Las flotas artesanales de Barbate y Conil lamentan que se esté perdiendo la pesca artesanal

Problemas como el alga parda asiática está acabando con los recursos pesqueros tradicionales

El alga parda se hace presente en el caladero artesanal de Conil

Reunión del sector artesanal de la pesca.
Reunión del sector artesanal de la pesca. / OPP-72.
José María Ruiz.

15 de julio 2024 - 17:19

El sector pesquero de Barbate y Conil esperaba hace un año, tras la manifestación y notas de prensa que se emitieron, poder llamar la atención de las administraciones públicas en general y del Gobierno de España en particular, para reunirse y buscar una respuesta conjunta a la grave problemática que se vive en la zona desde el Estrecho de Gibraltar hasta la Bahía de Cádiz, con afección importante en los puertos de Barbate, Conil y La Atunara, donde además los pescadores de Barbate deben desplazarse hacia Conil, buscando algún espacio donde poder faenar pues han perdido el 95% de su zona habitual, y reduciéndose considerablemente para el sector en Conil el espacio habitual de pesca, que en cinco años ha pasado a reducirse un 70%, además en ese escaso espacio donde hay menos presencia de alga y hay más pesca, se está machacando de una manera muy intensa con un sobre esfuerzo que más pronto que tarde pasará factura.

Según han argumentado el gerente de la Organización de Productores Pesqueros (OPP-72), Nicolás Fernández, que gestiona las cofradía de pescadores de Conil y La Atunara, y el vicepresidente de la Federación Nacional de Pesca Artesanal (FENAPA), José Manuel Dávila, que representa a los barcos artesanales de Barbate,  los efectos del alga invasora ‘Rugulopterix Okamurae’, no sólo afectan a su enganche en las distintas artes de pesca de enmalle o palangre, que “el día que te toca destroza los artes de pesca, perdiéndolos tanto en tiempo como en materiales, sino que además ha transformado el ecosistema de tal manera que se ha producido un desplazamiento de especie y cambio de comportamientos; tan es así, que la única especie que tenemos en estos momentos con fuerte presencia en las inmediaciones de nuestra zona, hacia el Estrecho de Gibraltar, y en éste, es el atún rojo, que no solo va aumentando su biomasa, sino que además ayuda a ese desplazamiento de otras especies, y mientras, el sector pesquero artesanal, lo contempla sin poder capturarlo, porque lo tenemos vetado, y ningún movimiento del Ministerio de Pesca que preside Luis Planas, parece que lo vaya a cambiar”.

Los pescadores de Barbate y Conil, cada ciertos años y muy relacionado con las temperaturas, de hecho el cambio climático está muy presente, gozaba de una gran presencia de la especie de pulpo ‘Octopus vulgaris’, que en la zona del Banco del Hoyo, daba de comer al sector artesanal, determinados arrastreros, y a multitud de barcos recreativos que aún prohibido, los capturaban y comercializaban, según exponen estos representantes del sector pesquero.

Según explican, “había para todos”, pero ahora el alga invasora “lo ocupó todo, no hay cascajos ni moluscos que permitan que estos puedan alimentarse, por lo que no hay una sola pata de pulpo que se mueva en la zona. Y con ello, la desesperanza, el abandono de la pesca por aquellos que se jubilan y barcos que se venden a otros puertos que podrían presentar algún futuro mejor”.

En definitiva, en Barbate y Conil y en otros puertos del Estrecho de Gibraltar, se reducen las unidades de flota, los pescadores profesionales y se acaba con la posibilidad de un relevo generacional al que el gobierno de España, los distintos gobiernos y la propia Unión Europea ponen como objetivo a impulsar. Parece que “quieren obviar que, con nuestra actividad, también se deteriorará el tejido socioeconómico de nuestra zona, mientras todo el que tiene responsabilidad permanece como si no fuera con ellos, y cuando quieran buscar solución será tarde”.

Así, aseguran que “En nuestro territorio el sector pesquero ha hecho y hace grandes esfuerzos, incluso nos pusimos de acuerdo los distintos segmentos de flota en una reunión en Barbate, para poder impulsar la gestión de los recursos a menos de seis millas de la costa, y el gobierno de España sigue sin atendernos y darnos una respuesta alentadora de futuro, y el pasado año ni siquiera las ayudas a las pérdidas por algas las vimos siendo el sector más afectado, aunque desde la Consejería se decía que vendrían”.

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