Tribuna Económica
José Ignacio Castillo Manzano
La financiación autonómica, ¿Guadiana o Rubicón?
Eugenio Díaz del Río | Almirante de la Flota
El almirante Eugenio Díaz del Río (Vigo, 1961) tomó hace apenas un mes el mando de la Flota. En un contexto totalmente marcado por la pandemia del coronavirus, considera prioritario el proceso de vacunación e ir "poco a poco" renovando y mejorando las unidades de las que disponen, con el BAM-IS como "imprescindible" .
–Llega usted a este cargo antes de lo previsto, ¿cómo lo afronta?
–Pues son varios los sentimientos, de enorme satisfacción personal y profesional, de un lado; de responsabilidad y de entusiasmo, de otro, ya que la Flota es muy amplia, compleja. También de agradecimiento hacia quienes han confiado en mí para entregarme esta nueva responsabilidad.
–Y lo comparte de momento como comandante también de la operación Atalanta, ¿seguirá siendo así?
–Pues efectivamente tomé el mando de Atalanta antes de mi ascenso y designación de Almirante de la Flota pero estamos ya preparando al almirante que me relevará en su momento. Cuando este esté ya preparado y la Unión Europea lo considero oportuno programaremos el relevo. Estos procesos son muy habituales en la Armada y los hacemos con muchas naturalidad.
–Sin duda el covid ha afectado a todos los sectores, ¿qué está siendo lo más difícil de afrontar para la Flota?
–Desde el inicio de la pandemia lo más complejo ha sido, y lo sigue siendo a día de hoy, armonizar la salvaguarda de la seguridad sanitaria de las dotaciones de la Flota con el cumplimiento de las misiones que tenemos encomendadas, misiones que, pese a las dificultades que se han sucedido, se han mantenido con normalidad. Ahora estamos en una segunda fase, con los procesos de vacunación de dotaciones en marcha, y debemos conjugar los plazos y disponibilidad de vacunaciones con las necesidades operativas. Pero seguimos adelante y vamos salvando obstáculos poco a poco.
–¿Y cómo va el proceso de vacunación?
–Las directrices en ese tema contemplan como grupos prioritarios de vacunación, en el ámbito del Ministerio de Defensa, al personal sanitario y a las dotaciones de unidades que participan en operaciones en el extranjero, dentro de la estrategia de vacunación a nivel nacional desarrollada por el Ministerio de Sanidad y que contempla las necesidades particulares de la Armada. En enero se iniciaron las vacunaciones de las dotaciones del buque Castilla, que participa en la operación Atalanta, y del Tajo, el cazaminas integrado en la Agrupación Permanente de la OTAN, que fueron las primeras en vacunarse. Desde entonces se sigue el mismo procedimiento con las dotaciones de aquellas unidades asignadas a operaciones a fin de que cuando se desplieguen se encuentran vacunadas en su totalidad; ahora mismo estamos trabajando en cerrar los calendarios. Tenemos un 30% de la Flota vacunados pero queremos que todos los barcos estén vacunados, cuanto más rápido mejor. Que en los barcos estén inmunizados es fundamental, son lugares pequeños y se está haciendo un esfuerzo tremendo con cuarentenas y unos importantes protocolos.
–¿Se han visto muy afectados en cuanto a contagios de personal?
–Los niveles de contagio que hemos padecido son muy similares a los registrados en el ámbito geográfico de nuestras unidades. Sí puedo decir que las precauciones tomadas en cuanto a la detección temprana, para proceder inmediatamente al aislamiento de los posibles contagios, el rastreo de los contactos y el seguimiento y control sanitario del personal aislado, junto con las medidas preventivas adoptadas y que se mantienen vigentes a día de hoy, han tenido un efecto general positivo. El número de contagiados ha estado también en relación directa con el tamaño de las unidades, pero se han podido controlar los brotes detectados de manera satisfactoria. Sí quiero acordarme, y lo lamentamos enormemente, de la única baja que ha sufrido la Flota, el suboficial Francisco Rodríguez, de la dotación del Hespérides (que sufrió un brote de coronavirus).
–¿Cuándo se podrá retomar la normalidad en los adiestramientos y maniobras?
