"Estoy más cómoda con el gobierno provincial que hace cuatro años"
Entrevista con Irene García | Presidenta de la Diputación de Cádiz
La secretaria general del PSOE en Cádiz repite como líder de la institución provincial y cierra un “episodio muy difícil” en el partido “que hemos sido capaces de saltar”
Cádiz/Tranquila, “muy tranquila”, estaba Irene García. Mientras se escribía sobre la posibilidad de que Ferraz intentara apartarla de la presidencia de la Diputación, García no estaba preocupada. Al menos es lo que asegura la sanluqueña, secretaria general de los socialistas en Cádiz, que fue el partido triunfador de las pasadas elecciones municipales en una provincia que quedó bastante roja. Esta victoria, y la tregua firmada entre el PSOE federal y regional, le coloca al frente de una institución vital para los pequeños municipios. “Ningún alcalde puede decir que en cuatro años hemos actuado con sectarismo”.
–¿Está más incómoda que hace cuatro años en su gobierno con Román impuesto de vicepresidente?
–Qué va, en absoluto, y eso quiero aclararlo. Yo creo que he hecho gestos, a lo largo de mi trayectoria política, de buscar siempre equilibrios, porque este no es el partido de nadie, odio las familias, no me gustan las cuotas y por tanto ni las practico ni intento que se me practiquen. Creo que, sinceramente, si se ha trasladado en algún momento que ha habido imposiciones se le hace un flaco favor a la persona que ocupa ese espacio. Y no me gustaría que la imagen de una persona como José María Román, con una trayectoria municipal de mucho mérito y alcalde de un municipio tan importante, se hiciera de una manera tan injusta. Así que yo estoy ahora todavía más cómoda, porque la inmensa mayoría del gobierno tiene ya una importante experiencia en la gestión y es un grupo que conoce la realidad de la provincia. Por eso ha sido tan fácil engranar la maquinaria. El pleno de organización –esta entrevista se realizó antes– será justo una semana después de la investidura, decidme si ese modelo se ha repetido en algún sitio.
–¿Hay un antes y un después del acuerdo con el federal? Veremos al fin un partido más cohesionado.
–Puedo presumir de poco, pero si de algo puedo presumir es de que conozco la provincia y conozco el partido, me conozco las agrupaciones y la militancia. Y esa división continua que se intenta trasladar mayoritariamente no la percibo. Es verdad que hubo un punto de inflexión, muy complicado, cuando se realizaron las listas del Congreso y el Senado, yo no lo obvio, y creo que hizo bastante mella incluso a la propia militancia. Pero hemos sido capaces de saltar ese episodio difícil, muy difícil, y volver a una normalidad en la que todos tenemos un espacio para trabajar y en eso me voy a afanar.
–¿Cree que el pedrismo le ha intentado enterrar viva como ha dicho Cabaña?
–Yo sinceramente tengo que decir que estaba muy tranquila, en lo que he vivido en primera persona no ha habido momentos reales de preocupación. Y creo que ha sido muy acertado la implicación y el nivel de entendimiento, como desconocíamos en los últimos tiempos, entre la dirección federal y la dirección regional, y por ende con la provincial. Tengo que reconocer, que al igual en un momento determinado he tenido que trasladar otras cosas, ahora solo puedo decir que ha habido un nivel de complicidad, de equilibrio y por tanto de entendimiento muy importante, que yo valoro.
–¿Qué le han prometido a La Línea desde la Diputación provincial?
–Lo que le hemos prometido está publicado en nuestras páginas web y no hay ninguna promesa extraña. Lo que hay es una petición de mirada especial a un municipio que tiene una problemática más dramática que el resto con tema del desempleo, temas sociales y que hay que implicarse. Y si miran el acuerdo, no sólo es una competencia directa, lo que pide es que vayamos de la mano, complicidad para exigir a otras administraciones, un acompañamiento en la medida de lo posible e intentar trasladar la situación allá donde toque, más allá de nuestras competencias. Aunque también nos hemos metido en más de un ‘fregao’ que no era nuestro, como combatir el desempleo.
–¿No cree que se enfadarán el resto de municipios? Ya se lo recordó Adelante en el primer pleno.
