Gambas y galeras desbancan al langostino de Sanlúcar de las cenas navideñas por su elevado precio

Sanlúcar/Con la llegada de la Navidad, los productos del mar adquieren un protagonismo especial en las celebraciones familiares. En estas fechas, uno de los productos más exquisitos de la gastronomía española emerge con fuerza desde la Costa Noroeste de Cádiz hacia todos los rincones del país: el langostino de Sanlúcar. Este tradicional manjar, que año tras año enfrenta numerosos inconvenientes, se convertirá esta Navidad en un producto aún más selecto y difícil de encontrar en las mesas, dando paso a otras alternativas de calidad exquisita, como las gambas y las galeras.

Este desplazamiento se debe principalmente al aumento significativo en el precio del langostino, derivado de una considerable reducción en las capturas durante las últimas semanas. Con fechas tan señaladas como Nochebuena, Navidad y Nochevieja a la vuelta de la esquina, el resultado final está por definirse. Sin embargo, las cifras en la lonja no engañan.

Según los últimos datos de la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, en 2024 se han comercializado menos de 77.000 kilos de langostino de Sanlúcar en la lonja de la ciudad. Esto supone una disminución del 15 % respecto a 2023, cuando se comercializaron algo más de 91.000 kilos, un año que tampoco fue particularmente bueno. La caída es aún mayor si retrocedemos a 2020, cuando la lonja de Sanlúcar registró 150.000 kilos, uno de los mejores años para el langostino de la zona.

El juego de la oferta y la demanda, junto con la inflación persistente, ha llevado al langostino autóctono a precios poco asequibles. Por ejemplo, los ejemplares de tamaño mediano (42 piezas por kilo) han aumentado más dediez eurosen solo12 meses, superando la barrera de los 50 euros por kilo, un precio similar al que alcanzaban en 2023 los ejemplares grandes. En definitiva, más de un euro por cada langostino. Estas cifras son inasumibles para muchos hogares del país, lo que coloca al langostino de Sanlúcar en una de sus peores coyunturas.

Tampoco ha favorecido la situación la ausencia del mar de leva, uno de los mayores aliados por sacar estos crustáceos de la arena. A pesar de ello, y quizás debido al desconocimiento general, el público sigue esperando un milagro que haga bajar los precios para poder adquirir este producto en un Mercado de Abastos de Sanlúcar que está vendiendo menos langostinosque nunca. "Losbolsillos más privilegiadostambién esperan a última hora para poder disfrutar del langostino fresco", señalan desde una reconocida marisquería de la plaza de abastos.

"La gente está acostumbrada a que haya una gran cantidad de langostino de Sanlúcar, y este año no ha sido así. Por eso, prefieren abstenerse de comprarlo y optan por otros productos", comenta otra pescadería de la ciudad. Las alternativas más populares, sin duda, han sido las galeras y las gambas blancas. Estos dos productos han liderado las ventas en la lonja de Sanlúcar a lo largo del año. Según la Cofradía de Pescadores, en 2024 se comercializaron 466.504 kilos de gambas blancas (también llamadas de altura) y 457.163 kilos de galeras, entre normales y coral. Su alta disponibilidad y precios más asequibles los posicionan como opciones destacadas en el mercado para las fechas navideñas.

La entrada del langostino italiano, inevitable

En los últimos años, la presencia del langostino italiano en las pescaderías de Sanlúcar ha generado controversia por la competencia desleal y la venta fraudulenta de este crustáceo, cuya calidad y sabor son inferiores al de Sanlúcar. Sin embargo, los precios más accesibles de este producto mediterráneo han hecho inevitable su llegada, cada vez más frecuente, a pescaderías y marisquerías. Ante la baja oferta del langostino local en 2024, muchos comerciantes se han visto obligados a ofrecer el producto italiano. "Se vende lo que se tiene", comenta un pescadero, subrayando la importancia de la transparencia con los clientes. La escasez del langostino sanluqueño lo ha convertido en un producto selecto, prohibitivo para muchas familias. "Cada poder adquisitivo permite comprar uno u otro", añade.

Ante la combinación de precios altos y menor disponibilidad, es crucial garantizar la autenticidad del langostino de Sanlúcar, un producto valorado por su calidad y reconocimiento geográfico. Para evitar confusiones o fraudes, la Cofradía de Pescadores recomienda a los clientes seguir estas pautas:

1. Verificar el etiquetado: El etiquetado debe estar claramente visible en los puntos de venta y garantizar la trazabilidad del producto, confirmando su procedencia de la lonja de Sanlúcar.
2. Desconfiar de precios atípicamente bajos: Un precio significativamente inferior al promedio podría indicar que el producto no es langostino de Sanlúcar auténtico.
3. Confiar en vendedores reconocidos: Elegir pescaderías de confianza puede ser determinante para asegurar la calidad y legitimidad del producto adquirido.

No ha sido un buen año para el langostino de Sanlúcar que, seguramente, se echará de menos en las mesas navideñas de muchas familias. Pese a ello, no hay que ser agogero con su futuro, ya que los pescadores y pescaderos confían en que en el 2025 el langostino de Sanlúcar pueda remontar el vuelo para que más familias puedan degustar del manjar más exquisito de la Costa Noroeste.

Sin embargo, la realidad abre un nuevo escenario, con los consumidores obligados a buscar alternativas. En esta nueva tesitura, las gambas y las galeras se posicionan como las opciones más viables. Este cambio refleja no solo una adaptación a las fluctuaciones del mercado, sino también la diversidad y riqueza del marisco de Sanlúcar, una localidad que se mantiene como un referente en la gastronomía marinera. Aunque algunos hogares puedan prescindir del langostino este año, las gambas y las galeras garantizan que los sabores del mar continúen siendo los protagonistas indiscutibles de las celebraciones navideñas.