Galería del crimen | Capítulo 22
Por el honor de nuestra vecina
Tribunales
Cádiz/La Audiencia Provincial de Cádiz acogerá el próximo mes de noviembre un juicio con jurado a un hombre acusado de allanar la vivienda de su ex pareja para luego violarla.
Tal y como recoge el auto de hechos justiciables, al que ha tenido acceso a este medio, el procesado y la víctima mantuvieron una relación sentimental con convivencia durante varios años. En febrero de 2019 se separaron, si bien con posterioridad tuvieron “periodos intermitentes” en los que retomaron de nuevo el contacto. En febrero de 2020, ella decidió cortar otra vez aunque él “no lo asumió”.
Desde el 17 de febrero de 2020, prosigue el auto, la denunciante empezó a recibir mensajes de WhatsApp de su ex novio en los que le insistía en quedarse a dormir en su casa la noche del sábado 22, pero “ella se negó en todo momento”.
A pesar de la negativa, el sábado 22, sobre las 18:00 horas, el procesado comenzó a mandarle nuevamente mensajes a su ex para reiterarle que quería verla. “Le dijo que quería matarse si no lo hacía”, aunque ella se mantuvo en su postura de no quedar.
Al día siguiente, sobre la una de la madrugada, el encausado fue a buscar a su ex pareja por la zona donde vivía y que frecuentaba con sus amigos, de tal forma que se sumó a su grupo de amigos. Al final, todos acabaron en una zona de ocio hasta altas horas de la madrugada.
Sobre las seis o siete de la mañana, continúa el relato de los hechos justiciables, la mujer aprovechó un descuido de su ex novio y, sin ser vista por él, se marchó a su casa. Por el camino se encontró a un amigo que vivía en su mismo barrio, muy cerca de ella, y se fueron juntos a la casa de ella.
A las ocho y media de la mañana, cuando la mujer y su amigo se encontraban aún en la vivienda, empezaron a escuchar ruidos en la cerradura del portón de entrada. Ella se asomó por la mirilla y vio al acusado “tratando de abrir la puerta con un carnet”, razón por la que echó dos vueltas a la llave de la cerradura. Después le dijo que se marchara.
Fue entonces cuando el procesado le gritó: “Déjame entrar, tú no estás sola”. Ella pensó que se cansaría y se marcharía. Al cabo de un rato quiso asomarse de nuevo a la mirilla y comprobó que su ex la había arrancado y estaba observando lo que ocurría en el interior de la casa.
Según el auto judicial, cuando el encausado se percató de que la mujer estaba acompañada por un amigo, “empezó a dar fuertes patadas a la puerta” hasta que llegó fracturarla y abrirla.
A continuación, el acusado entró rápidamente en la vivienda de la víctima y se dirigió hacia su acompañante mientras le decía “te estás follando a mi mujer”. Después lo golpeó, lo zarandeó y lo agarró por los brazos para darle un cabezazo en la frente. El ataque se produjo mientras el agredido no paraba de repetir que se estaba confundiendo.
En tales circunstancias, la mujer se interpuso entre ambos para tratar de poner fin a la embestida. De esta forma, logró que su amigo escapara de la paliza, si bien su ex novio se abalanzó sobre ella por la espalda y la sujetó violentamente. La mujer cayó al suelo y se puso de rodillas para protegerse, “momento que aprovechó el acusado para comprobar si había mantenido relaciones sexuales” con su amigo. Así, expone el auto de hechos justiciables, le metió la mano por debajo del pantalón del pijama y la agredió sexualmente al tiempo que le decía “ya estás contenta”.
Acto seguido el encausado arremetió de nuevo contra el amigo de su ex pareja hasta que llegó la Policía.
Para la Fiscalía el procesado es autor de tres delitos: agresión sexual, allanamiento de morada y daños. La acusación particular considera que es autor de un delito de agresión sexual y allanamiento de morada, además de un delito de malos tratos. Por último, la defensa sostiene que el encausado no cometió delito alguno.
El juicio con jurado se celebrará en la Audiencia Provincial de Cádiz el próximo mes de noviembre, en concreto, entre los días 14 y 21. La presidenta del tribunal popular será la magistrada María Inmaculada Montesinos, de la Sección Cuarta.
Durante las diferentes sesiones los miembros del jurado tendrán que determinar, además de la autoría de los hechos, la concurrencia de posibles circunstancias modificativas de la responsabilidad penal en este procedimiento, como la agravante de parentesco o la de género.
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