El importante pasado fenicio de El Puerto renace en Doña Blanca

El Ayuntamiento lanza un proyecto con el fin de divulgar el enclave histórico en internet

Patricia Merello

01 de septiembre 2017 - 02:18

El puerto/A los pies de la Sierra de San Cristóbal, seis hectáreas se extienden en una llanura de marisma y salinar alrededor del Castillo de Doña Blanca, conocido así debido al cautiverio que sufrió Doña Blanca de Borbón, esposa de Pedro I de Castilla, en el siglo XIV. Un enclave arqueológico y turístico que conforma el Yacimiento de Doña Blanca, con 1.600 metros de recorrido. Numerosas excavaciones han delatado la presencia que tuvieron los fenicios, procedentes de Oriente Medio, en la que denominaron Puerto Menestheo y que ha relucido en los últimos hallazgos de la Universidad de Cádiz. "Han visto más allá de lo que se tenía pensado y parece ser que el mayor puerto púnico del Mediterráneo está en el Yacimiento", explica la teniente de alcalde delegada de Cultura y Patrimonio Histórico, María Eugenia Lara.

Con el fin de divulgar la historia que esconde este complejo arqueológico, El Puerto Global y el área de Turismo han sacado a la luz un proyecto que pretende poner en valor el pasado fenicio en la localidad. La iniciativa presenta un vídeo promocional de 1:23 minutos de duración que refleja mediante fotogramas paisajísticos las ruinas del yacimiento así como la colección de piezas extraídas del mismo recopiladas en el Museo Municipal Hospitalito. El audiovisual se difundirá por las redes sociales municipales.

"El Puerto es una ciudad viva que, poco a poco, va recuperando su orgullo y su sentimiento de pertenencia, siendo esencial para ello el conocimiento y la difusión de nuestro pasado", señala el alcalde portuense David de la Encina.

El yacimiento, cuyos restos más antiguos se remontan a una fase tardía de la Edad del Cobre, a finales del III milenio a.C., cuenta con lagares y piletas de viviendas que estuvieron deshabitadas hasta que la ciudad volvió a ser ocupada en el siglo VIII a.C. cuando se construyó la primera muralla, a la que más tarde se unieron dos más. La zona se convirtió en un punto para divisar al enemigo que también fue asentada en la Época medieval islámica, momento en el que se erigió la conocida fortaleza.

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