"Cuando alguien bebe o se droga, no es un accidente"
Día Mundial de las Víctimas de accidentes de Tráfico en Cádiz
Sara Domínguez, que perdió a su hijo, y Alejandro García, que quedó en silla de ruedas, trabajan para concienciar sobre seguridad vial
Las asociaciones de víctimas por siniestros de tráfico alzan su voz en su recuerdo
“Cuando alguien bebe, se droga y quita la vida a alguien con el coche no es un accidente. Nosotros diferenciamos entre accidente y violencia vial”, dice Sara Domínguez, que cuenta su historia en una autoescuela de Chiclana, en los cursos para la recuperación de los puntos del carné de conducir. “Somos tan zoquetes, que si no escuchamos a alguien que haya pasado por eso...”, apunta la delegada de la Asociación de Ayuda y Orientación a los Afectados por Accidentes de Tráfico (Stop Accidentes) en la provincia, que desde que perdió a su hijo intenta concienciar de los peligros al volante.
Este domingo se celebra el Día Mundial en Recuerdo de estas víctimas y las asociaciones de afectados alzan su voz. Aunque en febrero el Senado aprobó la reforma del Código Penal que agrava algunas penas, siguen demandando creación de juzgados especializados, una atención integral a los damnificados o más respaldo económico por parte del Estado.
Sara todavía espera que se celebre el juicio por la muerte de su hijo Manuel de 23 años. En mayo de 2016, volvía andando de la Feria de El Puerto con su novia cuando fue arrollado por un coche cuyo conductor, de 21, que iba bebido y fue detenido horas después. “Y mira, su padre le tenía advertido que no cogiera el coche a la vuelta, que cogiera un taxi o se viniera andando”.
Ahora, espera que quien lo hizo entre en la cárcel, “para que piense el daño que ha hecho, que no se puede ir de rositas si alguien hace eso, nada más”. “No es lo mismo quitarle la vida a alguien en un accidente, si alguien se te cruza, que cuando se bebe, se droga o se está con el móvil. Hay que diferenciarlo de la violencia vial”, insiste.
Entre las novedades de la reforma del código penal, se incluye cualquier delito contra la seguridad vial que ocasione heridos (leves o graves) o fallecidos será considerado como imprudencia grave. Además hay nuevo delito: "abandono del lugar por accidente". Hasta ahora solo existía el delito de omisión del deber de socorro pero solo se apreciaba si la víctima estaba viva y no había otra persona que pudiera auxiliarla.
"Nadie conduce creyendo que va a tener un accidente"
De ese delito no se ha podido acusar al conductor que sacó de la carretera la moto de Alejandro García. Nunca ha llegado a saber quién fue. En 1993, el que es ahora delegado de Aesleme, asociación por la prevención de accidentes, en Cádiz; sufrió un siniestro que lo dejó en silla de ruedas y desde 2011 dedica parte de su tiempo a dar charlas en colegios, autoescuelas, centros penitenciarios,... Es decir educación vial “con la esperanza de que las nuevas generaciones lo arreglen”.
Por su experiencia, cree que, desgraciadamente, “hasta que no conoces a alguien que ha pasado por ello no somos conscientes de lo que tenemos entre las manos”. “Nadie conduce creyendo que va a tener un accidente pero en un segundo puede pasar cualquier cosa”, explica. Porque ya no es sólo la velocidad, el alcohol, que también, ahora se suman distracciones como los teléfonos móviles y “hay que tener mucho cuidado”. “Hay muchas muertes y familias destrozadas, la estadísticas siguen siendo graves y el objetivo no puede ser otro que cero víctimas”.
Pero para después, cuando ya el accidente no se ha podido evitar, considera que se pueden seguir haciendo más. “Todavía sale demasiado barato tener un accidente tras haber bebido”, opina. Además, invita a una reflexión sobre el apoyo económico. Primero para poder seguir ampliando las distintas acciones para la educación vial y segundo, hacia las víctimas. “No estamos respaldados por el Estado. Una silla de ruedas que verdaderamente te facilite la vida, que pese poco, vale un dinero”.
Y aprovecha para recordar lo que ayuda el deporte. Él juega al pádel en silla y quiere llegar al Campeonato de España. “Intento representar a Cádiz, pero para ello se necesita patrocinadores”.
Distracciones e incumplimientos de las normas
El Día Mundial en recuerdo de las Víctimas de Accidentes de Tráfico se conmemora desde hace 17 años. "La violencia vial representa una de las mayores catástrofes humanas", aseguran. El año pasado fallecieron en España 1806 personas y 8.935 resultaron heridas con graves secuelas. "Estamos indignados de que no se ponga remedio a esta pandemia", afirman desde Stop Accidentes.
En Cádiz, hubo 19 accidentes mortales con 19 muertos y en ocho de ellos hubo una infracción como causa principal. En siete, hubo una distracción del conductor. "En un segundo puede pasar cualquier cosa", incidía la jefa provincial de Tráfico, Piedad Sánchez, en unas jornadas recientes. La DGT cuenta con unidades de apoyo a las víctimas y en Cádiz ha atendido a miles de personas desde su creación en 2012.
Desde Stop Accidentes demandan la creación de juzgados especializados de violencia vial, una justicia reeducadora para el infractor, reparadora para las víctimas y preventiva para la sociedad. Además quieren se cumpla el Estatuto de la víctima del delito respecto a la reparación económica y se extienda a la reparación moral, siendo incluida en las Oficinas de atención a víctimas de delito. La DGT cuenta con unidades de apoyo a las víctimas y en Cádiz ha atendido a miles de personas desde su creación en 2012.
Solicitan la creación de una Secretaria de Estado para todas las víctimas de hechos violentos y recuerdan su principal objetivo: cero víctimas.
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