–Las medidas de seguridad y prevención frente a la COVID implicaron una reducción de las actividades de adiestramiento, que se suspendieron en algunos casos, se transformaron en ejercicios simulados en otros, ejercicios CPX en nuestro argot, o se retrasaron y modificaron en el momento de su ejecución minorando el número de unidades implicadas. Se priorizó el adiestramiento de las unidades afectas a operaciones reales que partieron a sus misiones con las condiciones necesarias de adiestramiento y calificación, pero se trata de una situación que no debemos ni podemos prolongar en el tiempo de manera indefinida, so pena de gravar progresivamente nuestras capacidades operativas.
–Se habló del primer trimestre de este año para la orden de ejecución del BAM-IS, que se construirá en Puerto Real, ¿hay alguna novedad?
–El proyecto del BAM ha sufrido algunos retrasos desde su inicio, ahora mismo estamos pendientes de la firma de la orden de ejecución, como informó recientemente el director de Navantia Cádiz, y esperamos, y deseamos, disponer de esa nueva unidad tan pronto sea posible. El del BAM es un proyecto que consideramos imprescindible, y que va de la mano con incorporación de los nuevos submarinos de la serie S80. Se trata de un buque que aporta unas capacidades en materia de intervención subacuática que mejoran y amplían notablemente las del actual Neptuno. El desarrollo de las misiones de este tipo de buques va más allá de sus capacidades como buques de auxilio de submarinos y escuela de buzos, y tiene una participación muy importante en la protección y rescate de nuestro patrimonio submarino, además de prestar colaboración, cuando somos requeridos a la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima.
–Hay más necesidades de renovaciones y mejoras en las unidades y medios de la Flota, como dejó patente en el anterior jefe de la Armada y ahora JEMAD en un encuentro con los medios de comunicación. ¿Qué es lo más urgente?
–La Flota siempre está inmersa en un proceso de modernización y renovación de sus unidades, creo que es una constante de cualquier organización compleja como es esta. Ahora mismo, y además del BAM y los submarinos a que ya me he referido y que empezarán con sus pruebas as de mar en una semana; las nuevas fragatas F110 tienen un peso muy importante en este proceso de renovación de unidades. Ya están en construcción. Estas fragatas serán el relevo de las de la clase 'Santa María' (que están en Rota) y tenemos que asegurar la formación de las nuevas dotaciones para operar estos buques. También hay que renovar algunas unidades de la Flotilla de Aeronaves e iniciar una transición hacia una Flotilla de aeronaves más sencilla, más moderna, con mayor capacidad de combate y más eficaz. Igualmente los medios anfibios, que garantizan los movimientos buque-costa de la infantería; y mejorar su capacidad de fuego en el asalto anfibio. Todo ello inmerso además en un proceso de transformación digital de muchos de los medios y procedimientos con los que trabajamos ahora. Es un panorama complejo y apasionante.
–¿Hay ya una fecha prevista para la sustitución de los Harrier por los F-35?
–La fecha cierta sobre los actuales Harrier es que el final de su vida operativa se fija en un horizonte entre 2028/2030. La Armada ha expuesto sus necesidades y sin ningún género de dudas, contemplamos el mantenimiento del ala fija, que es una de las herramientas que da sentido a la composición del Grupo de Proyección de la Flota. Cuando ese programa se inicie habrá que poner en marcha los procesos de formación de todo el personal implicado e introducir algunas modificaciones en el Juan Carlos I, que afectan especialmente a sistemas auxiliares, para atender a las capacidades de la nueva aeronave que debería ser el F35 que es actualmente el único avión capaz de operar en el Juan Carlos I.
–EEUU, ¿reforzará su presencia en la base de Rota en los próximos años o cree que desplazarán efectivos a Marruecos?
–Me gustaría poder contestar a esa pregunta con algún fundamento, pero lo cierto es que no tengo ninguna información oficial a ese respecto. Mi percepción, a título exclusivamente personal, es que la US Navy está muy satisfecha de contar con una Base como la de Rota, con una situación estratégica idónea y unas condiciones logísticas muy difíciles de encontrar. Aunque el futuro no está escrito los imagino entre nosotros muchos años más.
–Casi se consigue terminar el calendario de la vuelta al mundo prevista del Juan Sebastián de Elcano pero regresará al final un poco antes. ¿Qué balance haría?
