'En Berenguer, en Valencia, va a dividir su playa en pequeñas parcelas que mantendrán la distancia de seguridad y a las que se podrá acceder tras reservar mediante una aplicación informática y obtener un código QR, que se enseñará para acceder al lugar adjudicado. Habrá turno de mañana o de tarde, y se establecerán unas pasarelas de entrada y salida a la arena.

En Murcia, sin tener directrices concretas, algunos consistorios analizan ideas como cuadricular el espacio en la arena y hay quien ha recibido ofertas de empresas que plantean colocar mamparas.

De cualquier forma, y al margen de las medidas adoptadas por cada municipio, en el regreso al baño y a las playas será fundamental la responsabilidad de la población para acatar las medidas de seguridad impuestas para este verano marcado por el coronavirus

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