Un escaparate mundial para Cádiz y el buque insignia de la Armada

La ciudad de Cádiz tendrá la suerte de acoger una salida de etapa como jamás se ha visto en ninguna ronda ciclista en todo el mundo. Después de la contrarreloj del sábado en Jerez y del capítulo del domingo entre Algeciras y San Fernando, el pelotón partirá el próximo lunes desde el portaaeronaves y buque anfibio Juan Carlos I, el buque insignia de la Armada Española, una salida, poco antes del mediodía, que dejará una imagen espectacular cuyo recuerdo resistirá el paso del tiempo.

El enorme buque, con sede habitual en la Base Naval de Rota, llegará a Cádiz el domingo -un día antes de la etapa-, atracará en el muelle Ciudad -justo en el frontal que da a plaza de San Juan de Dios y a Canalejas- y será entonces cuando el departamento de producción de la Vuelta instale con celeridad todo el equipamiento necesario para la salida. Se prevé la colocación de una treintena de carpas en la extensa pista de cubierta del barco (para equipos, patrocinadores...), justo en la zona en la que se efectuará el pertinente control de firmas de los corredores.

La Armada ha dado todo tipo de facilidades a la organización de la Vuelta y su ofrecimiento como punto de partida de etapa le servirá para mostrar el buque a todo el mundo. Y es que el impacto televisivo de una de las rondas ciclistas más importantes del universo extiende a millones de personas, que podrán ver los helicópteros y los aviones harrier expuestos en la cubierta.

Una vez que los ciclistas pasen el control de firmas, bajarán a la bodega del barco y desde ahí partirán por una puerta lateral en la salida neutralizada de la etapa, justo detrás del coche del director general de la Vuelta, que también saldrá desde el interior del buque.

Una vez en la explanada del muelle, los ciclistas abandonarán el recinto portuario por la puerta que da a acceso a la plaza de Sevilla para seguir el recorrido hasta el banderazo oficial del inicio de la etapa, a la salida de la ciudad.

El público podrá asistir a la salida desde la misma explanada del muele Ciudad y para esta ocasión especial el lunes abrirá por la mañana la puerta del Mar, ubicada en Canajelas, frente a San Juan de Dios.

Muchos son los meses que llevan trabajando al alimón la Armada, el Ayuntamiento de Cádiz, la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, la Diputación y la organización de la Vuelta para ver hecho realidad algo que en su día, cuando surgió la idea, parecía un sueño imposible de cumplir.

El Juan Carlos I es un buque de propulsión eléctrica, con una eslora de 231 metros y una manga de 32, y una dotación de 295 personas. Tiene una capacidad para el transporte y la operación de hasta 30 aeronaves entre helicópteros medios y pesados o entre 10 y 12 aviones y F35B o AV-8B+, más un número similar de helicópteros medios. Como buque anfibio, capaz de transportar a una Fuerza de Infantería de Marina para realizar un desembarco, apoyando a las operaciones en tierra.

El Juan Carlos I está diseñado con cuatro perfiles de misión: como buque anfibio, capaz de transportar a una Fuerza de Infantería de Marina para realizar un desembarco, apoyando a las operaciones en tierra; como buque de proyección de fuerza, transportando fuerzas de cualquier ejército a un teatro de operaciones; como plataforma eventual para la aviación embarcada, sirviendo de plataforma a los vectores aéreos de proyección estratégica; y como buque para operaciones no bélicas: apoyo humanitario, evacuación de personal de zonas de crisis, buque-hospital en zonas afectadas por catástrofes...