Las flotas de arrastre y cerco de Sanlúcar y Barbate, amarradas por el precio del gasoil
La pesca artesanal del litoral gaditano continúa con su actividad, pendientes del lunes 21-M, que hay reunión con el ministro y convocado un paro nacional en el sector
Cádiz/La subida imparable del precio del gasoil y para colmo, ahora, el paro de los transportistas, han conformado la tormenta perfecta para que las flotas de arrastre y cerco de Sanlúcar y Barbate permanezcan amarradas sine die, cinco días antes del cese de actividad convocado a nivel nacional a partir del próximo lunes 21 de marzo. Las embarcaciones no habían salido en los últimos días a causa del mal tiempo.
No obstante, la flota de pesca artesanal tanto de estos dos puertos como las de Conil, Rota, Chipiona, Tarifa y la Atunara, en La Línea, mantienen su actividad, según explicó a este periódico Nicolás Fernández, secretario de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cádiz. Los barcos grandes de cerco de Barbate no pertenecen a la federación, pero trabajan conjuntamente con ella.
Para la flota de pesca artesanal, el precio del gasoil representa, por tanto, un problema secundario comparado con el del paro de los transportistas porque depende directamente de la cadena logística, de manera que si hay incertidumbre en cuanto al destino de las capturas, los patrones de los barcos se pensarán sin salen o no a faenar.
"Entre los puertos pesqueros de la provincia de Cádiz hay algunos con un problema muy acuciante debido al alza de loa precios del combustible, pero que no se sufre igual en todos los segmentos de flota", explicó Fernández. "De hecho, tenemos los casos clarísimos de Sanlúcar, de El Puerto y Barbate, donde es especialmente grave porque tienen flotas de arrastre que consumen mucho combustible y las cuentas de explotación no salen. Luego tenemos los casos de los puertos de Conil, Chipiona, La Atunara, Tarifa y parte de Sanlúcar y de Barbate, que se dedican a la pesca artesanal, que, obviamente, también tienen un problema con el precio del combustible, pero que no les está afectando igual en las cuentas de explotación. A quienes más afecta es a las flotas de cerco y arrastre de Barbate y Sanlúcar", matizó el secretario de la federación.
El resto de la flota de la provincia de Cádiz, es decir, la artesanal, "estamos a expensas de las conversaciones que existen entre las organizaciones pesqueras, a nivel nacional, la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores y Cepesca (Confederación Española de Pesca), con el ministro a principios de la semana que viene", explicó Fernández.
Entre sus reivindicaciones están la reducción del impuesto del gasoil del 21% al 4%, la exoneración de los pagos de los seguros sociales, el articular las ayudas en base al artículo 26 de los nuevos fondos Fempa (Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura) donde se establecen ayudas para ambos sectores en situaciones de pérdidas, como las de ahora, y la reducción de tasas portuarias.
Los barcos de cerco grandes, dedicados a la a la pesca de la sardina y el boquerón, y los de arrastre, dedicados a otras especies como el langostino, miden doce metros de eslora como mínimo y faenan en aguas del Golfo de Cádiz e incluso en aguas marroquíes a gran intensidad, generando unos gastos de combustible que están entre los 1.500 y los 2.000 euros diarios.
Las embarcaciones de pesca artesanal, que mayoritariamente faenan con redes y palangre, son de entre cuatro o cinco metros de eslora y doce, de manera que el coste de combustible de una jornada de trabajo muy cerca de la costa puede ser ahora de entre 100 y 180 euros, cuando antes era de entre 40 y 50 euros, explicó a este periódico un técnico de la federación.
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