La dotación del buque 'Castilla' parte este sábado de misión vacunada contra el coronavirus

Alrededor de 250 militares, que serán desplegados para la operación Atalanta, han recibido esta semana la segunda de dosis de Pfizer

Proceso de vacunación en la Base de Rota.
Proceso de vacunación en la Base de Rota. / Armada Española

La dotación del Castilla, así como el personal comisionado que parte de misión con el buque, ya han recibido las dos dosis de la vacuna contra el coronavirus. Alrededor de 250 hombres y mujeres serán los primeros militares de la Armada que comienzan un despliegue inmunizados contra el covid, tras terminar el proceso este jueves en la Base de Rota, de donde saldrán este sábado para la operación Atalanta.

La vacunación del grupo comenzó a principios de enero, con idea de que la segunda dosis Pfizer pudiera ser administrada antes de la partida, como así ha sido, sin que haya habido ninguna incidencia según apuntaron fuentes de la Armada. Unas 170 personas conforman la dotación del Castilla, a los que hay que sumar el personal comisionado que también embarcará para la operación, como la Unidad Aérea Embarcada (UNAEM) y un equipo de Infantería de Marina, de la Fuerza de Guerra Naval Especial.

Pese a ello, la tripulación del Castilla está siguiendo el mismo protocolo anticovid que la Armada viene cumpliendo para evitar los contagios entre sus miembros que van a ser desplegados en misión internacional. Incluyen dos pruebas PCR, la última poco antes de partir, y cuarentena.

Según explicaron desde Defensa tras la polémica por la vacunación del ya ex JEMAD ; las Fuerzas Armadas cuentan con su propio cupo de vacunas y entre su personal prioritario estarían los militares que parten a misiones internacionales. En este próximo año, serán diferentes unidades gaditanas las que se desplieguen en distintas operaciones como la Infantería de Marina en Mali o un patrullero al Gofo de Guinea.

El Castilla relevará a la fragata Sofía, que también tiene base en Rota, en la operación Atalanta en el Índico, que está en marcha desde 2008 tras ataques y secuestros de mercantes, entre ellos el Alackrana, y cuyo cuartel general está en Rota desde 2019. Su objetivo principal es proteger del ataque de los piratas el tráfico marítimo en el océano Índico occidental. También proteger a los pesqueros para que puedan faenar sin peligro en aquellas aguas, controlar los puertos y las bases desde donde actúan los piratas y neutralizar los barcos nodriza que éstos utilizan para llegar a alta mar.

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