Los gestos del fin de un ciclo en la Diputación de Cádiz
La atención del último pleno de Diputación con el PSOE al frente se centra en Ruiz Boix y Almudena Martínez, que será la nueva presidenta
El pleno de investidura será la semana que viene
Punto y final al actual mandato. La Diputación de Cádiz escenificaba esta mañana el fin de una etapa, con un pleno de trámite antes del cambio de sillas que se producirá en unos días. Por última vez, el socialista Juan Carlos Ruiz Boix presidía la sesión, corta y sin intervenciones. Por última vez, la popular Almudena Martínez, se sentaba ocupando un asiento en el lado de la oposición antes de ocupar la presidencia tras el pacto alcanzado por el PP con La Línea 100x100 y la decisión del partido de que sea la jerezana quién esté al frente.
Hacia ambos se fueron los focos. Porque la atención estaba más en el continente que en el contenido, en los gestos que en los puntos del orden del día de una sesión que era para aprobar las actas pendientes de diferentes reuniones de los órganos de gobierno de la Diputación y de los organismos autónomos. Ni siquiera estaba la sala con las mesas y micrófonos como en otros plenos, si no ya organizadas y dispuestas para un acto como será la investidura, que sigue sin hacer oficial una fecha. No parece que sea antes del lunes, según ha señalado esta tarde la futura presidenta ante los medios, en la junta directiva provincial del PP.
Al entrar el todavía presidente en el Salón Regio, Ruiz Boix y Martínez se saludaron amablemente en el dando a los fotógrafos la imagen que se buscaba de este día de besos, abrazos y despedidas entre los diputados provinciales y ante la mirada de Juancho Ortiz.
Ni entrante ni saliente dieron declaraciones allí a los medios, pero Ruiz Boix sí dijo unas palabras para terminar la sesión. "Espero y deseo que la próxima corporación trabaje en beneficio de la provincia de Cádiz, de los 45 municipios que componen nuestra provincia, y que tengamos cuando finalice también la sensación de haber trabajado de forma favorable y en beneficio del conjunto de la provincia", apuntaba el líder socialista. El además alcalde de San Roque agradecía el trabajo de toda la corporación, "que en este tiempo hemos construido una mejor provincia", y a sus "compañeros de gobierno especialmente por la labor desempeñada en un mandato complejo". Y es que, recordaba que la pandemia hizo que "durante dos años todo girase alrededor de dar soluciones a los problemas generados por la situación".
Hubo ausencias. No se vio en esta última jornada ni al alcalde Barbate, Miguel Molina; ni al alcalde de La Línea, Juan Franco, ni al ex alcalde de Cádiz, José María González –ninguno repetirá–. Tampoco al de El Puerto, Germán Beardo, que sí está llamado a ocupar un sitio en el gobierno popular.
Entre los que estaban, más gestos y besos, con algunas caras que demostraban más alegría que otras. Felicitaciones para la futura presidenta o para nuevos mandatarios locales como la alcaldesa de Sanlúcar, Carmen Álvarez, que hasta ahora ha sido diputada de IU, y deseos de buena suerte para los que se despiden como el socialista David de la Encina. Adelante hacía su última presencia en el pleno, al quedarse ahora sin representación, con uno de sus tres diputados en estos años, Alejandro Gutiérrez.
Poco más dieron de sí estos minutos. "Se despide esta corporación, se levanta la sesión", cerró Juan Carlos Ruiz Boix antes de que el PP vuelva a ponerse en frente de la Diputación de Cádiz por segunda vez.
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