Dos toneladas y media de marihuana incautadas en la provincia en este año
Golpe a la droga de moda
De ellas, el 70% es de droga seca, que pesa menos que la verde recién cortada de la planta
Cádiz/En lo que va de año, los cuerpos de seguridad del Estado han aprehendido 2.537 kilogramos de marihuana en la provincia de Cádiz. Esta cifra viene a corroborar lo que se viene percibiendo desde hace unos años:el crecimiento del tráfico de esta sustancia en la que muchos antiguos narcos del hachís han detectado un buen nicho de negocio. De estas dos toneladas y media, el 70% es marihuana seca, y el 30% restante maría verde, o sea, recién cortada. Este dato tiene su importancia, porque la marihuana seca pesa bastante menos que la verde.
¿Y a qué se debe este trasvase de empresarios del cannabis? Pues básicamente a que la diferencia de precio entre el kilo de hachís y el de marihuana se ha reducido significativamente. Actualmente los 1.000 gramos de maría suele costar 1.500 euros, incluso 2.000 si es de gran calidad, mientras que un kilo de buen hachís vale 3.000. Ocurre que, además, con la marihuana cultivada en viviendas o plantaciones privadas –que cometen un fraude al obtener electricidad con enganches ilegales–, también se ahorran el transporte desde Marruecos, el dinero que cobra el piloto de la embarcación, el de los puntos que vigilan a los agentes de Policía, Guardia Civil o Vigilancia Aduanera, no necesitan porteadores para llevar los fardos de la playa a los todoterrenos ni tampoco hay que contratar guarderías. Para colmo, la pena de cárcel por cultivar marihuana es menor y si se trata de la primera vez no se suele entrar en prisión. Esto quiere decir que los que se inician en el negocio lo hacen con esa bola extra que les permite hacer piruetas en el alambre conscientes de que tienen una red bajo sus cabezas.
Al igual que ocurre con el hachís, cuanto más al norte se coloca la droga más se revaloriza. Las plantas, que pueden dar hasta 250 gramos de cogollo por cosecha, se venden a 150 euros, y los esquejes, de apenas unos centímetros de altura, a cinco euros. Y si en España el kilo de cogollos puede costar entre los 1.000 y los 2.000 euros, en los países escandinavos sube hasta los 4.000 euros. “España era la huerta de Europa para las hortalizas. Ahora lo es para la marihuana”, comentan desde algunas asociaciones de cannabis.
Los avances genéticos también están ayudando a este auge en los cultivos. Los dueños de grandes plantaciones utilizan técnicas hidropónicas y semillas modificadas genéticamente, con lo que consiguen hasta cuatro cosechas al año, es decir el doble que hasta hace un lustro.
La provincia ha vivido en el último año y medio operaciones muy importantes en las que se han decomisado grandes cantidades de hachís. La más recordada es la bautizada como Operación Librero, que se llevó a cabo por parte de la Guardia Civil en Vejer, y en la que se detuvo a nueve personas y se incautaron 8.000 plantas y gran cantidad de kilos de cogollos en sacos dispuestos para su distribución.
Esto siempre es un duro golpe para las organizaciones, que tampoco puede olvidarse que invierten en infraestructura comprando focos, aires acondicionados, extractores y material para poder cultivar la marihuana desde en un invernadero de La Colonia hasta un chalecito con pinta inocente en la entrada de Sanlúcar. Son traficantes de droga que están tan fuera de la ley como el que cruza el Estrecho en una planeadora cargada de hachís.
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