La empresa gaditana quiere tener mundo

La internacionalización de pequeñas empresas durante 2015 supone un repunte en la exportación Temor al parón de los emergentes en pleno auge de ventas al exterior

La empresa gaditana quiere tener mundo
La empresa gaditana quiere tener mundo
P. Ingelmo Cádiz

18 de enero 2016 - 01:00

"España sólo consume el 1% de los bienes a nivel mundial; el resto de los consumidores, el 99% están fuera. ¿Por qué íbamos a renunciar al 99% del mercado?" Este es el mantra que las cámaras de comercio de Cádiz repiten ante las empresas que se acercan a sus diferentes cursos e iniciativas para conocer cómo manejarse en el exterior, una tendencia que ha ido creciendo durante la crisis. Su principal herramienta es el Programa de Apoyo a la Expansión Internacional de la Pymes (Xpande), que se enmarca en los Programas Operativos Regionales de Convergencia, Phasing In y Phasing Out, cofinanciadas por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El programa tiene como objetivo potenciar la internacionalización de la pyme y la apertura de nuevos mercados a través de un conjunto de poyos y ayudas. Hay muchas iniciaitvas de este tipo y no todas dan resultado. Esta herramienta está logrando romper con el miedo al exterior. Cádiz está saliendo y cada año aumenta su balance exterior.

"A día de hoy podemos decir que las pymes que durante la crisis apostaron por la exportación han resistido mucho mejor que las que se atrincheraron en el mercado interior durante la tempestad", explican desde la Cámara de Comercio de Cádiz, que durante estos años ha acumulado numerosos cursos para empresas, organizado encuentros con embajadores y realizando visitas comerciales a países como China, el mayor mercado del mundo. En una de ellas una empresa tradicional jerezana, Montesierra, dedicada a la elaboración de jamones y embutidos, trabó los contactos necesarios para abrir un mercado que le está reportando una facturación extra inesperada. Es sólo un ejemplo. Son conexiones lógicas. China tiene un alto consumo de cerdo, es el país más habitado del mundo y se le ofrece un nuevo modo de degustarlo. "Ahora las epxortaciones a China han caído un 7% -recuerdan desde la Cámara-, pero hay muchas empresas de Cádiz que ya se han introducido, ya están allí y tienen los contactos. Aunque se reduzca el crecimiento de los países emergentes esta crisis ya ha servido para dar ese paso".

Técnicos de la Cámara de Comercio de Cádiz han apreciado el hecho de que durante las largas vacas flacas que hemos atravesado "a los empresarios más jóvenes no les ha dado ningún miedo de saltar al exterior, mientras que empresas más tradicionales han sentido vértigo, pero una vez que se han lanzado siempre han dicho lo mismo: ¿cómo no lo hemos hecho antes?".

Otro ejemplo lo aporta el reponsable de exportación de una modesta firma barbateña, Herpac, José María Vázquez, con más de 40 años trabajando en la venta de derivados del atún y otras conservas como firma familiar que ya camina por su tercera generación. Hasta la llegada de la crisis su principal clientela era el sector hostelero y así lo sigue siendo. "No tenemos una política de abrir mercados, sino que van surgiendo. Empezamos con Australia y teníamos distribuidores en países como Bélgica o Reino Unido. Hemos empezado a verle el atractivo, aunque es cierto que nos encontramos con algunas dificultades burocráticas por el producto que tratamos, todavía no muy conocido fuera. Ahora hemos conseguido enviar una tonelada de mojama a Canadá. Ha supuesto un año luchando, pero ha merecido la pena. Les enviábamos un producto crudo que ellos no conocían. Ahora los distribuidores, que están en Montreal, están encantados con la mojama y quieren que vayamos para allá. También quieren boquerones en vinagre, que sí que los conocían. Hemos abierto una rendija con la que no contábamos y eso siempre es un colchón interesante aqune nosotros sigamos teniendo en el mercado nacional nuestro principal comprador".

En la provincia, que es la primera exportadora andaluza, el sector alimentario, con gran tradición exportadora gracias al camino abierto por las bodegas del Marco de Jerez hace más de dos siglos, tiene un enorme margen de crecimiento y no supone aún no ni el 15% de las exportaciones totales en la provincia, que está comandada por la industria pesada gracias al potencial del polo energético que circunda el Campo de Gibraltar y que tiene como salida el puerto de Algeciras. Ese empuje es el que otras empresas quieren trabajar bajo el paraguas de la marca Cádiz. Puremiel es la primera empresa de Prado del Rey que ha hecho de la tradición de la producción de miel un negocio internacional. Vende su tarros a diez euros en la tienda gourmet de Harrod's en Londres. También ocurre con algunas pequeñas salinas de San Fernando.

La fiebre exportadora llega a sectores con menos tradición, como es el caso de la Construcción, que ha doblado la rodilla en un hundimiento económico que ha llevado su nombre. Emilio Corbacho, presidente de la patronal provincial del sector, se congratula del éxito que han tenido pequeñas empresas en el exterior: "La penetración es difícil porque somos un sector que siempre ha trabajado en casa, pero al no existir mercado se ha tenido que probar en el exterior y, aunque han existido dificultades por la falta de experiencia, las constructoras que han aceptado trabajos en lugares tan diversos como Guinea o Brasil han regresado muy satisfechas y todos repiten que más adelante aún les irá mejor porque ya conocen mejor el paño".

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