El poblado de Doña Blanca se sitúa en una de las Zonas Inundables de alta probabilidad en Cádiz

Las áreas de zonas inundables tienen aspecto de cicatriz en los mapas. No es extraño: por ahí es por donde el tejido junta mal, donde es más dado a desgarrarse. La provincia gaditana corresponde casi en su totalidad a la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate, y son estos dos ríos los que marcan, como es lógico, las zonas de mayor afectación ante el peligro de una inundación de origen fluvial. Ocurre que son –en la comparativa con el resto del mapa andaluz, por ejemplo– cicatrices especialmente generosas, abundadas en las desembocaduras.  

En la naturaleza, el dato (desde luego) conforma el relato. Si vemos el mapa de Zonas Inundables desarrollado desde el MITECO, dos de los escenarios de mayor riesgo (dentro de la definición de Zonas Inundables de alta probabilidad, es decir, con un periodo de retorno de diez años) fueron los que protagonizaron órdenes de desalojo durante la semana pasada a consecuencia de la DANA: la franja sur de Jerez y las zonas bajas y cercanas al río en Barbate. 

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico marca como zona de alta probabilidad de inundación fluvial la última mitad del tramo del Guadalete, desde el sur de Arcos hasta su desembocadura. 

La ciudad de Jerez queda libre en su mayor parte de la alarma, pero no su parte sur (el entorno de Sherry Golf) o, dentro del término municipal, bordeando La Ina, El Trono y Lomopardo.

El poblado de Doña Blanca –que se levantó a mediados del siglo pasado como núcleo de repoblación, y que administrativamente es pedanía de El Puerto de Santa María– entra entero dentro del área de color rojo, y también dentro de la delimitación de zonas con riesgo para la población. A partir de El Portal, la zona de alta inundabilidad sigue la vía del tren y todo el tramo de la AP4 hasta El Puerto. Engulle también gran parte del área de La Cartuja. 

La mancha va bajando frente a Valdelagrana, con el Parque Natural de la Bahía de Cádiz y Los Toruños como grandes colchones, incluida la Dehesa de las Yeguas, en el término municipal de Puerto Real. Las vías del tren hacen de Guadiana, asomando de tanto en tanto, en esta inundación proyectada. 

La existencia tanto del Parque Natural de la Bahía como del de La Breña y Marismas de Barbate actúan, en este sentido, como márgenes de seguridad. 

El curso del Barbate era otra de las líneas marcadas en la proyección: un área que no sólo aparece aquí dentro de las de mayor inundabilidad, sino que también era de los espacios que movían a más alarma ante las proyecciones de subida de nivel del mar, que situaban la cota afectada cerca de Vejer –un nivel de afectación similar al que se proyecta en casos de inundación pluvial o fluvial–.

EL INTERIOR DE LA JANDA, TAMBIÉN ZONA INUNDABLE

Igualmente, queda bajo Zona Inundable de alta probabilidad parte del interior de La Janda –para sorpresa de nadie–, en la banda que va bajando desde Benalup-Casas Viejas, a lo largo del río Almodóvar, a través de los términos de Vejer de la Frontera y Tarifa. 

En Chiclana, la especificación llega a gran parte del terreno del municipio, recorriendo la A-390 y rozando el Cementerio Mancomunado, con algunas zonas comprometidas (como parte del Pinar de los Franceses). También se ven afectadas áreas del poblado de Sancti Petri, a veces rozando edificaciones. 

En lo que respecta al Campo de Gibraltar, los tramos más afectados se sitúan en Palmones y Guadarranque.

Respecto a las zonas de riesgo para la población, en el término municipal de Jerez y El Puerto coinciden en su mayor parte con las delimitadas por las ZI con Alta Probabilidad, así como zonas de Pago del Humo en Chiclana. En Conil, el área de riesgo la marca el recorrido del río Salado, mientras que en el tramo de Barbate se mantiene también la peligrosidad en la misma área que la zona de alta posibilidad de inundación. 

Además, dentro de la Demarcación Hidrográfica del Guadalete-Barbate, hay registrados un total de 31 puntos de especial importancia dentro de Zonas Inundables en periodo de retorno de diez años:entre ellos, seis puntos de concurrencia pública (centros comerciales, deportivos, etc); seis EDAR; cinco centros educativos u once espacios clasificados como patrimonio cultural.

En lo referente a las inundaciones de tipo marino, los mapas marcan un riesgo alto para la población cuando la posibilidad de retorno se sitúan en un máximo de 100 años: en la provincia, esa circunstancia la recoge la capital gaditana, marcando en rojo todo el frente del Paseo Marítimo hasta Santa María y el frente de la Caleta y la apertura hacia el muelle, hasta calle Nueva. 

Dentro de una alta probabilidad de inundación marítima (pero no tanto como Cádiz)se encuentran los límites de Chiclana y San Fernando y el terreno de marismas entre las localidades de Sanlúcar y Trebujena.