El jurado absuelve al acusado de asesinar a una enferma mental en San Fernando

Cádiz/El jurado ha declarado inocente al acusado de asesinar a una enferma mental la madrugada del 17 de junio de 2017 en la Casa Hogar Faisem de San Fernando. El tribunal popular considera que no existen pruebas incriminatorias suficientes que acrediten que el procesado prendiera fuego a la habitación que ocupaba la víctima en el centro de salud mental del que ambos eran usuarios.

Tras dos jornadas de deliberación y la celebración de tres sesiones plenarias en la Audiencia Provincial de Cádiz, el jurado ha estimado que en este caso debe prevalecer la presunción de inocencia.

La Fiscalía sentó en el banquillo al encausado como responsable de un delito de asesinato con alevosía en concurso con un delito de incendio con peligro para la vida e integridad física de las personas y solicitó para él 25 años de prisión. La acusación particular, ejercida por la hija de la víctima, pidió prisión permanente revisable. La defensa, por su parte, entendió que el fuego que causó la muerte de la usuaria pudo ser accidental y, por tanto, planteó la absolución.

Conocido el veredicto exculpatorio, el magistrado presidente del jurado, Luis de Diego Alegre, debe dictar ahora una sentencia absolutoria que, no obstante, puede ser recurrida en apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

A la fecha de los hechos, acusado y víctima eran usuarios de la Fundación Pública Andaluza para la Integración Social de Personas con Enfermedad Mental, Faisem. El tenía diagnosticado trastorno bipolar tipo 2 y trastorno mixto de la personalidad; ella se encontraba incapacitada.

La madrugada del 17 de junio de 2017 se declaró un incendio en las instalaciones de la Casa Hogar Faisem de San Fernando, en concreto, en la habitación de la víctima. La mujer sufrió heridas graves y fue trasladada primero al Hospital Puerta del Mar de Cádiz y después, al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla. Falleció el 26 de junio de 2017 por “muerta violenta secundaria a una insuficiencia respiratoria severa” debido a “una neumonía bilateral con fracaso multiorgánico por quemaduras en el 72% de su cuerpo”, según el informe de la autopsia.

En su declaración durante la primera sesión del juicio, el procesado reconoció que padecía trastornos y que ingresó en varios centros residenciales de Faisem, si bien dijo que nunca tuvo problemas con otros usuarios ni se mostró desafiante con los responsables. Una vez que accedió a la Casa Hogar de San Fernando, no hizo amistades con nadie, dijo, pero calificó su relación con los monitores como “buena”.

A preguntas de la fiscal, admitió que tuvo “algunas discrepancias” con la víctima, aunque negó que la insultara, la agrediera o la amenazara con quemarla. Asimismo, rechazó que antes del fuego vertiera cenizas sobre la cama de su compañera y que desconectara la alarma antincendios, pues no sabía hacerlo.

La noche del siniestro, testificó, tomó su medicación y se fue a dormir. En un momento de la madrugada, señaló, se despertó y acudió al puesto de control de las monitoras de guardia para pedirles pastillas para conciliar el sueño, una práctica que solía llevar a cabo con asiduidad. Ya de nuevo dormido en su cuarto, tuvo que ser despertado una media hora después por una de las trabajadoras del centro, quien le advirtió que se había producido un incendio en el inmueble. De esta forma, rebatió que entrase en la habitación de la víctima y le prendiera fuego.