–Me lo podrán decir cuando aprobemos algo que sea incompatible con el resto de municipios. Es que todavía no hemos aprobado nada y si hay que poner en marcha un plan de empleo para los municipios con mayor desempleo, no solamente será La Línea y tendremos que atender a las tres primeras ciudades de la provincia. Todavía no pueden atacarnos por algo que no está ni siquiera escrito, simplemente se trata de que haya una mirada sensible. Como es obvio el alcalde tira para su municipio, ahora le tocará a la pata del gobierno provincial que esas medidas, buenas para La Línea, se puedan hacer extensibles a otros municipios. Cuando lo hagamos de manera sectaria que nos lo achaquen, pero ningún alcalde de la provincia puede decir, hoy por hoy, que en estos cuatro años hemos actuado con sectarismo.
–Su socio reclama la 'independencia', ser ciudad autónoma...
–No, nosotros no. Eso lo tenemos claro. Es verdad que hemos apoyado la singularidad de La Línea como tal, que necesita que haya una evaluación respecto al régimen fiscal del municipio pero dentro del marco jurídico y constitucional, y en ese tipo de iniciativas no estamos de acuerdo.
–Tiene a los andalucistas tocándole las palmas, ¿entrarían en el gobierno?
–Nosotros, en principio, no tenemos ninguna intención de ampliar el gobierno. Siempre he gobernado en minoría y me manejo bien en los gobiernos compartidos, creo que suman.
–¿Qué novedad traerá este mandato ? ¿Algún elemento diferenciador con los últimos cuatro años?
–Hace cuatro años dijimos, primero, cercanía y proximidad con los pueblos y que fuéramos una administración eficiente. Y segundo, liderazgo político. Creo que las dos, principalmente la primera, la hemos cumplido. Ahora toca afianzar la segunda, que seamos capaces de liderar desde la Diputación de Cádiz que los sectores que priman la generación de empleo tengan todo nuestro apoyo. Por eso vamos a hacer una apuesta potente por, sobre todo, ampliar ese Plan de Desarrollo Económico que hemos mantenido con las empresas. Para que me entiendan, partimos de la base de lo emergente, que era un mal llamado Plan de Empleo, y ahora toca un también mal llamado Plan de Empresa, donde incorporemos el apoyo a los autónomos, que las empresas sean más internacionales, tengan más músculo y más capacidad. Creo que la Diputación permite un paraguas que abrir hacia esos sectores.
–¿Han servido los Consejos de Alcaldes para algo más que verse las caras?
–Mire si han servido, que hemos hecho trece y los alcaldes iban ya hasta con su sello, para firmar los convenios. Mira si sabían que esos consejos eran resolutivos y no sólo para verse. Y a nivel institucional ha servicio mucho, porque para empezar permitía compartir información con todos los alcaldes, sus problemáticas. Ellos han trasladado muchas cuestiones que eran problemas generalizados, y hemos buscado soluciones. El (plan) Invierte nace de una propuesta en el Consejo de Alcaldes. La iniciativa es propia, con nuestro remanente, pero la manera de hacerlo sale de ahí. El Plan de Pobreza Energética, que es la primera vez que se hace un plan de familias con dificultades para pagar los servicios básicos, nace también de un Consejo de Alcaldías, donde nos trasladan varias peticiones por varios alcaldes de que no son capaces de atender ese tipo de peticiones. Así que yo creo que ha sido un instrumento bastante válido y creo que es un elemento no poca gente se va a atrever a tocar. No va haber un presidente que diga que el empleo, en una provincia de las primeras en desempleo, no es de su competencia. O que no tiene nada que hacer en turismo y en cultura.
–Todavía sigue coleando esa frase de José Loaiza (ex presidente de Diputación) sobre que no era de su competencia el turismo y la cultura ¿no? Usted dijo, por el contrario, en su discurso de investidura que va a reforzar la apuesta.
–Yo no le he contestado a Loaiza, lo que sí es verdad es que vamos a hacer una apuesta por un sector, como el turismo, que hay que potenciar. Hay serias amenazas y vemos preocupados, por ejemplo, los últimos datos conocidos del aeropuerto. El vicepresidente (Román) tiene el encargo de ver qué podemos hacer. Hemos copado los máximos niveles desde el punto de vista de datos, de visitas, y lo que no puede ser es que muramos de éxito, que no seamos capaces de preparar nuestras infraestructuras.
–Pero en los plenos vamos a seguir escuchando al PP atacando al Gobierno de España y el PSOE instando a la Junta, ¿no? Eso seguirá siendo así.
