Así es Karim El Baqqali, el piloto de la narcolancha que mató a dos agentes de la Guardia Civil en Barbate

Imagen del suceso de Barbate.
Imagen del suceso de Barbate.

Karim es el nombre del que hasta este jueves era el enemigo número 1 de la Guardia Civil. Es el principal implicado en el asesinato de los dos guardias civiles que murieron arrollados en el puerto de Barbate el pasado 9 de febrero cuando salieron con su pequeña zodiac para tratar de desalojar a las narcolanchas que buscaban refugio de los fuertes vientos que trajo a la provincia la borrasca 'Karlota'.

Todas las narcolanchas se retiraron por la presión de los agentes menos dos, comenzando unas maniobras de persecución que enfrentaba a los agentes con potentes embarcaciones preparadas para el narcotráfico. Una de ellas arrolló en varias ocasiones la lancha de los agentes de la Guardia Civil, provocando la muerte de dos de ellos, David Pérez y Miguel Ángel González. También resultaron heridos de diversa consideración otros agentes.

Lo que ocurrió aquella noche quedó grabado en las cámaras del SIVE, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior de la Guardia Civil. La embarcación de Kiko el Cabra fue seguida hasta una playa linense, donde se produjeron las detenciones. La otra, que fue la que finalmente determinó que embistió a los agentes, se perdió en el mar con Karim y al menos otros cuatro tripulantes, dos marroquíes y dos españoles.

En un primer momento, se pensó que la narcolancha que pilotaba Kiko el Cabra fue la que provocó las muertes sin embargo, una investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil dio un giro a la investigación. Tras el análisis de las pruebas y de vídeos, uno de ellos en concreto grabada con el teléfono móvil desde la propia narcolancha de Kiko el Cabra, hizo que se desviara las sospechas hacia esa segunda embarcación que huyó, de la que se perdió la pista y que sería la pilotada por Karim.

Quién es Karim

El principal implicado en la tragedia de Barbate es un conocido narcotrafincante, natural de Tetuán, de unos 32 años de edad y que lleva media vida transportando en su potente goma de cuatro motores fardos de hachís hasta las costas gaditanas.

El detenido está muy ligado a la costa Sur de Málaga (tiene su residencia establecida en Marbella) y es sobrino de Karim -Abdellah El Merabet, un marroquí asentado en esa provincia conocido como 'Pus pus', también muy ligado al narcotráfico. En la investigación se ha pensado que Abdellah El Merabet es el que probablemente le podría haber estado ofrecieron protección a Karim, que pudo haberse fugado a Marruecos tras los hechos.

Los investigadores creen que Abdellah El Merabet es el jefe de la organización a la que pertenecían los ocupantes de la narcolancha y dueño de esta embarcación. Además posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos e, incluso, un yate que suele fondear en un pantalán de Puerto Banús en Marbella, de color blanco y de dos plantas valorado en unos 500.000 euros.

El mutismo entorno a la detención de Karim es absoluto: poco se sabe de su arresto (fuentes consultadas indican a Diario de Cádiz que ha sido a las 3 de la mañana de este jueves aunque sin indicar el lugar), tampoco si se ha entregado (durante el tiempo que ha estado escondido en Marruecos algunos allegados trataron de convencerlo de que lo hiciera).

Tenía la intención de "quitarles la vida"

Tras un análisis exhaustivo de las imágenes captadas y de los teléfonos móviles, el informe de esa investigación concluyó que la narcolancha que embistió a la patrullera tenía la intención "clara e inequívoca" de causarles un "grave daño" o "quitarles la vida".

La narcolancha cuatrimotora (la que embistió a la patrullera) "no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes", como ocurre en otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad, destacaba el informe.

"Más allá de estar patroneando un género prohibido, nada tenían que 'defender' y, por tanto, la única explicación hallada para dar sentido al brutal ataque 'gratuito' acometido contra la embarcación de la Guardia Civil es la intención de causarles un grave daño quitarles la vida", añadía.

De esos análisis se determinó que la narcolancha que atacó a la patrullera oficial tenía cuatro motores y una antena, mientras que la que fue intervenida el día después de los hechos también era cuatrimotor, pero con dos antenas.

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