Almería-Cádiz CF
El Comité de Árbitros reconoce el grave error en el penalti

"Pudo ser ella, pudo ser él, que ocurriera un accidente o que ella lo indujera"

Conclusiones del juicio al supuesto parricida de Arcos

La defensa del supuesto parricida solicita su absolución al no considerar acreditado que él fuese el autor material del crimen

La Fiscalía mantiene su petición de internamiento psiquiátrico y la acusación particular, la prisión permanente revisable

Un momento de la vista oral celebrada en Jerez.

Jerez/“Dudas y más dudas”. Tras cinco sesiones de juicio, eso es lo que ha visto la defensa del vecino de Arcos acusado de asesinar a Enmanuel, su hijo de ocho meses, en junio de 2017. Una incertidumbre que ha llevado a la letrada del procesado a modificar sus conclusiones iniciales y a pedir, a última hora, su absolución.

“Pudo ser él, pudo ser ella, ocurrir un accidente o que ella lo indujera”, ha enumerado la defensa en su exposición final sobre lo sucedido aquel 1 de junio de 2017. “Tengo dudas razonables sobre lo que pasó ese día y, según nuestro ordenamiento jurídico, si hay dudas, debo actuar en consecuencia. Por ello solicito la absolución de mi representado”. Según la abogada, durante el desarrollo de las diferentes sesiones de la vista con jurado “no ha quedado acreditado que el padre fuese el autor material de la muerte de su hijo”.

Las acusaciones, por su parte, sí han mantenido que el encausado asesinó con alevosía a su bebé asfixiándolo contra su pecho. La diferencia entre ambas acusaciones es que la Fiscalía ha apreciado cierto trastorno mental en el acusado el día del crimen (eximente incompleta) y ha solicitado su internamiento psiquiátrico permanente y revisable, mientras que la acusación particular, ejercida por la madre del menor, ha considerado que el padre era plenamente consciente de sus actos y ha planteado la prisión permanente revisable.

¿Confesó el crimen?

La abogada defensora ha explicado en sus conclusiones definitivas que el procesado, realmente, no reconoció el crimen. “El día que murió Enmanuel, el padre le dijo a los agentes que acudieron a su domicilio: 'Sé lo que ha pasado, hagan lo que tengan que hacer. Llevadme a la Peña que me quiero tirar'”. Esas afirmaciones, a mi entender, no son categóricas, son frases abiertas”, ha indicado la letrada, poniendo así en tela de juicio la posible confesión del supuesto parricida.

Asimismo, la defensa ha subrayado el informe elaborado por los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Arcos. “La trabajadora fue muy clara. El padre era el que se hacía cargo del niño y de la casa, mientras que ella no solo no hacía nada en el hogar, sino que se convirtió en una niña consentida que tuvo incluso celos de su propio hijo”.

La letrada ha valorado como “extraño” el comportamiento de la madre el día de los hechos. “La Policía estuvo dos horas en la puerta de su domicilio y ella no pidió auxilio. No es normal que no solicitase ayuda si verdaderamente había una situación de riesgo”.

En caso de que el jurado considere que el padre es culpable de la muerte de su bebé, la defensa ha planteado de manera subsidiaria que se tenga en cuenta “la gravísima enfermedad psicótica” que padece el encausado como eximente completa. El 1 de junio de 2017, ha recordado la abogada, el procesado “no era responsable de sus actos porque, de un lado, su voluntad estaba totalmente anulada y, de otro, sus capacidades intelectivas se encontraban gravemente afectadas, como así dictaminaron los forenses”.

Con alevosía

La abogada de la acusación particular, por su parte, ha estimado que el encausado es responsable de un delito de asesinato con alevosía. Para sostener esta tesis, la letrada de la madre del bebé ha recordado que todos los policías intervinientes el día de los hechos apuntaron que el padre, además de reconocer el crimen, explicó lo sucedido de una forma coherente y estructurada. “No fue hasta dos días después que el acusado empezó a hablar de mensajes apocalípticos en su móvil. Se ve que no tenía muy clara la película que nos iba a contar”, ha dicho la letrada, que también ha mostrado serias dudas sobre la enfermedad mental del supuesto parricida. “¿Tuvo o no alucinaciones?, ¿las estaba simulando?, ¿le dio el brote psicótico en el momento de matar a su hijo y después ya se encontró perfectamente?

La letrada ha incidido también en que los forenses no tenían un diagnóstico claro sobre la patología que padece el procesado. Bajo su punto de vista, “no hay pruebas objetivas” sobre su enfermedad mental.

La Fiscalía, al igual que la acusación particular, ha considerado que el padre asesinó a su hijo con alevosía “por desvalimiento”, habida cuenta la nula posibilidad de defensa de un bebé de ocho meses. No obstante, la acusación pública sí ha apreciado el “trastorno psicótico grave” del encausado en el momento de cometer los hechos y ha pedido su internamiento en un psiquiátrico, no en un centro penitenciario.

El jurado recibirá el objeto del veredicto este miércoles, a partir de las diez de la mañana, para comenzar a deliberar.

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