–Yo siempre he intentado que los plenos de la Diputación no sean un remix de los del Parlamento y del Congreso, pero a veces parece que es inevitable y además te obligan. Después de escuchar al portavoz del PP (Antonio Saldaña) en el pleno de investidura que no hemos pedido la liberación del peaje desde que hay un gobierno socialista en Madrid, como usted comprenderá, lo primero que vamos a llevar al pleno es solicitar la liberación del peaje. Nos va a permitir recordar que fue su presidente, el de la Junta de Andalucía, el que se comprometió con sus recursos propios a liberarlo de manera inmediata. Es verdad que nos gustaría que los plenos fueran una cámara de la provincia, que se hablara de los temas de la provincia y que se eliminara otro tipo de debates. Pero también le digo que estos cuatro años es cierto que se le ha dado valor a esas propuestas políticas y han pasado desapercibidos los puntos de gestión. Yo he estado cuatro años en la oposición y había que hacer una fiesta cuando había puntos de gestión, porque teníamos ya documentación por parte del anterior gobierno. Y en estos cuatro años hemos tenido puntos de gestión durante todos los plenos y lo lamentable es que es ahí, donde está la fiscalización , el trabajo que realiza la Diputación, por parte de la oposición ni siquiera intervienen y ni siquiera debaten. No quisiera parecer que estoy trasladando un punto de soberbia ni mucho menos, pero es que creo que no se leían ni los expedientes. Eso es lo que hace que el portavoz del PP dijera que no sabe donde nos hemos gastado los mil millones. Si se leyeran los expedientes sabrían perfectamente donde se gastan los mil millones de los cuatro años de la Diputación.
–¿Quién le va a dar más guerra, PP o Podemos?
–No lo sé, tendremos que verlo. Hombre, el tono del discurso de investidura de Saldaña (PP) creo que fue extremadamente virulento y si me apuras hasta ridículo. Creo que no le sentó tan mal a personas cercanas a mi partido y al a izquierda, como precisamente a la gente de su partido. Además, me pareció hasta antiguo y no reconozco que gente de mi misma generación tenga mensajes de ese tipo. Pero bueno, los tonos lo van a marcar ellos. Nosotros vamos a trabajar con el mismo ritmo que hasta ahora, y durante estos cuatro años, me van a permitir que les diga, llevábamos a algunos con la lengua fuera en determinados momentos, porque el ritmo de la Diputación ha sido muy importante.
–¿Es que alguno va allí a pasearse? Lo digo por esa imagen que puedan tener las diputaciones de cementerios de elefantes.
–Eso cambió hace cuatro años. Sigo manteniendo el compromiso político que trasladé, hace más de seis años, cuando me presenté a la secretaria provincial. Cuando decidí dedicarme de lleno a la gestión de la Diputación es porque estaba convencida que la Diputación es una institución que presta un servicio imprescindible para los pueblos más pequeños y exigí una dedicación al 100%. Eso ha ocurrido durante estos cuatro años, y creo que se ha notado. No creo en los superhéroes ni las superheroínas, me gustan en los cómics, y todos tenemos unas limitaciones razonables. Creo que la estructura de gobierno creada es para que todo el mundo se pueda dedicar a ello y los que son alcaldes que puedan compaginar. No falto a mis obligaciones como concejala de Sanlúcar, pero es cierto que la gestión es total, y lo que le voy a pedir a todos los diputados y diputadas es que ese compromiso lo mantengan en la medida de lo posible.
Edil desde los 23 años y la primera mujer presidenta de la Diputación
La sanluqueña (1980) entró en política muy joven. Con apenas 23 años ya era concejal en Sanlúcar y cuatro años después se convertía en alcaldesa de su pueblo. En 2011 volvía a hacerse con la Alcaldía pero en 2013 la dejaba por sorpresa, quizás por eso de que no le gustan la superheroínas, como dice en esta entrevista. Y es que en 2012 había conseguido llegar a la secretaría provincial del PSOEgaditano y unos pocos meses después se convertía en la portavoz de los socialistas en la Diputación, en una dura batalla con Cabaña, de la que salió victoriosa. Eran muchos cargos para alguien que exige, afirma, una dedicación al 100%.
Ahora, tras una nueva batalla interna, ha repetido como presidenta de la Diputación. Asegura, al menos de cara a la galería así lo hacía saber en cada una de sus comparecencias públicas, que no estaba preocupada; no veía peligrar su continuidad al frente de una institución que recuperó el PSOE cuatro años antes. Pero no todos tenían tan claro verla levantar el bastón de mando que volvió a coger la semana pasada.
La sanluqueña es la primera mujer presidenta de la institución, algo que para ella no es baladí. Criticó en su discurso de investidura que esta vez en el pleno provincial haya menos presencia de diputadas y afirmó que el feminismo se va a notar en su gestión que, de nuevo en un gobierno con apoyos, espera desarrollar durante cuatro años.
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