Un día en Marfibex-72

1.000 hombres y mujeres participan en un ejercicio de la Armada entre mar y tierra en el Retín. Así fue una jornada

El batallón espera el aterrizaje del helicóptero de la Quinta Escuadrilla de la Flotilla de Aeronaves de la Armada./Fito Carreto
Texto: Alicia Ruiz / Vídeo: Fito Carreto

03 de diciembre 2017 - 02:11

Barbate/Son las 7:30 de la mañana. En la terminal aérea de la Base Naval de Rota, dos helicópteros Cougar HT 27, de las FAMET se preparan para partir hacia El Retín mientras empieza a amanecer. En uno de ellos vamos los periodistas. "Estamos haciendo vuelos conjuntos para la interoperabilidad de los helicópteros de Tierra con los de la Armada y con sus buques", explica el capitán Jaime Martorell, tras dar las instrucciones de seguridad. Hace frío, pero el viaje por la costa gaditana, desde Rota hasta Barbate, merecerá la pena. El buque Castilla y la playa del Retín son nuestros destinos de la mañana.

Allí alrededor de 1.000 hombres y mujeres participan en el ejercicio Marfibex-72. ¿Y en qué consiste? "La Armada se adiestra periódicamente para mantener su capacidad de proyección naval de una Fuerza, desde la mar a tierra, en cualquier lugar del mundo", manifiestan. Con ese objetivo, toda esta semana se ha desarrollado un ejercicio anfibio de cinco días con desembarcos, con tiradores de precisión, con evacuaciones médicas, con zapadores abriendo brechas, con operaciones de vuelo... En su ejecución se han implicado numerosas unidades: el Grupo de Acción Naval número 2, con el Galicia, el Castilla, las lanchas de desembarco del Grupo Naval de Playa y la fragata Victoria; la Infantería de Marina, con el Tercer Batallón de desembarco de la Brigada de Infantería de Marina, con los alumnos de la escuela General Albacete Fuster, y la colaboración de Fuzileiros de Marinha portugueses. Han operado cuatro aviones AV-8B Harrier, dos helicópteros SH3D Sea King, un AB-212, un Hugues 500 y dos aviones C-101. También las dos aeronaves en las que volamos, dos helicópteros de transporte del Batallón de Helicópteros IV de las Fuerzas Aeronmóviles del Ejército de Tierra, con base en El Copero, en Sevilla.

La mañana que reflejan estas páginas -la del pasado jueves- transcurre en dos lugares principales, donde el entrenamiento es intenso.

en el buque 'castilla'

Este buque de la Armada, situado a tres o cuatro millas del Retín, acoge el Estado Mayor anfibio con el contralmirante Ricardo Tanasio Hernández López, del Grupo de Acción Naval 2 (COMGRUP-2), al frente del ejercicio. A bordo explican cuál es el escenario del Marfibex. "Empezamos donde lo dejamos en Flotex. Vamos a dar apoyo a un país con un gobierno amigo pero desestabilizado por un grupo rebelde, terrorista, cuya acción ha repuntado. Todo bajo una crisis humanitaria".

En el CIC, el cerebro del buque, se dirigen las actuaciones que comprimirán en cinco días y que intentan que se parezca lo más posible a lo real. Hoy el puesto de mando de la Infantería de Marina ya está en tierra aunque el desembarco empezó con retraso. "La climatología del miércoles, con dos metros de olas y vientos de 35-40 nudos impidió que se desarrollara como estaba previsto", apuntan desde el Estado Mayor. Mientras, las operaciones de vuelo son constantes, la UNAEM (unidad aérea embarcada) se adiestra con los pilotos de tierra "y aprovechamos para hacer calificaciones".

En su dique inundable, donde se acumulan cajas de munición ficticias para apoyar la operación, somos testigos de la llegada de una LCM que evacúa a un supuesto herido. El equipo médico lo traslada al hospital del buque. "Una vía aquí, un ecocardiograma,...", empiezan su estabilización. Sale otra lancha con vehículos piranha. Navegamos hacia el Retín.

en la playa del retín

"Carrera, ya estamos en la playa", avisa el conductor del piranha al grupo de infantes con el que navegamos. Un centenar de alumnos de la Escuela General Albacete Fuster está desembarcando, dejando una imagen espectacular. Dos AV-8 Harrier sobrevuelan a baja cota para dar apoyo a las tropas. Es un desembarco básico que deben hacer sí o sí en sus prácticas, aseguran. La acción sigue, se produce otro herido y hay otro problema: un campo de minas.

Desde el puesto de mando del Tercer Batallón de Desembarco indican que es el turno de los zapadores. "Nos hemos encontrado un campo de minas y tenemos que llegar a la zona norte porque hemos descubierto que allí hay una fábrica de IEDS -artefactos explosivos improvisados utilizados por las guerrillas-", explica el teniente coronel García Nieto, hilando el escenario en el que se mueve ahora el adiestramiento. "Hay que hacer una apertura de brechas", abrir camino seguro. Podrán tener apoyo desde el aire y la operación se desarrollará intentando reducir al máximo los daños colaterales.

Cerca, si no se levantan no los vemos, están sus tiradores de precisión camuflados. "Tirador y observador somos un binomio", cuenta el segundo de ellos, mostrando su equipo y sus funciones, mientras su compañero sigue en guardia con un fusil accuracy . El observador detecta objetivos, monitorea el viento,... El de hoy, suave, afectaría al disparo.

En otro punto, se preparan los operadores de aviones no tripulados para el reconocimento, pequeños, de dos kilos, con cámaras infrarrojas. "Se lanzan manualmente y cuando entra en perdida se dan la vuelta para proteger la cámara", cuenta uno de ellos sobre el micro uav que sostiene.

En el Tercer Batallón hoy se han levantado a las dos de la mañana y el trabajo continuará un día más. Hay más equipos repartidos por la Sierra del Retín. Los periodistas ya vuelven a la Base.

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