Las dudas de Emirates ponen en vilo la continuidad de la producción del A380

El futuro del A380, el avión comercial con mayor capacidad del mundo, es cada vez más oscuro. Emirates Airlines pretende renegociar a la baja el macrocontrato suscrito con Airbus en enero de 2018 para adquirir hasta 36 aviones valorados en 13.970 millones de euros al precio de catálogo, según informaron a Reuters fuentes conocedoras de las negociaciones. Por su parte, Airbus confirmó en un comunicado las negociaciones aunque incidió en que son “confidenciales”, como todas las discusiones con sus clientes.

Este encargo, que contemplaba la adquisición de veinte aparatos con una opción de compra para 16 unidades más, fue clave para que Airbus optara por prolongar la vida comercial del A380, un modelo que no ha satisfecho las previsiones de la compañía tras una inversión de más de 20.000 millones de euros en su desarrollo. La intención de Emirates de ampliar su flota de A380 garantizaba la continuidad de la producción durante al menos una década más. Según Bloomberg, Airbus tiene problemas para encontrar un proveedor de motores dispuesto a cumplir las exigencias económicas y de rendimiento de Emirates.

El fabricante advirtió el año pasado que dejaría de fabricar el programa A380 si no conseguía cerrar un mínimo de contratos de al menos seis unidades anuales del citado modelo, pendiente entonces del pedido que negociaba precisamente con Emirates. “Si no conseguimos cerrar el acuerdo con Emirates, tendremos que poner fin al programa”, confesó en París el jefe comercial de Airbus, John Lehay, durante la presentación de los resultados de 2017.

Impacto en Puerto Real

El cese de la actividad tendría un impacto notable en la planta de Puerto Real, donde se fabrican el estabilizador horizontal, la carena ventral o belly fairing, y el timón de dirección. La factoría se remodeló hace años para acoger la fabricación de este modelo, en el que trabaja en exclusiva buena parte de su plantilla. Sin embargo, con la caída de los pedidos y el retraso en el ritmo de entrega, la dirección de la planta amortiguó los efectos de la menor cadencia del montaje ampliando sus líneas de producción para otros programas de más éxito, como el A350 o el A320.

Emirates es el primer cliente del A380. Cuenta con más de un centenar en su flota, por lo que su retirada supondría el golpe de gracia para un modelo que se ha quedado lejos de las aspiraciones comerciales de Airbus. Al igual que están haciendo sus competidores, la aerolínea con sede en Dubai sopesa decantarse por aviones bimotores de doble pasillo, como el A350 o el Boeing 787, de menor capacidad pero más eficientes en vuelos de largo alcance.

Prueba de ello es que Qantas, la compañía de bandera de Australia, utiliza un Boeing 787 para el primer vuelo sin escalas entre Sidney y Londres pese a que cuenta en su flota con varios A380. En todo caso, si Emirates permanece fiel al constructor europeo, Puerto Real se podría beneficiar de la mayor demanda del A350, del que fabrica su estabilizador horizontal.