Milagros Muñoz Gil: “El Puerto necesita políticos de altura al servicio de la ciudad”
Entrevista/De cerca
La presidenta del movimiento vecinal portuense se plantea incluso dejar el cargo antes de tiempo por la falta de respaldo que siente por parte del Ayuntamiento y algunos vecinos
Milagros Muñoz, Uchi para quienes la conocen más de cerca, es la voz del movimiento vecinal en El Puerto de Santa María. A sus 71 años esta mujer menuda pero fuerte como una roca lleva seis siendo la presidenta de la Federación de Asociaciones Vecinales de El Puerto, un cargo al que llegó después de toda una vida participando desde abajo en el asociacionismo. Ella sabe mucho de luchas y de batallas eternas, y aunque a veces se canse de buenas palabras y pocos hechos, sigue al pie del cañón para defender lo que cree que es justo.
–¿Cuándo comenzó a interesarse por la participación ciudadana?
–Después de criar a mis dos hijos, que ya eran adolescentes, vi que había necesidades que cubrir en mi barrio. Pensé que yo servía para algo más que fregar y atender mi casa. Dentro de mis posibilidades en vez de sentarme en el sofá decidí intentar conseguir las cosas que hacían falta en mi barrio.
–Y ¿cuándo decide dar el paso para convertirse en presidenta de su asociación de la barriada Sudamérica?
–Había un grupo de hombres que estaban ya cansados de estar al frente de la asociación, y junto con otras compañeras nos presentamos. De entre un grupo de 19 mujeres escogimos a la presidenta, y unos años después salí yo elegida. Llevó más de 25 años en la asociación y he ejercido distintos cargos, desde vocal a presidenta.
–Y después llegó a la Flave.
–Sí, el entonces presidente José Rodríguez fue captando personas por los barrios y entre ellas pensó en mi. Gracias a Salvador González estábamos ya en la Flave como asociación y entré primero como vocal de Medio Ambiente, con Augusto Tolón. Luego fui cambiando de cargo y fui secretaria, vicepresidenta y ya presidenta cuando se fue José Rodríguez.
–Es un cargo sin sueldo pero con mucha responsabilidad, ya que la pone en primera línea ante cualquier problema relacionado con la vida ciudadana. ¿Ha pensado alguna vez en estos años en tirar la toalla?
–Sí, los cuatro años anteriores fueron duros, estuvimos batallando con los presupuestos participativos. Es cierto que con Antonio Fernández (Izquierda Unida) tuvimos bastante conexión. El PSOE en su momento también firmó nuestro convenio, algo que ahora tenemos pendiente, estamos metidos en un bucle. Nosotros no cobramos pero la Flave necesita dinero para funcionar. La falta de convenio con el Ayuntamiento en estos momentos nos ha obligado incluso a despedir a la persona que teníamos contratada para las gestiones diarias, en las que también tiene mucho peso el aspecto social. En abril de 2019 el PP firmó un manifiesto en el que se comprometía a firmar ese convenio si llegaba a la Alcaldía, y de momento no se ha firmado.
-¿Y por qué se está retrasando tanto ese convenio?
–Ni idea. Nos han pedido toda la documentación y han ido pasando los meses y nada. Ha cambiado incluso el concejal de Participación Ciudadana pero seguimos esperando, y ya estamos entrando en el ecuador del mandato.
–¿Ha tenido más satisfacciones o más decepciones durante sus años de presidenta de la Flave?
–Más satisfacciones, eso es lo que te hace mantenerte. Somos la voz de los vecinos, las asociaciones confían en nuestro trabajo y tenemos que defender lo que creemos que es justo. Somos los vigilantes de los barrios, vemos los problemas que existen. Tenemos además la posibilidad de llegar a estamentos más altos que el Ayuntamiento, como la Diputación o la Junta de Andalucía, donde tambien hemos llevado nuestra voz. No escatimamos esfuerzos, aunque no solo no recibimos sueldo sino que a veces nos cuesta el dinero.