–Las circunstancias de la pandemia nos han obligado a modificar la derrota prevista para el crucero y, como usted dice, a reducir la duración prevista. Pero el balance de cómo se está desarrollando este viaje, y de cómo ha afrontado la dotación y los alumnos unas circunstancias extraordinariamente adversas (sin apenas bajar del buque) hace que me sienta profundamente orgulloso de su comportamiento. Si los cruceros en el Elcano siempre dejan huella en quienes los realizamos, estoy seguro de que este va a marcar un hito muy especial, y positivo, en la historia del buque. Yo veo una hazaña el estar nueve meses navegando sin salir a tierra.
–¿Cuál cree que es la imagen de las Fuerzas Armadas en estos momentos y que ha significado la operación Balmis y Baluarte?
–Los resultados estadísticos sobre este aspecto revelan en los últimos años, y de manera continuada, que las FAS son un sector que disfruta de una valoración muy positiva. Nosotros trabajamos y nos esforzamos día a día no para estar peor o mejor valorados, sino para cumplir las misiones encomendadas del mejor modo posible y tener ‘la satisfacción del deber cumplido’, que es lo que siempre nos han enseñado. Que además la sociedad valore nuestro esfuerzo positivamente nos produce una profunda satisfacción y es señal de que estamos haciendo las cosas bien. Quiero señalar que en los destinos que he tenido en el extranjero he podido comprobar que la percepción que tienen nuestros aliados de nosotros es la de unas Fuerzas Armadas (FAS) con elevada formación y rendimiento, responsables y muy implicadas en las misiones que se nos asignan. Nos consideran socios capaces y fiables. Es algo que siempre me ha llenado de orgullo. Las FAS tienen siempre una permanente voluntad de servicio a los españoles, en algunos casos recientes, como el de la Operación BALMIS, ese trabajo se aprecia a simple vista, y en otros casos resulta más lejano y difícil de valorar y ahí tenemos que hacer un esfuerzo en contar y dar a conocer en que consiste nuestro trabajo. Pero para todo aquello en que se nos requiera, siempre estamos dispuestos.
–Entonces, además de la operación en casa contra el coronavirus, ¿dónde están ahora las unidades de la Armada?
–Hoy mismo tenemos al buque Castilla navegando en el Índico, en el marco de la Operación Atalanta; al cazaminas Tajo integrado en la SNMCMG2, la Agrupación Permanente de Cazaminas de la OTAN, operando en el Mediterráneo Oriental; a la fragata Méndez Nuñez integrada en la SNMG2, Agrupación Permanente de la OTAN; al BAM Furor participando en el despliegue africano y por supuesto al Juan Sebastián de Elcano, en pleno crucero de instrucción que se desarrolla en unas condiciones especialmente exigentes para su dotación. Y además el contingente de Infantería de Marina que participa en la EUTM en Mali.
"Soy gallego, pero como hijo de marino me he movido mucho por la geografía nacional. He pasado buena parte de mi carrera destinado en Cádiz, mi esposa es andaluza y cuatro de mis cinco hijos también”, cuenta el almirante Eugenio Díaz del Río (Vigo, 1961) que se emocionó en su tomada de posesión al hablar de su padre, que acaba de cumplir 100 años, y del apoyo de su familia para llegar aquí. Con una extensa carrera militar, le cuesta elegir un destino preferido, “acaban siendo como tus hijos, los quieres a todos por igual”, apunta. Sí recuerda “desde luego” el mando de cuatro buques, Toralla, Laya, Vencedora y Méndez Nuñez; los mandos de la Agrupación de la OTAN SNMG2 y la Task Force 508 en la Operación Ocean Shield; “y me han resultado especialmente interesantes la Jefatura del Estado Mayor del Mando Marítimo Aliado, o mi paso por la División de Planes del Estado Mayor de la Armada”. Asegura que “la frase de que el mayor capital de la Armada son sus hombres y mujeres no es una frase hueca” y considera prioritarias todas las medidas encaminadas “para cuidar a nuestra gente”. Por eso, apunta al ser preguntado, ha recibido con agrado la mejora de las retribuciones recientemente aprobada por el Gobierno. Es su curriculum viene además que es aficionado a volar aviones de radiocontrol. “Cada vez tengo menos tiempo, pero me gusta montarlos, repararlos y volarlos, es un hobby que combina muchos aspectos, destreza, técnica, prudencia, concentración, etc,… Aunque alguna vez rompo algún avión y mis hijos se meten conmigo”, bromea.
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