"Lo haréis bien"
operación atalanta
El Almirante de la Flota despide a las casi 300 personas que, a bordo del 'Castilla', lucharán contra la piratería
Emoción de los familiares en la Base de Rota
Cádiz/"La proa del Castilla será amenaza para los criminales y esperanza para los que no tienen esperanza". Es lo que dijo ayer el Almirante de la Flota, Juan Rodríguez Garat, en la despedida de los hombres y mujeres que partieron, desde la Base de Rota, a luchar contra la piratería en el Índico. La Armada, apuntó Rodríguez Garat, "está para hacer frente a las cosas que no nos gustan", y la piratería es una de ellas. El hambre, la miseria, "el pueblo español no puede permanecer impasible ante la crueldad", señaló en sus palabras en la cubierta de vuelo del buque minutos antes de su salida del muelle.
Mientras, abajo, los familiares esperaban esos últimos abrazos y besos antes de la partida. "Papá se ha ido pero volverá pronto", le decía una madre a su hijo de apenas 20 meses que alargaba los brazos para intentar ir con su padre. "Es su quinta misión pero una no termina de acostumbrarse", contaba Aurora, de San Fernando. Embarazada de tres meses, su marido llegará a casa casi para el parto. "Para el nacimiento de él -mira a su hijo- llegó a lo justo", recordaba.
De Chiclana, una docena de familiares de otro miembro de la tripulación se habían desplazado hasta Rota. Con sombrilla incluida, algunos se resguardaban del sol. "Que te quiero mucho", se escuchaba. "Voy a estar por ese lado", le decía el marinero, para que estuvieran atentos y así compartir las últimas miradas.
"Lo haréis bien", les dijo seguro el Almirante de la Flota, por vuestra ilusión, por "vuestra calidad humana y profesionalidad que hace la diferencia". "Vuestra ilusión va a ser puesta a prueba por los enemigos de todos los tiempos (el largo tiempo, la lejanía de los seres queridos, la climatología o la vida en espacios pequeños,...) pero tenéis que recordar por qué estáis aquí".
El buque de asalto anfibio Castilla permanecerá hasta el mes de diciembre como buque de mando de la operación Atalanta, y releva en la zona al buque de acción marítima Meteoro. Además de su dotación de 217 marinos, a bordo se encuentra el cuartel general embarcado de la operación, con el mando del contralmirante Alfonso Pérez de Nanclares de Acevedo, formado por personal de Letonia, Serbia y Montenegro. Rodríguez Garat tenía también palabras para él: "Tenéis todas las cartas en la mano parar dar un paso más en el proceso de la erradicación de la piratería".
El buque contará además con dos helicópteros de la décima escuadrilla de la flotilla de aeronaves SH60L y SH60F (este último es la primera vez que se despliega en exterior desde su recepción en 2017), con 30 personas. La dotación se completa con un equipo de seguridad de Infantería de Marina, además de un equipo médico.
El comandante del Castilla, Vicente Cuquerella Gamboa, señaló a los medios que su equipo está dispuesto a dar los mejor de cada uno para que "la Armada esté orgullosa de nosotros". La operación Atalanta, en la que España "ha colaborado sin parar en ningún momento", cree que "es ejemplo de éxito", y así lo constatan los niveles de piratería que se han conseguido. "Estamos muy ilusionados".
La Atalanta arrancó tras la decisión de la comunidad internacional en 2008 de asegurar el tráfico marítimo en el cuerno de África, ante numerosos actos de este tipo. Esta misión es la primera operación marítima de la UE que se realiza en el marco de la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD). Su objetivo es proteger del ataque de los piratas al tráfico marítimo en el océano Índico occidental, especialmente a los buques del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. También lo es proteger a los pesqueros para que puedan faenar sin peligro en aquellas aguas, controlar los puertos y las bases desde donde actúan los piratas y neutralizar los barcos nodriza que éstos utilizan para llegar a alta mar.
La Armada Española es la única que ha contribuido de forma permanente a la operación y está previsto que en 2019, la Base de Rota albergue el Cuartel general de la misión, tras el Brexit.
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