–Un momento bonito debió ser cuando rotularon con su nombre una calle de El Puerto. ¿Qué supuso aquello para usted?
–Por supuesto, nunca pensé que alguien tuviera ese reconocimiento en vida y yo me pudiera hacer esa foto con mi familia y mis amigos. Hace poco unos niños del colegio Pinar Hondo hicieron un trabajo por el 8 de marzo sobre calles de El Puerto con nombre de mujer y lo hicieron sobre mí, me enviaron el trabajo y me encantó. Uno de los niños dijo que yo defendía a las mujeres maltratadas, y para mí fue muy bonito porque siempre he estado muy identificada con esa lucha. Soy mediadora en violencia de género y aunque siempre he huido de los radicalismos he estado muy implicada con las mujeres.
–En este tiempo ha tenido que tratar con varios alcaldes. ¿Con cuál de ellos ha trabajado mejor?
–En lo personal con Enrique Moresco y Fernando Gago. Con Alfonso Candón siempre he mantenido también muy buena relación, que continúa ahora siendo él diputado autonómico. Y con David de la Encina tampoco fue mala la relación, aunque no tan cercana como con los anteriores.
–¿Y con cuál de ellos ha sido más difícil trabajar?
–Ahora mismo está siendo difícil que los políticos nos escuchen. Son servidores públicos y a veces les ponemos una alfombra roja a personas que están trabajando para nosotros y cobrando de nuestros impuestos. No voy a nombrar a personas concretas, pero es verdad que a algunos les cuesta más que a otros entender que trabajan para nosotros.
–¿Cree que el gobierno municipal le da a la Flave el sitio que merece?
–No, aunque ellos dicen que sí. Si lo hicieran no estaríamos ahora en esta situación. La pandemia ha sido un agravante, pero no se puede tapar todo con esa excusa. Ahora mismo las asociaciones están frenadas por no poder tener una partida para gastos de funcionamiento.
–Una de las quejas en este momento es el impago de la comprometida subvención municipal, que les ha obligado incluso a prescindir de la persona que tenían contratada en la sede. ¿Tiene solución o habrá que cambiar el actual modelo de subvenciones?
–Es necesario cambiar el modelo y que las subvenciones sean competitivas, que cada entidad presente su proyecto para actuaciones o formas de trabajar concretas. El proceso de justificación de las subvenciones es muy lento y no podemos trabajar sin tener una seguridad. Igual que se financian los partidos políticos y los sindicatos se deben financiar estas asociaciones, ya que somos los ojos de los ciudadanos. Nuestras cuotas son muy bajas y no podemos funcionar solo con eso, nada más que los gastos de funcionamiento como agua, luz o internet son mucho dinero para afrontarlos sin ayudas.
–¿Alguna vez se ha sentido utilizada con fines políticos?
–Muchas, aunque a veces yo me he dejado utilizar, porque si te plantas te acusan de pertenecer a algún color político. Yo jamás he pertenecido a ningún partido político, nunca me he presentado a unas elecciones con nadie, aunque me lo han pedido, pero creo que la libertad es muy importante en este tipo de cargos. Incluso una foto cuando te echan la mano por encima del hombro te hace mucho daño, y eso me ha pasado.
–En todos estos años han sido varias las luchas en las que la Flave se ha implicado, pero la del centro de salud de La Florida es de las más sonadas. ¿Cuántos años de reivindicaciones fueron necesarios hasta que arrancó la construcción?
–Han sido 18 años desde qu empezamos a plantear esa necesidad. Desde la Flave y la Plataforma de la Zona Norte se inició esta reivindicación porque veíamos que el centro de salud Pinillo Chico se estaba quedando pequeño. Empezamos recogiendo firmas, hemos protagonizado manifestaciones, pero cuando se consiguió fue después de una reunión con la ex-presidenta de la Junta Susana Díaz. Antes de que terminara la obra advertimos que había que hacer todas las gestiones necesarias para abrirlo de inmediato, pero nada, lleva dos años terminado y aún no está equipado.
