1 hora más, 600 profesores menos

En cuanto llegó la nota de prensa del Gobierno el lunes por la tarde en la que se anunciaba que se añadían 10.000 millones más de recorte a lo ya anunciados en los Presupuestos y que estos irían a Educación y Sanidad, hubo técnicos de la delegación provincial de la plaza Mina que realizaron rápidamente el cálculo. "Uf, no menos de 130 millones de euros", comentó un inspector. En esta semana, y a la espera de que el encuentro de todas las comunidades conozcan los detalles de este nuevo tijeretazo, en la delegación provincial ya se han hecho números, ya se sabe por dónde se podrían cuadrar los números y, una vez hechas todas las cuentas... las cuentas no salen.

La delegación provincial de Cádiz contó en 2011 con un presupuesto de 574 millones. Ya eran unos presupuestos muy ajustados porque 557 se destinaban al Capítulo 1, esto es, personal; esto es, docentes. Si aceptamos como válidos los 130 millones de recortes (pueden ser menos, pero es posible que sean más), nos encontramos con un escenario en el que, por fuerza, todo el ahorro tiene que estar en el Capítulo 1. Personal. Las cuentas aproximadas que se hacen son las siguientes. Si los profesores de instituto cumplieran la jornada lectiva, que tiene un tope de 20 horas, es decir, dos horas más de las que realizan de media, serían innecesarios 715 profesores interinos en la provincia. Si aplicamos el mismo baremo a los maestros de los colegios de primaria, con topes de 27 horas, es decir, que hicieran dos horas más de las que hacen de media, estaríamos hablando de 492 maestros menos.

Pero todo eso no es suficiente. Los técnicos consultados por este medio conocían el dato básico de primera mano. Añadir una hora más lectiva para los funcionarios acaba con 600 puestos de trabajo interinos en las aulas. Y, aún así, hay que seguir cortando. Habría que ir más allá. Habría que aumentar el número de alumnos por aula. Los técnicos, por tanto, hacen una nueva proyección que ellos mismos consideran "suicida". "Pongamos diez niños más por clases, aumentemos la ratio hasta los 40 niños. Esto también significa un importante recorte en el profesorado interino que no ha conseguido sacar plaza. En la provincia de Cádiz amontonar chavales en aulas que no están preparadas para ello supondría 981 docentes menos.

En fin, recortando al máximo, al límite de lo que se podría sin causar un estallido en las aulas, un plante del profesorado, sin contar con el poder con el que cuentan los sindicatos dentro de la Consejería de Eduacación, Cádiz podría prescindir nada menos que de 2.188 docentes.

Ahora miremos los presupuestos. La delegación de Cádiz dedica a pagar al profesorado de los centros públicos 402 millones y dedica algo más de 100 millones, casi 101, a pagar a los docentes que trabajan para la enseñanza concertada, imprescindible para mantener la estabilidad en la Educación en grandes poblaciones. Esto quiere decir que reducir 2.188 docentes movería un ahorro que se situaría en torno a los 90 millones de euros. Faltarían todavía 40 millones de euros para cuadrar el enorme bocado del presupuesto que se temen que va a llegar.

Apenas hay margen para seguir con la tijera. El personal de servicios de centros públicos se lleva 54 millones. Estamos hablando, sobre todo en Secundaria, de conserjes, jardineros, personal de mantenimiento. Poniendo el mantenimiento de los centros a cero de inversión y, por supuesto, siendo las sustituciones una quimera el Capítulo 1 seguirían sin alcanzar los objetivos. Habría que pensar en sacar otra tajada en los poco más de 7 millones del Capítulo 4, donde se incluye, esencialmente, la ayuda a los centros para el pago de comedores. Los comedores en Andalucía están subvencionados para los padres de alumnos con menos recursos. Hay padres que llevan a sus hijos a los comedores (los casos de la Sierra son palpables) porque tienen dificultades para darles de comer en casa. Hay otros padres con rentas muy bajas que trabajan en las horas de la comida. Sí, es posible reducir en comedores a un coste social enorme.

Por supuesto, se ahorra en planes avanzados que ya se han detenido, planes que se han ido al traste. TIC 2.0 era un orgullo de la Junta de Andalucía. Consistía en la informatización de los centros. Por supuesto, los niños se olvidan de los ordenadores gratuitos en 5º. Eso es historia. La desaparición de este centro afectará a 14.000 alumnos y aliviará las cuentas en dos millones de euros. Planes modélicos como los de Prado del Rey, un pueblo de temporeros, en el que la informatización de las aulas había llevado también los nuevos medios a las casas, perderían no las terminales pero sí su mantenimiento. El éxito en ese alumnado, que antes era carne de fracaso escolar, no podrá ser trasladado a otras localidades. Es seguro que cuando los alumnos hagan las pruebas de competencia que envía Europa, nuestras notas serán peores de lo que ya son.

Habrá que renunciar a otros planes como el acompañamiento escolar, con 9.062 alumnos que reciben clases de refuerzo fuera del horario escolar gracias al incremento horario laboral de 577 profesores y 385 mentores, que perderán ese trabajo. Junto a este programa, también existía el PARCE, al que estaban acogidos 40 centros y que percibían entre 6.000 y 10.000 euros por centro. No es mucho dentro de la inmensidad del tijeretazo, 270.400 euros, pero habrá que prescindir de un trabajo que da más oportunidades a alumnos con posibilidades en materias básicas como Lengua o Matemáticas. Por supuesto, ni se contempla seguir con el apoyo lingüístico a 400 inmigrantes, que hace posible no sólo la integración de los niños extranjeros sino de sus propios padres, a los que los niños incentivan. Una vez recortado todo esto, habría que recortar más y más. La provincia de Cádiz, que había conseguido recortar con penuria sus pésimos datos escolares marcados por la escasa renta, perderá buena pare de los avances conseguidos. En Educación los técnicos auguran un futuro sombrío para la escuela pública.