Las grandes ciudades de Cádiz afrontan en 2025 la gran revolución en materia de movilidad urbana

EUROPA se ha puesto seria en todo lo relacionado con la lucha contra el cambio climático, también en Cádiz, y ahí tiene mucho que jugar la transformación de las ciudades en espacios sostenibles, en espacios abiertos al medio ambiente, donde las calles sean de los ciudadanos y donde el desarrollo se planifique asumiendo la necesidad de que el legado que dejemos a nuestros hijos sea mejor que el que hemos recibido.

Las Zonas de Bajas Emisiones, ZBE, están entrando poco a poco en nuestro lenguaje, y pronto lo harán en nuestro día a día. Eso sí, con un considerable retraso según las fechas previstas en un principio por el Gobierno. Este 2024 que concluye ha servido a muchos de los ayuntamientos gaditanos obligados a cumplir esta norma, a avanzar en la tramitación de la ordenanza para el uso de estas zonas. Será ya en 2025 cuando se activen. Pero no serán en todas.

El Ayuntamiento de El Puerto de Santa María ha ignorado la orden estatal y de la propia UE. Literalmente ha pasado de este proyecto, incluso cuando hace apenas unos días el Defensor del Pueblo de España le “riño” por esta desobediencia. Como antes pasó con el Defensor del Pueblo andaluz.

El concepto de las ZBE es claro: cada ayuntamiento decide cuál parte de su territorio se incluye como tal, sabiendo que en la misma se aplicarán normas restrictivas en cuanto al acceso de coches contaminantes, se limitarán los estacionamientos en superficie para rebajar la contaminación y limitar la emisión de gases de efecto invernadero y se potenciará el uso de los medios públicos o no contaminantes, como la bicicleta.

El Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas afirma que con este plan, aún asumiendo la lentitud de su ejecución, “las ciudades españolas están siendo testigo de una revolución silenciosa, pero significativa en la forma en que los ciudadanos se desplazan cada día. En la última década, la percepción y las políticas sobre la movilidad urbana han experimentado cambios trascendentales”.

“El panorama de la movilidad urbana en España está en una fase de transformación constante, con un claro enfoque hacia la sostenibilidad, la inclusión y la eficiencia. A medida que las ciudades españolas continúan adaptándose a las demandas cambiantes y a los desafíos ambientales, podemos esperar ver una evolución aún más dinámica en el ámbito de la movilidad urbana, marcando el camino hacia un futuro más verde y conectado”, se destaca desde el colegio profesional.

Es, eso sí, una operación sensible y complicada de ejecutar, sobre todo con el concepto que tienen muchos vecinos de que se debe llegar a la puerta de sus casas en su propio vehículo. Y más cuando es un municipio que ha decidido dar un paso adelante contundente.

Pasos adelante en Cádiz

Es lo que ha pasado con Cádiz capital. El anterior gobierno municipal de José María González apostó por una ZBE amplia, incluyendo todo el casco histórico menos la ronda de circunvalación, además del tramo del Paseo Marítimo ya semipeatonalizado.

Antes, el equipo de Movilidad Urbana del concejal Martín Vila ya reordenó en profundidad los aparcamientos en superficie, creando las zonas verdes en apoyo al vecino residente con coche. Estas zonas se han ido extendiendo a otras partes de la ciudad.

El nuevo gobierno de Bruno García ultima la nueva ordenanza y todo el complicado sistema informático para controlar el buen uso de la ZBE. Se espera que a lo largo de los dos primeros meses del nuevo 2025 comience a funcionar esta zona, aunque aún con unos meses en clave de prueba.

La ciudad de San Fernando está inmersa en un proyecto de mejora de la movilidad urbana que va mucho más del control del paso de coches en determinadas vías.

La alcaldesa Patricia Cavada ha apostado por un plan integral de la ciudad, a modo de una Agenda Urbana 2030 especialmente ambiciosa que tiene ya muchos elementos avanzados. Este trabajo ha recibido el elogio de especialistas en esta materia, como Salvador Rueda, un referente en el nuevo urbanismo. “San Fernando planea el proyecto de reciclaje urbano más importante de ciudades de su tamaño”, ha afirmado.

La ciudad, la segunda en habitantes de la Bahía y como la capital con graves problemas de falta de espacio, ha sabido aprovechar la llegada del tranvía metropolitano y la semipeatonalización de la calle Real, para extender a todo el término urbano un modelo de ciudad inmerso en el siglo XXI.

La pacificación del tráfico, la creación de senderos peatonales, la apertura de aparcamientos disuasorios gratuitos, la potenciación de zonas verdes, la mejora de la gestión de los residuos... está ya en proceso.

En este plan, el gobierno de Cavada fija en el Plan Director de Supermanzanas la definitiva modernización de la ciudad.

Este modelo ya se ha ido desarrollando en ciudades como París (gobernada también por una alcaldesa nacida en San Fernando) o Barcelona. Se busca crear espacios con una superficie limitada, donde el vecino encuentre todos los servicios y equipamientos públicos y espacios libres para poder vivir con calidad.

Mientras que el gobierno de Germán Beardo se queda atrás en todo este proceso, a pesar de la importancia que podría tener el mismo en una ciudad como El Puerto de Santa María muy necesitada de una profunda modernización, Chiclana sí se une a los municipios que están sabiendo dar pasos adelante.

El objetivo del gobierno de José María Román es que la ZBE esté plenamente en marcha en 2026, por lo que el año que ahora entra será fundamental para cerrar su ordenanza. Su espacio está dibujado y comprende un amplio entorno del centro histórico: desde la calle San Antonio (norte) hasta la calle Agustín Blázquez (sur) y desde la calle San Félix (oeste) hasta la calle Convento (este), abarcando de este modo gran parte de la zona centro de El Lugar y una pequeña superficie de La Banda, que linda con la Alameda del Río.

En todo caso, en 2024 se ha aprobado de forma inicial el Plan de Ordenación Urbana. Es un documento esencial que se concentra en la ciudad consolidada y que permitirá su necesaria reforma y mejora de todos los espacios sociales, siempre desde la visión de la mejora de la sostenilidad y la calidad habitacional del vecindario.

Sanlúcar, aunque algo más rezagada, también da los últimos pasos para iniciar su ZBE. La anunciada peatonalización de la plaza de la Paz jugará un papel importante en este proceso a lo largo del nuevo año.

Sin embargo, esta mejora de las ciudad pensando en sus ciudadanos, se quedará coja si no hay una actuación decidida en cuanto a la potenciación del transporte público interurbano.

El coche privado sigue liderando, y lo malo es que cada vez más, los viajes entre nuestras ciudades. Son miles de coches que salen de una localidad y acaba en otra, con todo lo que supone de generación de gases contaminantes y de presión sobre las tramas urbanas.

La provincia, y en espacial la Bahía de Cádiz, sigue soportando un importante déficit en cuanto al transporte público. Se necesitan más autobuses no contaminantes, más asiduidad en el paso de los trenes de Cercanías. Y falta la apuesta por la segunda línea del tranvía metropolitano, una vez que la que une Chiclana con Cádiz se ha ido asentando en el año que ahora culmina.