Ni firmas, ni firmes

Camino de la expulsión. Este es el sendero que parecen haber emprendido los seis diputados provinciales del PSOE que ayer, una vez más, se negaron a firmar el documento a favor de la designación de su secretaria general, Irene García, como nuevo portavoz del Grupo Socialista en la Diputación de Cádiz. Si el pasado día 12 se negaron a ello en una reunión del grupo, ayer mantuvieron la misma postura ante Francisco Conejo y Francisco Menacho, secretarios respectivos de Política Municipal de las ejecutivas regional y provincial del partido. Los seis diputados siguen defendiendo la continuidad en el cargo de José María Román y acusan a la dirección provincial del partido de violentar la autonomía de un Grupo Socialista que sigue totalmente dividido, al igual que el partido en Cádiz.

Esta decisión de los diputados críticos tuvo una respuesta inminente ayer mismo, cuando la ejecutiva provincial reunida por la tarde en Sanlúcar aprobaba por amplísima mayoría -con un solo voto en contra- la apertura de un expediente sancionador a estos seis dirigentes, una medida que será elevada ahora a la dirección andaluza del PSOE para su tramitación y que puede concluir en la expulsión como militantes del partido nada más y nada menos que de dos alcaldes como Gemma Araujo (La Línea) y Alfonso Moscoso (Villaluenga del Rosario), de dos históricos como Federico Pérez Peralta (ex vicesecretario provincial del PSOE y concejal de Cádiz) y José María Román (ex alcalde de Chiclana) y de dos jóvenes valores como Olga González (edil de Barbate) y Javier Pizarro (concejal de Alcalá de los Gazules e hijo del histórico dirigente Luis Pizarro).

La apertura de este expediente está justificada por "los lamentables hechos ocurridos a lo largo de las últimas semanas" y, sobre todo, "por trasladar a los medios de comunicación cuestiones internas del partido, ocasionando un grave daño a la imagen del mismo en la provincia", indicaba la ejecutiva provincial del PSOE en un comunicado remitido anoche. Esta medida fue aplaudida ayer por el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, que la defendió por la responsabilidad que tienen las direcciones provincial y regional del partido "de hacer cumplir escrupulosamente las normas internas".

Se supone que la próxima semana la ejecutiva regional del PSOE ratificará la apertura de este expediente disciplinario, nombrará a un instructor y fijará la comparecencia de los seis cargos socialistas afectados. Su resolución -que salvo sorpresa deparará su expulsión como militantes- deberá ser refrendada o anulada luego por la dirección federal del partido en caso de que, como sería lógico, hubiera recurso al respecto.

Estos seis diputados provinciales fueron citados a las 14 horas de ayer en la sede provincial del PSOE, en Cádiz, para firmar el referido documento a favor de que Irene García relevara a José María Román en la portavocía del Grupo Socialista de la Diputación. Pero no sólo no se produjo firma alguna, sino que ni siquiera se pusieron firmes. Estos diputados críticos contraatacaron presentando copia de un recurso firmado por los seis y que minutos antes había sido enviado por correo certificado a la dirección regional del PSOE. En el mismo se considera "nula de pleno derecho" la resolución acordada por la ejecutiva regional del partido el pasado lunes donde se concretaba la citación llevada a cabo ayer.

Este recurso, presentado en primera instancia ante la dirección del PSOE-A, está sustentado en el artículo 15 de la normativa reguladora de cargos públicos de esta formación política. Estos diputados rebeldes consideran que la resolución de la ejecutiva regional "vulnera la Constitución Española, los estatutos del partido y las normas reguladoras de los cargos públicos al resolver una cuestión violando una de las principales garantías de todo proceso cual es el de la contradicción", ya que echan en cara que la dirección regional se posicione a favor del dictamen de la ejecutiva provincial a favor de la designación de Irene García "sin haber dado traslado de la misma a los que pudiéramos ser discrepantes o simplemente afectados".

Estos diputados críticos consideran además que la postura adoptada por la ejecutiva regional del partido está sustentada en un acta de la reunión de diputados socialistas del pasado día 12 que supuestamente habría sido redactado por la secretaria del Grupo Socialista, María Naval, pero que el actual portavoz, José María Román, asegura que ni ha visto ni, por tanto, cuenta con su preceptivo visto bueno.

La comparecencia ayer de estos seis diputados en la sede socialista de la gaditana plaza de San Antonio desembocó en una reunión con Conejo y Menacho donde se abordó incluso una alternativa que pasaría por la designación de Alfonso Moscoso como portavoz adjunto, el reparto a partes iguales de los cuatro cargos de confianza en la Diputación y que la secretaría del grupo pasara a manos de alguno de los diputados críticos. Esta última propuesta fue la que contó con el rechazo contundente del partido, que considera que los críticos intentan crear en la Diputación una "dirección paralela" a la ejecutiva provincial del PSOE que lidera Irene García.