El microscopio
Un lío de nombres
El origen de todo estuvo en la pandemia, cuando una recién licenciada Eva Mena (Prado del Rey, 1996) recaló en la casa familiar sin saber muy bien qué hacer con su vida. El espacio que para muchos fue de clausura, para ella lo fue de crecimiento: las charlas con su abuelo la hicieron asomarse a otro tipo de vida (podríamos decir que extinción), un estilo de vida con el que desde entonces se ha comprometido -Eva Mena forma parte también, junto a Miriam Carrión, de la iniciativa Memoria de Grazalema, que quiere recuperar el hacer de los mayores de la Sierra-.
Manolo Mena, que apenas conservaba la foto del día de su boda, se vio de repente protagonista de un proyecto fotográfico (Pureza), de la mano de su nieta. De ahí, el siguiente paso fue ir dando forma a una película documental, que se estrena al fin el próximo jueves, 28 de noviembre, en el auditorio José Toro Doblas de Prado del Rey. Un primer estreno que estará dirigido a personas que han estado relacionadas con la película, y tiene aforo limitado, pero a partir de 2025 se prevé hacer otro visionado con acceso a todos los públicos.
La película, que inició su recorrido financiada a través de Verkami, ha sido también patrocinada por la Fundación Provincial de Cultura y el Ayuntamiento de Prado del Rey. Con una duración de 50 minutos, Mi abuelo Manolo es una propuesta que "invita a detenerse, a observar y mirar con recorrido las imágenes, pasando de largo de la acción y la ficción, para llevarnos a una voz que cuenta los claroscuros de su vida", explica al respecto Eva Mena, que ejerce como directora, guionista y también -en colaboración con Halo y Tralla- productora de la cinta.
El documental -continúa Mena- toca muchos temas: "Memoria histórica de la Guerra Civil, momentos duros y tristes con la pandemia por el COVID, reivindicación y lucha por el campo andaluz y su perseverancia, el amor en su más amplio concepto: amor a los animales, a los hijos, a su mujer, al campo..."
El resultado que podemos ver en Mi abuelo Manolo -comentaba Eva Mena- tiene por fuerza, "un ritmo pausado", que es el de la propia existencia de su protagonista, que se despierta antes de que amanezca, enciende una fogata y da de comer a sus animales. "Hace vida en el huerto hasta que se acuesta, pero luego llega a su casa y está solo, como tantos de su generación, y eso también me gustaría que la gente lo viera”, indicaba Eva Mena.
A lo largo del metraje, Manolo Mena va contando también los recuerdos de su vida, con detalles tan increíbles como que "se sacó el carné de conductor de camellos es Sidi Ifni, pero fue allí también donde probó por primera vez los plátanos".
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