La Guardia Civil desarticula en Chiclana un narcopiso y detiene a tres personas, una de ellas dedicada a la 'telecoca'

La Guardia Civil de Cádiz, en el marco de la Operación Enfoscado, ha desarticulado un grupo criminal asentado en la localidad de Chiclana de la Frontera liderado por un conocido clan familiar dedicado al tráfico de drogas.

El líder del clan familiar, junto a su madre y su hija, menor de edad, conformaban un grupo criminal perfectamente estructurado que utilizaba su propia vivienda familiar como narcopiso para la guardería y distribución de la cocaína y hachís. Se utilizaba el servicio denominado 'telecoca', cuyo rol era asumido por el único detenido que no pertenecía a la familia. Por tales hechos se procedió el pasado día 3 al registro de la vivienda, que dio como resultado la detención de tres personas por los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico. Además, se abrió investigación a una menor.

En el operativo se incautaron 23 gramos de cocaína, parte de ella distribuida en dosis para su venta y 70 gramos de hachís. También se localizó alguna cantidad de droga en la habitación de la menor de edad, billetes de diverso valor y 5 teléfonos móviles.

Las investigaciones comenzaron a principios de este año, cuando los agentes de la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera detectaron el aumento cuantitativo de droga en las calles de la localidad, con el incremento de la presencia de toxicómanos en la zona. Esto hizo saltar las alarmas a los investigadores que fueron testigos de la alarma social generada en esta localidad.

Durante las pesquisas realizadas por los agentes del Área de Investigación del Puesto de Chiclana se realizaron numerosos operativos que determinaron la existencia de un grupo criminal destinado al tráfico de drogas.

Este grupo estaba liderado por un conocido clan familiar de la localidad, cuya estructura se encontraba perfectamente plasmada a través de roles y una jerarquía muy definida, donde el líder era el hijo; a continuación, en los siguientes escalones de responsabilidad, su madre, otro miembro ajeno a la familia y su hija, menor de edad.

De mismo modo, incluían en el grupo a personas a las que les asignaban cometidos de puestos de vigilancia o servicios de 'telecoca', los cuales actuaban como peones con una división de trabajo totalmente jerarquizada.

El modus operandi consistía en la utilización de la propia vivienda familiar para la realización de esta actividad ilícita, donde guardaban, repartían y distribuían la sustancia estupefaciente a drogodependientes de Chiclana, así como de otras localidades cercanas, lo que generaba una gran alarma social por el intenso flujo de consumidores que acudían a comprar durante las 24 horas.

Como norma general, los implicados se encontraban en el narcopiso, mientras otros realizaban las funciones de vigilancia y seguridad en las inmediaciones de la vivienda a fin de detectar y alertar de la posible presencia policial en la zona.

Asimismo, uno de los integrantes del grupo criminal vendía droga en las calles y hacía repartos mediante el método de 'telecoca', a través de llamadas de teléfono o mensajería instantánea para acordar los puntos de entrega.

La Guardia Civil ha explicado en una nota que este clan familiar y el mismo domicilio ya habían estado implicados anteriormente en actuaciones policiales contra el tráfico de drogas, lo que demuestra una dedicación continuada y con la finalidad clara y exclusiva de realizar labores ilícitas de tráfico de drogas.