"Los hoteles en Bahía Blanca y el Club Med podrían estar para 2020"
david de la encina. alcalde y responsable municipal de turismo
El primer edil destaca la profesionalidad y compromiso del sector turístico
Se estudian alternativas para dar licencias a proyectos en el casco histórico
El puerto/David de la Encina, alcalde de la ciudad, ostenta también desde 2017 la responsabilidad de la Concejalía de Turismo.
-¿Hay razones para el optimismo en el sector?
-Sí, hay razones para ser optimistas en materia turística. Tenemos que romper la apatía y el negativismo, creo que ya son tres los años en los que se vive un cambio positivo en los eventos y tenemos un gran músculo empresarial. Hay un empresariado local centrado en la restauración, la hostelería y los eventos del que nos tenemos que sentir muy orgullosos porque han demostrado mucha profesionalidad. Cuando voy a otras localidades o citas turísticas descubro que tenemos, además de los recursos naturales, un sector empresarial muy potente.
-Tras el derribo del Caballo Blanco, al parecer hay ya inversores interesados en la parcela.
-Sí, ese proyecto ha sufrido complejos avatares. Cuando Meliá quiso abordar la reforma tuvo problemas urbanísticos y los cambios se produjeron ya cuando la situación mercantil era compleja. La parcela acabó en manos de los bancos, en concreto de la inmobiliaria del Banco Popular y ha estado años sin uso. En el último año ha habido varias peticiones de ofertas y ahora, con la demolición, se han incrementado las solicitudes a Alcaldía y a Urbanismo de la ficha de referencia. Es una ficha muy interesante porque permite construir un hotel con suficientes habitaciones y complementar la parcela con un uso comercial y puntualmente residencial, lo que la hace muy atractiva para posibles inversores.
-Otro proyecto anunciado es el de Bahía Blanca. ¿Qué previsiones hay?
-Los promotores pueden empezar la obra cuando quieran. La empresa, Puerto María S.L, estuvo aquí la semana pasada. Este proyecto no necesita Plan Especial de Reforma Interior, la parcela está preparada. Me consta que la empresa tiene mucho interés y se está organizando financieramente para ejecutar la obra, con una inversión de más de 20 millones de euros. Se levantará un hotel de máximo nivel, con unas 120 habitaciones con villas clavadas en las dunas con un mínimo impacto ambiental y otro edificio retranqueado con unas 60 habitaciones. El proceso constructivo durará unos dos años y la intención de la propiedad es que el hotel pueda estar funcionando en la Semana Santa de 2020.
-Los mismos inversores llevan también el proyecto del Cangrejo Rojo. ¿Hay ya plan de trabajo?
-Sí. En este caso los inversores han superado una etapa muy compleja de dos años de trabajos urbanísticos milimétricos para la elaboración del PERI, y ahora están ultimando el proyecto de urbanización. Ya sabemos qué se puede hacer en cada metro cuadrado de esa parcela y ahora se trata de proyectar las canalizaciones y definir por dónde pasan cables, tuberías y suministros. Después vendrá ya la obra, que serán al menos 24 meses. En este caso la previsión es que el hotel pueda estar en marcha para el verano de 2020.
-Otro proyecto aparcado es el del Campo de Golf. ¿Se llegaron a vender las instalaciones?
-No, siguen en manos de la Sareb. En esa parcela hay problemas de planeamiento. La zona del campo está relativamente bien mantenida, pero la parte del desarrollo urbanístico, al otro lado de la carretera, tiene problemas a nivel registral y ahora estamos tratando de regularizar la zona desde el punto de vista de las infraestructuras. En su momento no hubo previsión y ahora hay que ordenar urbanísticamente la zona, sabiendo además que hay operadores del mundo del golf interesados. El inversor debe saber que al precio del suelo deberá añadirle el coste del desarrollo, que es algo que se está mirando con lupa. Como inversión sí es previsible su venta, pero el desarrollo del suelo tardará por los problemas de ordenación.
-En cuanto al convenio de La Puntilla, que va a pleno la semana próxima, ¿qué ofrece desde el punto de vista hotelero?
-Son 113.000 metros en total, de los cuales el Ayuntamiento se queda con la zona deportiva, por la que se pagaba hasta ahora 94.000 euros al año, mientras que la parcela hacia el río, con 60.000 metros cuadrados, quedaría desafectado y la APBC lo adjudicará a un tercero para el desarrollo hotelero. El futuro hotel tendrá tres alturas y unas 340 habitaciones. La zona verde se mantendrá íntegramente y hay otra parcela más pequeña, que se ha pintado para VPO aunque eso no significa que tenga que ser para viviendas, sino que también podría ser para otro hotel. A alguna cadena le podría interesar un desarrollo integral de un gran hotel y otro complementario o apartahotel más pequeño en esta zona, pero a día de hoy la APBC no lo ve claro y queremos ser lo más cautelosos posibles para que no haya un abandono de la parcela. Como no hay garantía de que se puedan hacer los dos hoteles, es más seguro proyectar ahora un primer hotel y un futuro desarrollo en el que se pueda modificar el uso. Si este nuevo hotel se materializara podríamos pasar de un solo hotel de playa a tener cuatro.
- Otra de las novedades es el cambio de gestión del hotel Santa María, que reabre precisamente sus puertas este fin de semana.
-He estado en contacto con Santiago Cobo, un gran empresario, y me ha transmitido su interés por la ciudad. Han cerrado esa operación de gestión y siguen con la propiedad de Los Jándalos, que se verá también mejorado. Es una buena noticia que se mantenga un referente turístico en el centro.
- Y ¿qué va a pasar con San Juan de Dios?
-Tendrá un uso hotelero. Se quiere amarrar muy bien la propiedad pública y cada paso es objeto de mucho detalle y tiempo de tramitación. Tenemos un borrador de pliego para un concurso público y hay varios inversores interesados, pero actualmente el edificio solo permite sacar unas 80 habitaciones y para una actuación más amplia hay que esperar al Peprichye.
-Ahora está muy en boga el concepto de pequeños hoteles urbanos. Hay varios proyectos aparcados a la espera del Peprichye.
-Sí, tenemos siete proyectos de rehabilitación de fincas en el centro y de ellos cuatro son para hostels y hoteles. A la espera del Peprichye, vamos a intentar pactar con la Junta una reinterpretación de una circular del año 2003 para poder otorgar licencias en el centro, levantando la suspensión de forma temporal.
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