Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Endesa, a través de su filial de redes e-distribución, desconectó de la red eléctrica de la provincia de Cádiz en el primer semestre del año un total de 46 enganches que estaban destinados a alimentar plantaciones ilegales de marihuana, lo que supone el desenganche de dos de estas plantaciones a la semana.
La energía consumida por las plantaciones detectadas entre enero y junio de este año ascendió en la provincia de Cádiz a 3,4 millones de KWh, suponiendo el 30% de la energía consumida de forma fraudulenta, ha señalado Endesa en una nota.
No obstante, se calcula que el total de las plantaciones de cannabis existentes en España consumen unos 2,2 TWh de electricidad, el equivalente a la demanda de una ciudad del tamaño de Sevilla en un año.
La cifra pone de manifiesto la magnitud de un problema creciente que amenaza la seguridad física de los vecinos y la calidad de suministro en zonas con alta concentración de fraude. En el caso de Cádiz, esta problemática se detecta sobre todo en poblaciones como Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda, seguidas de Arcos de la Frontera y Algeciras.
Estas conexiones ilegales vinculadas a plantaciones de marihuana acaparan, junto a los grandes consumos vinculados a la actividad industrial y los negocios el 74% de la energía defraudada detectada por la filial de redes de Endesa. En los seis primeros meses de este año, e-distribución detectó en Cádiz un total de 1.427 expedientes de fraude, 46 de los cuales vinculados al cultivo de marihuana que han llegado a consumir el 30% del total de la energía defraudada.
Las instalaciones para cultivar marihuana en el interior de edificios, las conocidas como plantaciones indoor, han crecido de manera "muy significativa" en los últimos años. Los datos de las fuerzas de seguridad indican que son "más difíciles de detectar y tienen mayor rendimiento que las plantaciones a cielo abierto". Estos dos factores son "claves" para explicar el peso de las plantaciones de interior dentro del cultivo de marihuana en España, que según el European Drug Report 2024, acaparó en 2022 el 81% de las plantas de marihuana incautadas en la Unión Europea.
Los sistemas de iluminación y ventilación utilizados para acelerar el crecimiento de las plantas funcionan 24 horas al día mediante enganches ilegales que causan estragos en la red eléctrica. La sobrecarga de potencia activa las protecciones de los centros de transformación y provoca interrupciones de suministro que afectan a los vecinos de la zona.
Como ha recordado Endesa, estas conexiones ilegales provocan incendios en las instalaciones generales, pero también en los edificios y viviendas en los que se ubican las plantaciones, originando "graves riesgos" tanto para las personas que manipulan las instalaciones como para los vecinos del entorno, que sufren además problemas en su suministro eléctrico.
Es por eso que en algunos puntos de la red gestionados por e-distribución se ha incrementado la potencia para intentar evitar las interrupciones en el suministro a los vecinos. No obstante, aunque la potencia instalada multiplica hasta por 12 la que sería necesaria en función al número de habitantes, las incidencias se suceden, lo que evidencia "un alto volumen" de enganches a la red.
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