Los restos del diputado Power. De Cádiz a Puerto Rico

A bordo del 'Juan Sebastián del Elcano', sus restos se llevaron a Puerto Rico

Juan Torrejón Chaves

25 de septiembre 2016 - 01:00

RAMÓN Power falleció en la ciudad de Cádiz a las tres y media de la tarde del 10 de junio de 1813, en su casa de la calle del Molino, hoy Adolfo de Castro, en estado de soltería y bajo disposición testamentaria de su fuero militar como marino de guerra.

Al poco de morir, su cadáver fue trasladado al Cementerio general de San José Extramuros con la papeleta de entierro n.º 92, y depositado en la puerta Norte, fila 4.ª, nicho 21.

Con el paso del tiempo, los restos mortales de los Diputados de las Cortes Generales y Extraordinarias que fueron enterrados en el mismo camposanto, llegaron a encontrarse en cajones apilados y depositados en el suelo, mezclados incluso con los de otros difuntos.

Para dar término a tan lamentable situación, el Ayuntamiento gaditano acordó en diciembre de 1864 erigir en el mismo camposanto un monumento, y colocarlos dignamente.

Allí quedaron hasta que, recién instalada la Segunda República, el nuevo Alcalde de la ciudad, Emilio de Sola y Ramos, propuso al pleno municipal, el 30 de abril de 1931, que se trasladasen a la cripta del Oratorio de San Felipe Neri; lo que se había intentado infructuosamente en los años 1910 y 1911, y para lo cual se logró la autorización del Ministerio de la Gobernación a principios de 1912. El proponente, recibió el apoyo unánime de sus compañeros de corporación.

En conformidad con los actos previstos, el 28 de mayo de 1931, desde el toque de diana a la puesta de sol, un cañonazo fue disparado cada media hora. A las 10:30, el Alcalde, acompañado de varios concejales y funcionarios municipales, se trasladó al cementerio y, con la autorización del Gobierno y de la autoridad eclesiástica, procedió a exhumar los restos de Juan José Guereña (México), Andrés Ángel de la Vega Infanzón (Asturias), Vicente Morales Duárez (Perú), Manuel de Luxán (Extremadura), Fermín de Clemente (Venezuela), Francisco de la Serna (Ávila), José Cerero (Cádiz), Francisco Gómez Fernández (Sevilla), Manuel de Aróstegui (Álava), Vicente Terrero (Cádiz), Antonio Samper (Valencia), y Ramón Power y Girart (Puerto Rico), que se hallaban sepultados en el mausoleo construido al efecto en el año de 1865.

Una vez levantada el acta de exhumación, los restos que se encontraban contenidos en cinco cajas pequeñas fueron introducidos en otra mayor que fue llevada al Salón de sesiones del Municipio, convertido en capilla ardiente. Al llegar, fue colocada sobre un catafalco rodeado de cuatro hachones, cubierta con la Bandera Nacional, mientras la Compañía de Infantería nº 67 rindió honores de Capitán General. Entre las 12:00 y las 15:30, se permitió el acceso del público.

A las 16:30 se procedió al traslado. La urna fue depositada en un armón de Artillería, y se formó una procesión cívica compuesta por autoridades civiles, militares y eclesiásticas, corporaciones científicas, centros docentes y culturales, institutos armados, asociaciones obreras y profesionales, y prensa diaria, con sus insignias y banderas, bandas de música, así como la población en general.

La comitiva se dirigió por el paseo de Canalejas hacia el Monumento levantado en la Plaza de las Cortes de Cádiz (hoy Plaza de España), en el que se depositó una corona de flores. Seguidamente, se continuó por las calles de Alcalá Galiano, Columela, Eduardo Dato, Duque de Tetuán y San José hacia el templo, en cuya puerta el Alcalde pronunció un emocionante discurso. A continuación, hizo entrega de los restos de los Diputados al Prepósito de la Congregación del Oratorio, y al Delegado Provincial de Bellas Artes, Pelayo Quintero Atauri, que quedaron depositados en la cripta.

En el acta que se levantó de dicha entrega, y que fue firmada por las autoridades asistentes, el Secretario del Ayuntamiento anotó: "La ciudad de Cádiz quiso honrar y enaltecer con tan solemne acto y trascendental ceremonia la memoria venerada de tan insignes patricios, depositando sus cenizas en el mismo lugar que tan honorablemente escogieron para templo de las Leyes y donde parece que su verbo fulgurante es repetido por los ecos de tan histórico recinto".

Varios fueron los intentos que se efectuaron en el siglo XX para llevar a Puerto Rico los restos mortales de Power. En 2001, una comisión científica fue formada por el Gobierno de la isla para su identificación. Tras diversos estudios y análisis antropomórficos y del ADN mitocondrial, practicados por especialistas españoles y americanos entre los que se contaron profesores de la Universidad de Cádiz, pudo asegurarse que uno de los esqueletos existentes en la cripta de San Felipe Neri le correspondía.

El 28 de febrero de 2013, año del bicentenario de su fallecimiento, fue recibido a bordo del buque-escuela de la Armada Española Juan Sebastián de Elcano por su Comandante, el entonces capitán de navío Alfonso C. Gómez Fernández de Córdoba, en la actualidad Almirante del arsenal de La Carraca. A la ceremonia de su embarque asistieron la Alcaldesa y toda la Corporación Municipal de Cádiz. La urna fue trasladada a la capilla del buque, donde quedó depositada.

El 2 de marzo se inició el LXXXIV Crucero de Instrucción. Tras una escala en Las Palmas de Gran Canaria, el bergantín-goleta arribó a Puerto Rico el sábado 6 de abril. Al entrar en la Bahía de San Juan, saludó a la plaza con 21 cañonazos, que fueron respondidos por el castillo de San Felipe del Morro.

Una vez atracado, comenzó la ceremonia del desembarco de los restos mortales del que fuera en vida capitán de fragata de la Armada Española, Diputado y primer Vicepresidente de las Cortes Generales y Extraordinarias que se instalaron el 24 de septiembre de 1810 en la villa de la Real Isla de León.

Se formó un cortejo fúnebre, compuesto por la banda de música del buque, cuatro marineros de su dotación que portaron a hombros la urna cubierta con la bandera de España, una guardia de honor formada por nueve guardias marinas con los sables a la funerala, el padre capellán y, cerrando la comitiva, las autoridades puertorriqueñas y españolas. La entrega oficial fue efectuada en presencia del Gobernador de Puerto Rico y el Arzobispo de San Juan. Hoy los restos reposan en la Catedral Metropolitana.

En el viaje de regreso a su tierra natal, Power recibió el mejor homenaje que sus compañeros de armas podían tributarle. Tras partir de Las Palmas, recorrieron casi 3.600 millas náuticas en 28 singladuras, en una de las travesías más veleras de la historia del Juan Sebastián de Elcano, navegando primero a favor de los alisios hasta las cercanías de las islas de Cabo Verde; y, a continuación, con vientos portantes de Levante cruzando el Atlántico rumbo al Caribe.

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