Navantia Puerto Real no tira la toalla en los cruceros

Navantia Puerto Real se queda por ahora al margen del pujante negocio de la construcción de cruceros. Las negociaciones con el astillero francés Chantiers de l’Atlantique no han llegado finalmente a buen puerto. La factoría puertorrealeña aspiraba a la fabricación de varios bloques para uno de los cruceros que está construyendo la empresa gala, que tiene entre sus grandes hitos la construcción del Queen Mary 2 y, ahora se encuentra inmerso en la fabricación de otro gigante, el Celebrity Edge.

Chantiers de l’Atlantique tiene en cartera la construcción de casi una decena de buques y sus instalaciones están saturadas, por lo que buscaba adelantar los trabajos subcontratando algunos de los bloques al astillero de Puerto Real.

Este revés inicial no ha disuadido a Navantia, que sigue trabajando con Chantiers de l’Atlantique “para establecer una colaboración a largo plazo, si bien el primer acuerdo no ha podido concretarse”, según ha podido saber este periódico.

La carga de trabajo planteada por el astillero francés consistía en la fabricación de lo que se conoce como zapatilla del barco (la parte inferior junto al casco), así como parte de la sala de máquinas de un buque de 160 metros de eslora.

El encargo de Chantiers de l’Atlantique era muy esperado por los trabajadores de la factoría de Puerto Real, ya que garantizaba su actividad a pleno rendimiento una vez que acabe en mayo la construcción del último petrolero encargado por el armador Ibaizábal. Suponía un hito que reafirmaba la vinculación de la factoría puertorrealeña con la construcción civil, después de que tanto Navantia como matriz, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), anunciaran que pretendían limitar la actividad civil a la fabricación de elementos para la energía eólica off-shore.