–¿Tiene confianza en poder verlo pronto funcionando?
–Pues no la verdad. Yo espero que lo agilicen, queremos tener una reunión en Sevilla con el consejero de Salud, gracias a la mediación de Alfonso Candón. También tenemos otros retos pendientes como la nueva Comisaría,el traslado de los Juzgados o la estación de autobuses. Parece que no se avanza.
–Recientemente hemos sabido que el contrato de Mantenimiento Urbano tendrá que seguir esperando. ¿Ha sido una decepción para ustedes?
–Sí, una decepción total. Ya advertimos al concejal que era importante que la oposición conociese todos los detalles. Hasta ahora la oposición ha ido aprobando todas las modificaciones de crédito, al no haber presupuesto. Creemos que han sido responsables, pero esta vez se han plantado porque además había un informe técnico que desaconsejaba esa aprobación. El Puerto tiene muchas necesidades y los vecinos estamos cansados, es una desgracia tener así la ciudad, sobre todo cuando vivimos del turismo.
–¿Qué necesitaría El Puerto para volver a ocupar el lugar privilegiado que tuvo en la provincia hace décadas?
–El Puerto necesita tener políticos de altura, que no vayan a golpe de frase sino que lo demuestren con hechos, que estén al servicio de la ciudad. Todos los colectivos deberíamos abrir un debate y plantear un proyecto de ciudad a largo plazo, saber qué queremos los ciudadanos para El Puerto.
–¿Cree que hay cantera en el movimiento asociativo?
–Con dolor de corazón tengo que decir que no, los jóvenes no se implican en las asociaciones, aunque ven las carencias y las necesidades. Hubo un tiempo en que las propias asociaciones no les dieron su sitio a las nuevas generaciones. Los que quedamos somos pocos y estamos cansados.
¿Qué papel han jugado las asociaciones durante el confinamiento?
–Hemos visto que han sido muy importantes y se ha demostrado que son un recurso necesario. Muchos vecinos se han volcado con quienes lo necesitaban.
–¿Este mandato será el último en el que esté en primera fila, o tiene ganas de seguir al pie del cañón?
–El último seguro, y no sé ni si lo voy a terminar. No veo los frutos del esfuerzo que estamos haciendo, no por mi equipo ni por mí misma, sino que influyen otros aspectos como la visión de la Flave que tiene el Ayuntamiento e incluso los propios vecinos. Muchas veces no nos sentimos respaldados por la opinión pública, no se valora el esfuerzo que hace la Federación.
–¿Cuál de las metas en las que viene trabajando la Flave le gustaría ver cumplida antes de dejar el cargo?
–Poder firmar el convenio para que vuelva la trabajadora. Para mí ha sido muy doloroso tener que despedir a una persona muy preparada por no tener dinero para pagarle el sueldo. Es una espina que tengo clavada.
Un ‘Pepito Grillo’ con voz mujer
Milagros Muñoz nació en la calle de la Arena, en el corazón del Barrio Alto Portuense, y allí comenzó a forjar su carácter luchador siguiendo el ejemplo de su madre, que fue la primera representante vecinal del Barrio Alto, con 66 años. Con el tiempo se ha convertido, como ella misma dice, en el ‘Pepito Grillo’ primero de su barrio y después de su ciudad, para recordar a los dirigentes políticos que son servidores públicos y trabajan para los ciudadanos, aunque a veces se les olvide. No hay dirigente institucional que visite El Puerto que se marche de la ciudad sin su carta de la Federación de Vecinos, con las reivindicaciones pertinentes, que Uchi le entrega en el momento preciso y de manera siempre correcta y educada. Desde presidentes del Gobierno y de la Junta hasta ministros, consejeros y delegados provinciales, todos han dedicado al menos unos minutos de su visita a atender a esta mujer que aprovecha todas las oportunidades para hacer oír la voz de los vecinos.
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