Los jubilados de la Diputación exigen que se suspenda la medida que les deja sin médico

Fue un mal rato para el presidente Cabaña. Se notaba que temía que llegara el momento de enfrentarse con sus mayores. Con los mayores de la administración que ahora preside. La crisis económica y las medidas de retención de gastos llevó a la Diputación a adoptar la decisión de retirar la asistencia médica privada a sus jubilados.

Ellos no lo ven justo y creen que se trata de una actitud "discriminatoria y falta de tacto". Ayer se acercaron hasta el Pleno provincial para intentar arrancar una rectificación por parte de sus administradores políticos pero la decisión está tomada. A partir del 1 de enero, los pensionistas dejaron de contar con asistencia médica y farmacéutica y deberán pasarse al régimen público de la Seguridad Social. No se quedan sin médico pero lo consideran una pérdida "poco solidaria y plagada de errores".

Los errores los reconoció de inmediato el presidente González Cabaña. Básicamente reconoció dos, uno de tacto y otro de mayor trasfondo. De los dos pidió disculpas y aseguró una pronta rectificación. El de tacto fue el método en el que los jubilados se fueron enterando de la pérdida de sus derechos adquiridos durante su labor en la Diputación. "Algunos los recibimos un fatídico 28 de diciembre, vaya inocentada", aseguraba uno de los afectados que indignado gritaba en el Salón de Plenos. Pero Teresa Díaz, secretaria sindical de UGT en la Diputación, aseguraba a este Diario que había compañeros que recibieron la carta incluso el día de Reyes, cuando ya no tenían médico, "o que incluso que se enteraron en la propia consulta médica o en la farmacia". Disculpas por el método por parte del presidente. El otro error, "más grave", porque la carta la recibieron incluso los prejubilados, dándose la circunstancia de que la Diputación se ha comprometido a que este colectivo siga con su asistencia médica y farmacéutica hasta que llegue el momento de la definitiva jubilación. Por este error, también disculpas durante un cariñoso careo en el que el presidente trataba con nombre de pila a los allí concentrados.

Pero de momento, las disculpas y el compromiso de una reunión para el miércoles "para llegar hasta donde podamos", además de la apuesta por prolongar los tratamientos médicos privados para aquellos jubilados que sufran ahora una enfermedad grave y que requieran un tratamiento prolongado.